ESTUDIO ROMANOS VI

 




Resumen anterior: en el capitulo anterior estuvimos viendo el segundo edificio que nos presenta el apóstol Pablo: “la central de energía de la gracia”. En el revisamos dos de sus tres pisos.

A.         plan. Primer piso: la santificación (Romanos 6).

B.         El dolor. Segundo piso: la frustración (Romanos 7).

Hoy revisaremos el tercer piso.

C.         El premio: Tercer piso: la preservación.

Recordemos que este es el método de Dios para enseñarnos la santificación, luego que hemos aprendido como hemos sido juzgados en Cristo y reconciliados con Dios mediante su redención. Este proceso llamado santificación (apartarse, consagrarse a) constituye el camino diario, en el cual debemos considerarnos muertos al mundo y vivos para Dios.

En el capítulo 7 el Apóstol Pablo nos muestra su propia experiencia de conversión, su lucha personal para aprender que todo dependía de la gracia salvadora y de su sometimiento a esta nueva vida impartida en él.

La preservación nos muestra más a fondo lo que Dios ha hecho en nosotros para que podamos mantenernos día a día en victoria, ante las amenazas que rodean nuestra existencia en esta tierra.

 

C. El premio: Tercer piso: la preservación. El apóstol Pablo ha estado discutiendo hasta ahora:

1. ¿Por qué necesita el pecador ser salvado? Respuesta: a causa de la condenación.

2. ¿Cómo se salva el pecador? Respuesta: mediante la justificación.

3. ¿Qué sucede después que el pecador ha sido salvado? Respuesta: la santificación. Él ahora va a preguntar y a responder:

4. ¿Permanece el pecador salvado? Respuesta: esta es la preservación.

Se ha dicho que si la Biblia fuera un anillo precioso engastado de joyas, la epístola a los Romanos sería la joya más bella del anillo, y el capítulo 8 la más hermosa de las facetas en dicha joya. Romanos 8 es en esencia una amplificación de Juan 5:24 y de Apocalipsis 21:5.

Juan 5:24«De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida»

Apocalipsis 21:5«Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas»


¿Permanecerá salvo el pecador que ha creído? Sí, en base de siete cosas nuevas:


a. En razón de su nueva posición. Él ahora está en Cristo Jesús (Romanos 8:1-4).

Romanos 8:1-4 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

(1) El creyente ha sido separado por medio de Cristo de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2).

(2) El creyente puede ahora cumplir las demandas de la ley de Moisés por medio de Cristo (Romanos 8:4).

Notemos que el apóstol Pablo no dice que no hay faltas, o pecado, o imperfección, sino que no hay condenación. Observamos también el elemento tiempo: es ahora cuando no hay condenación.

b. Debido a su nuevo invitado. Ahora mora en él el Espíritu Santo (Romanos 8:5-13).

Romanos 8.5-13 “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.


c. En base de su nueva adopción. Ahora ha sido adoptado por el Padre (Romanos 8:14-17).

Romanos 8:14-17 “14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

(1) La teología de la adopción: Adoptar significa recibir como hijo al que no lo es. La adopción sigue lógicamente a la regeneración. La regeneración nos da la naturaleza de hijo de Dios, mientras que la adopción nos da la posición. (Romanos 8:15-23).

Gálatas 4:4-6 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!”

Efesios 1:4-5 “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,”

2 Corintios 6:18 “Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.”

Contraste: diferencias entre la adopción espiritual y la adopción civil.

(a) Nosotros nunca adoptamos a nuestros propios hijos, pero Dios sólo adopta a los que son suyos.

(b) La adopción civil provee consuelo a los que no tienen hijos, pero Dios tenía a su amado Hijo antes de adoptarnos a nosotros.

Mateo 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”

Mateo 17:5 “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.”

(c) Suele haber muchas características agradables en un hijo adoptado, pero no en los hijos de Dios antes de la adopción (Romanos 3:10-18).

(d) La adopción civil nunca le puede dar al hijo la misma naturaleza que tiene el padre, pero a los adoptados de Dios les es dada la misma mente de Cristo.

 1 Corintios 2:16 “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”.

¿Dónde tenemos la mente de Cristo? En la PALABRA ESCRITA.

(e) En algunos casos la adopción civil puede ser anulada, pero los adoptados por Dios están completamente seguros.


Comparación entre la adopción espiritual y la adopción civil:

(f) El Padre debe iniciar la acción que lleva a la adopción.

Isaias 1:18 “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”

Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

(g) Ambas adopciones proveen de una herencia al que antes no tenía ninguna. (1 Pedro 1:1- 9).

Romanos  8:17 “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

(h) Ambas adopciones proporcionan un nombre nuevo.

Apocalipsis 2:17 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”

Juan 1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).

(2) La Trinidad en la adopción:

(a) Hay intimidad con el Padre. “Por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”

Romanos 8:15 “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!”

Esta es una manera muy especial de llamar a nuestro Padre. Sólo Jesús había usado este nombre hasta ese momento.

 Marcos 14:36 “Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.”

 Mateo 26:42 “Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.”

(b) El Espíritu Santo nos ilumina. El nos dirige. (Romanos 8:14) y nos da seguridad (Romanos 8:16).

Romanos 8:14 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”

Romanos 8:16 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.!


(c) Hay una herencia que compartimos con el Hijo. “Coherederos con Cristo” (Romanos 8:17; Hebreos 2:11).

Romanos 8:17 “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

Hebreos 2:11 “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,”

d. En razón de su nueva expectativa (Romanos 8:18- 25).

(1) La naturaleza de esta esperanza: la completa y final redención de toda la creación. Esto incluye:

(a) Al cristiano: recibirá un cuerpo nuevo.

Será un cuerpo semejante al de Cristo (1 juan 3:2).

1 juan 3.2 “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.”

·        Será un cuerpo de carne y hueso. Nuestro Señor habló, y comió y bebió con su cuerpo resucitado.

Juan 20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.”

·        Será un cuerpo reconocible Jesús fue reconocido por todos los creyentes después de su resurrección.

1 Corintios 13:12 “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.”

·         Será un cuerpo en el que predomine el Espíritu (1 Corintios 15:44,49).

1 Corintios 15:44,49 “Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.” 

·        Será un cuerpo que no estará limitado al espacio ni al tiempo (Juan 20:19).

Juan 20:19 “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros”

(b) La creación misma. “Toda la creación fue sujetada a vanidad” (Romanos 8:20)

Romanos 8:20 “Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;”

Como resultado de la rebelión del hombre en el Edén, la creación fue sujetada a vanidad. Pero un día” la creación misma será libertada de la esclavitud de la corrupción” (Romanos 8:21).

e. En razón de su nuevo Ayudador en la oración (8:26, 27). El Espíritu Santo que ya vive en nosotros (Romanos 8:9, 11), y da testimonio a nuestro espíritu (Romanos 8:16), ahora ora por nosotros (Romanos 8:26).

(1  (1) La necesidad de esta nueva ayuda.

El apóstol Pablo habla aquí de debilidad y tiene una sola debilidad en mente: nuestra ignorancia e incapacidad en la oración. “Pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos” (Romanos 8:26).

No debemos pasar tampoco por alto la palabra “ayuda”. Significa “auxiliar para completar la tarea”. Es la misma palabra que se emplea en Lucas 10:40.El Señor le dice a Marta, que es importante el servicio, pero más importante es estar con él en intimidad.

Esto quiere decir que el Espíritu espera que el creyente también cumpla con su parte en la oración.

(2) La intensidad de esta nueva ayuda. “El mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26). 

f. Debido a su nuevo conocimiento (Romanos 8:28). “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

Debemos notar aquí dos cosas que este versículo no dice:

(1) No está diciendo que todas las cosas sean buenas en sí mismas o por sí mismas, sino que ellas obran para bien nuestro.

(2) No está diciendo que sea cierto para todas las personas, sino para aquellos que aman a Dios; pero para éstos es una declaración que lo incluye todo.

Abarca tanto lo bueno con\o lo malo, lo brillante como lo oscuro, lo dulce como lo amargo, lo fácil como lo difícil, lo feliz como lo triste. Podemos confiar en ello en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en la calma y en la tormenta, en la vida y en la muerte.

g. Debido a su nueva meta (Romanos 8:29-39).

Romanos 8:29-39 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Para ser “hechos conformes a la imagen de su Hijo”( Romanos 8:29).

Romanos 8.29 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”

Dios tiene un propósito supremo en la tierra hoy, y es conformar al mayor número de personas a la imagen de su Hijo amado en el menor tiempo posible.

(1) Los pasos que llevan a esa meta son:

(a) El “conoció” anticipadamente a los creyentes (Romanos 8:29).

(b) “Predestino” a los creyentes (Romanos 8:29).

(c) “Llamó” a los creyentes (Romanos 8:30).

(d) “Justificó” a los creyentes (Romanos 8:30).

(e) “Glorificó” a los creyentes (Romanos 8:30).

Estas cinco palabras forman una cadena de oro de la gracia y la gloria de Dios, uniendo la eternidad pasada con la eternidad futura.

(2) La garantía absoluta de esta meta.

(a) ¿Quién se atreverá a calumniarnos ante el Padre? “¿Quién acusará a los escogidos? Dios es el que justifica” Es decir, que el mismo Juez que una vez condenó al pecador es el que ahora le justifica.

Romanos 8:33 “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.”

¿Quién se atreverá a oponerse? “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32).

(b) ¿Quién se atreverá a intentar separarnos del Hijo? “¿Quién nos separará del amor de Cristo?” (Romanos 8:35).

¿Tribulación (presión exterior)? ¡No ¿Angustia (presión interior)? ¡No! ¿Persecución? ¡No! ¿Hambre? ¡No! ¿Desnudez? ¡No! ¿Peligro? ¡No! ¿Espada? ¡No!

Notemos que estas primeras siete cosas son como una breve biografía, histórica y profética, de la vida del apóstol Pablo.

¿La muerte (muerte física)? ¡No! ¿La vida (con sus tentaciones)? ¡No! ¿Los ángeles (ángeles buenos)? ¡No! ¿Principados (ángeles malos)? ¡No! ¿Potestades (poderes humanos)? ¡No!

¿Lo presente (sucesos de hoy)? ¡No! ¿Lo por venir (sucesos del mañana)? ¡No!

¿Lo alto? ¡No! ¿Lo profundo? ¡No! ¿Alguna otra criatura (alguna cosa concebible en el universo)? ¡No!.

Finalicemos con las palabras de Juan Crisóstomo (clérigo cristiano eminente, patriarca de Constantinopla).

Cuando el fiel creyente Juan Crisóstomo fue llevado ante el emperador romano en el siglo v y le amenazaron con el destierro por causa de su fe, él contestó: “Vosotros no podéis desterrarme porque este mundo es la casa de mi Padre.”

“Pero puedo matarte” — dijo el emperador.

“Tampoco podéis hacerlo — dijo el noble campeón de la fe— porque mi vida está escondida con Cristo en Dios.” “Yo te quitaré esos tesoros.” “No, no podréis hacerlo, porque mis tesoros están en los cielos, aunque mi corazón está aquí.” “Te aislaré de todo hombre y no tendrás ningún amigo.” “Tampoco os será posible hacerlo, porque tengo un amigo en el cielo del cual no podéis separarme. Os desafío a que lo intentéis, porque nada que hagáis podrá dañarme.”

 

Gracias al Señor por su salvación. Hemos sido regenerados para que caminemos y avancemos en nuestra santificación. Ahora sabemos que si somos fieles somos preservados por Dios. !Amén!

En el siguiente encuentro veremos “La sinagoga de Israel”: la sabiduría de Dios (la explicación y la vindicación. Romanos 9— 11).

Aquí el apóstol Pablo considera  explicar dos problemas. Uno era el rechazo de Cristo por Israel y la posición de Israel respecto a la Gracia. ¿Israel era una pueblo especial?

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