Estudio bíblico de Efesios Introducción
Comenzamos hoy, estimado hermano, nuestro estudio de la epístola del apóstol San Pablo a los Efesios. Cuatro hombres salieron de la ciudad de Roma. Era alrededor del año 62 D.C., y estos hombres están en camino hacia la provincia de Asia que estaba localizada en lo que se conoce en el presente como Asia Menor. Estos hombres llevaban consigo cuatro de las composiciones más sublimes de la fe cristiana. Estos documentos eran tan preciosos que serían de un valor inigualable si estuvieran en existencia en la actualidad. Roma no comprendió el significado de las escrituras de un prisionero desconocido. Si ellos se hubieran dado cuenta de qué se trataba, entonces habrían detenido a estos hombres y les habrían arrebatado esos documentos.
Cuando estos hombres se despidieron del apóstol Pablo, cada uno de ellos recibió una carta para llevar a la zona hacia donde se estaba dirigiendo. Estas cuatro cartas se encuentran en la Palabra de Dios, y han sido llamadas las "Epístolas de la prisión", porque Pablo las había escrito mientras se encontraba en la prisión en Roma, esperando presentarse ante Nerón, quien era el César de esa época en particular. Pablo, como ciudadano romano, había apelado su caso ante el César, y estaba esperando ser escuchado por él.
Estos cuatro hombres y sus lugares respectivos de residencia pueden ser identificados.
(1) Epafrodito era de Filipos, y llevaba consigo la Epístola a los Filipenses.
Filipenses 4:18 “Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.”
(2) Tíquico era de Éfeso, y llevaba la Carta a los Efesios.
Efesios 6:21 “Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor,”
(3) Epafras era de Colosas y llevaba la Epístola a los Colosenses.
Colosenses 4:12 “Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.”
(4) Onésimo, un esclavo fugitivo de Colosas, llevaba la Epístola de Filemón, que era su amo (ver
Filemón 1:10 al 12 “te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.”
Estas Epístolas presentan un cuadro compuesto de Cristo, la Iglesia, la vida cristiana y de la relación y funcionamiento de todas ellas. Estas facetas diferentes nos presentan la vida cristiana en su más alto nivel.
En la Epístola a los Efesios, la carta que vamos a estudiar ahora, se nos presenta a la Iglesia, la cual es el cuerpo de Cristo. Ésta es la Iglesia invisible de la cual Cristo es la Cabeza.
Y la epístola a los Colosenses nos presenta a Cristo como la Cabeza del cuerpo, la Iglesia. En Efesios, el énfasis se pone sobre el cuerpo; en la epístola a los Colosenses, el énfasis está en la Cabeza.
En Filipenses, se presenta la vida cristiana, con Cristo como la fuerza dinámica. El apóstol Pablo dijo en su epístola a los Filipenses
Filipenses 4:13 "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
Ahora, Filemón presenta el vivir cristiano en acción, actuando en una sociedad pagana. El apóstol Pablo le escribió a Filemón, quien era el amo de este esclavo Enésimo, para decirle, como leemos en su Epístola a Filemón, versículos 17 y 18:
Filemón 1:17-18 "Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta".
En otras palabras, estimado hermano, el evangelio durante el primer siglo, era algo practicado en la vida diaria, y funcionaba. Eso es lo que vamos a ver en el estudio de esta Epístola a los Efesios, así como también en las otras que veremos en el futuro.
Hablando de una manera global, podemos decir que la iglesia es la obra de arte de Dios. Es más hermosa que cualquier templo construido por manos humanas. Este edificio espiritual está siendo construido por piedras vivas, y es habitado por el Espíritu Santo de Dios. Es como el cuerpo de Cristo en este mundo para vivir y caminar en esta tierra como Él habría caminado, para luchar contra las artimañas del enemigo espiritual, el diablo. Algún día la iglesia será presentada a Cristo como una esposa.
La Epístola a los Efesios ha ido llamada: "La Epístola del tercer cielo, de Pablo". Otros la han llamado: "Los Alpes del Nuevo Testamento". De toda la Escritura, es la Epístola de la Iglesia. Muchos expositores de la Biblia la consideran como la cumbre de las verdades Bíblicas, la misma cúspide y el pináculo de la revelación de la Biblia. Ahora, esto podría muy bien ser cierto.
Esta Epístola es elevada e inspiradora. Con la ayuda del Espíritu Santo, que es nuestro guía, haremos el máximo esfuerzo para transmitir su contenido.
Veamos ahora al apóstol Pablo cuando estaba en Éfeso, porque esto es algo importante de apreciar por nuestra parte. Es realmente algo emocionante el poder visitar los lugares donde estaban las siete iglesias de Asia Menor. Éfeso, era una gran ciudad y esa iglesia era la principal de esas siete iglesias de la región.
El Espíritu Santo no permitió al apóstol Pablo, en su segundo viaje misionero, que entrara a la provincia de Asia, donde Éfeso era uno de los principales centros. En el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 16, versículo 6, leemos:
Efesios 16:6"Y atravesando Frigia y la
provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra
en Asia."
Es decir, que el Espíritu Santo les bloqueó el camino y le dijo a Pablo: "Tú no puedes ir allí ahora". Ahora, no sabemos el motivo. Pero sabemos que el tiempo de Dios es perfecto. Así fue que este hombre continuó su viaje hacia el oeste, a Macedonia, hacia Filipos, hasta Berea, y luego visitó Atenas y siguió hasta Corinto; luego, en el camino de regreso, Pablo visitó Éfeso. Y cuán grande fue la oportunidad que se le presentó al Apóstol entonces. En el mismo libro de los Hechos, capítulo 18, versículo 19, leemos: Y llegó a Éfeso, y los dejó allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos.
Pablo quedó tan favorablemente impresionado por las oportunidades para un trabajo misionero que prometió regresar, lo cual hizo en su tercer viaje misionero. Allí descubrió que otro misionero, llamado Apolos, había estado allí, en el intervalo entre su segundo y su tercer viaje misionero. Apolos había predicado sólo sobre el bautismo de Juan, y no sobre el evangelio de la gracia del Señor Jesucristo. En aquel entonces, Apolos no sabía acerca del Señor Jesucristo. Pero más adelante él mismo se convirtió en un gran predicador del evangelio.
El apóstol Pablo comenzó entonces un ministerio de gran alcance en Éfeso. Por dos años enseñó en la escuela de alguien llamado Tirano, y el evangelio penetró en cada centro de la provincia de Asia. Evidentemente fue en ese tiempo que las iglesias mencionadas en el segundo y tercer capítulo de Apocalipsis fueron fundadas por el ministerio del apóstol Pablo.
Después de haber visitado Turquía, de haber visto la zona y haber leído mucho sobre las excavaciones que han sido hechas allí, estamos convencidos de que el mayor ministerio que el evangelio ha tenido jamás tuvo lugar en lo que hoy conocemos como la Turquía moderna. En aquel día, como en el día de hoy, había millones de personas viviendo en esa región. Era el corazón mismo del Imperio Romano. La cultura de Grecia ya no se encontraba en Grecia; se desarrollaba a lo largo de esta costa, la costa occidental de Turquía, donde Éfeso era la ciudad principal. Era un gran centro cultural, y un gran centro religioso. El clima era agradable y era un hermoso lugar para visitar. Los emperadores romanos acudían a esta zona para pasar sus vacaciones. Y allí es donde el evangelio tuvo su mejor acogida.
Por un largo período de 2.500 años, Éfeso fue una de las ciudades más grandes del mundo. Tenía un puerto que hoy ya no existe; se encuentra actualmente obstruido por sedimentos y el mar se encuentra a varios kilómetros. Cuando el apóstol Pablo fue a esa ciudad, al entrar al puerto y desembarcar, se encontró con una calle muy hermosa de mármol blanco. Era una calle muy ancha y el mármol para su construcción había sido traído de las canteras del Monte Prion.
El templo de Diana en Éfeso era una de las siete maravillas del mundo antiguo. Fue el mayor templo griego jamás construido, cuatro veces más grande que el Partenón, pero muy similar a él. Fue construido en un pantano, sobre un fundamento artificial de pieles y carbón vegetal, de manera que no era afectado por terremotos. El arte y las riquezas de los ciudadanos de Éfeso contribuyeron a su embellecimiento. Tenía 127 hermosas columnas, algunas de ellas artísticamente talladas y pintadas. El templo también guardaba grandes obras de arte, como por ejemplo, un cuadro que representaba a Alejandro Magno arrojando un rayo.
Y dentro de ese hermoso templo se encontraba el ídolo de Diana. No era la hermosa Diana de la mitología griega. No era la diosa de la luna. Era la concepción oriental de la diosa de la fertilidad; un ídolo de madera, vulgar, con muchos pechos. A la sombra de este templo tenían lugar todo tipo de prácticas inmorales.
Y con la fabricación de santuarios o templecillos de plata, que todos los visitantes se llevaban como recuerdo, se había desarrollado un floreciente comercio, que proporcionaba grandes ganancias a los fabricantes.
Así que ésa fue la ciudad a la cual el apóstol Pablo llegó. Primero se dirigió a la sinagoga y allí habló valientemente por espacio de 3 meses. Luego fue a la escuela de Tirano y allí continuó por 2 años. Dice Hechos 19:10, de manera que todos los que habitaron en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.
Éste fue probablemente el momento culminante del trabajo misionero del apóstol Pablo. Él consideró a Éfeso como su gran oportunidad y se quedó allí más tiempo que en cualquier otro lugar. Los habitantes de Éfeso escucharon más enseñanza Bíblica del apóstol Pablo que los de otros pueblos, y ése fue el motivo por el cual él pudo escribirles sobre las profundas verdades que esta epístola contiene.
Efectivamente, el apóstol Pablo podría escribir más adelante en su Carta a los Corintios 16:8 y 9, diciendo:
1Corintios 16:8 y 9 "Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés, porque se me ha abierto una puerta grande y eficaz, aunque muchos son los adversarios".
Como la predicación del apóstol Pablo perjudicó el negocio de los plateros, surgió una gran oposición y como resultado, se produjeron graves disturbios en la ciudad. El apóstol Pablo estaba predicando el evangelio del Dios viviente y sobre la vida que hay en Jesucristo. Dios le protegió de forma sobrenatural y le animó a continuar en su labor (Hechos 19:23-41). Pablo amó a esa iglesia de Éfeso. Su última reunión con los líderes espirituales de esa iglesia fue una tierna despedida (Hechos 20:17-38).
Un gran número de personas se convirtieron a Cristo. Por ello creemos que el evangelio fue más efectivo en esa zona que en cualquier otro lugar y que en otras épocas en la historia del mundo. Aquella iglesia fue la de más alto nivel espiritual. Nos resulta sorprendente que viviendo aquellas personas en una ciudad pagana, comprendieron tan bien las verdades de esta carta. Si no hubiera sido ese el caso, el apóstol Pablo no les habría escrito a los creyentes de Éfeso en esos términos. Además, en el libro de Apocalipsis encontramos que Éfeso fue la primera de las siete iglesias de Asia mencionada en una serie de iglesias que nos ofrecen cierta descripción del desarrollo general de la historia de la iglesia. Allí vemos que Éfeso se destacó como la iglesia de mayor profundidad espiritual.
Algunos críticos han manifestado que hay dos libros en la Biblia que no pueden ser comprendidos: Efesios y Apocalipsis. Dicen que Apocalipsis es simplemente un conglomerado de símbolos que nadie puede descifrar, y que Efesios es tan elevado que nos supera.
Bueno, podríamos decir que los dos Libros de la Biblia que pueden ser ordenados matemática y lógicamente, son los libros de Efesios y Apocalipsis. No hay otros dos Libros que sean tan lógicos como estos dos.
El apóstol Pablo fue lógico en Efesios y Juan fue lógico en Apocalipsis. El Libro de Apocalipsis ha sido bosquejado para nosotros. Al apóstol Juan, su autor, se le dijo que escribiera las cosas que había visto, las cosas que eran en ese momento y las cosas que serían en el futuro; y allí tenemos una triple división. Y el libro está ordenado según los números siete, así que no se podría haber bosquejado de una forma más didáctica. Ahora, la Epístola a los Efesios es muy lógica. De los seis capítulos, los primeros tres tratan sobre el llamado celestial de la Iglesia y son doctrinales. Los últimos tres capítulos tratan sobre la conducta terrenal de la Iglesia, lo cual es muy práctico.
Es que la Iglesia tiene una Cabeza; la Cabeza de la Iglesia es Cristo, y Él está en el cielo. Nosotros estamos identificados con Él. Pero los pies de la Iglesia están aquí abajo en la tierra. Y el apóstol Pablo no nos dejaría allí sentados en los lugares celestiales; él dijo en Efesios 4:1:
Efesios 4:1"Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados".
O sea que les recordó a aquellos creyentes que era hermoso estar con la mente en el cielo enorgulleciéndose de la posición espiritual que tenían al estar unidos a Cristo, pero que era necesario descender a la tierra y comenzar a vivir. Tenemos que recordar que en los días del apóstol Pablo, los cristianos vivían en la sociedad pagana del mundo romano. La primera mitad de la epístola, es decir, los primeros tres capítulos, es doctrinal. Y la otra mitad, es decir, los últimos tres capítulos, es práctica, lo cual nos presenta una división muy lógica del libro. Necesitamos ambas partes. No podemos vivir sólo en los tres primeros capítulos. Éstos son hermosos, pero el mensaje debe descender al nivel de nuestra vida de cada día.
La sección doctrinal en sí misma es también muy lógica.
· En el capítulo 1, la Iglesia es un cuerpo.
· En el capítulo 2, vemos que la Iglesia es un templo.
· Y luego en el capítulo 3, vemos que la iglesia es un misterio.
Luego cuando llegamos a la sección práctica, encontramos
· en el capítulo 4, que la Iglesia es un hombre nuevo.
Es decir, que la Iglesia tiene que exponer algo nuevo en el mundo, y entonces el cristiano vive en esta tierra como una nueva persona.
· En el capítulo 5, vemos que la Iglesia será una esposa.
No nos hagamos a la idea de que la Iglesia es una esposa ahora. El apóstol Pablo les dijo a los Corintios en su segunda carta.
2 corintios 11:2 "Os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo".
Es como si les hubiera dicho: "Yo os he comprometido en casamiento hoy, y algún día la iglesia será la esposa".
· Luego, en el capítulo 6, la Iglesia es un soldado.
Es que hay un enemigo contra quien luchar. En este mundo está teniendo lugar una batalla espiritual. El clarín ha sonado y los cristianos deben mantenerse firmes en la causa de Dios.
Próximo encuentro, veremos:
I. SECCIÓN DOCTRINAL. EL LLAMADO CELESTIAL DEL LA IGLESIA. (Capítulos 1 al 3)
A. La iglesia es un cuerpo (capítulo 1)
Introducción (1:1-2)
1. Dios el Padre planeó la iglesia (1:3-6)
2. Dios el Hijo pagó el precio por la iglesia (1:7-12)
3. Dios el Espíritu Santo protege a la iglesia (1:13-14)
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