ESTUDIO EFESIOS 5

 


 

Resumen estudio anterior.

En un bosquejo general diremos que en el capítulo 2 de Efesios el apóstol Pablo enseña el concepto de “la iglesia como un templo”. 

En el estudio anterior consideramos desde el capítulo de Efesios 2:1-10. A esta sección la llamaremos el “material para la construcción del templo.”

Nosotros somos ese material con el cual construye su templo. Para ello Efesios 2:1-10.nos enseño que ”Fuimos salvos por gracia”. Creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparo para que anduviésemos en ellas.

La iglesia es el templo del Dios vivo. Esta, está constituida tanto de judíos y gentiles. Todos los seres humanos aquí representados han sido salvos por gracia, mediante Cristo Jesús.

Hoy, a partir del versículo 11, comenzaremos a estudiar el “método de construcción del templo”, que se extenderá hasta el versículo 18.

Finalmente, concluiremos con el aspecto del “significado de la construcción del templo”, que se extiende desde el versículo 19, hasta el versículo 22, que a su vez finaliza este capítulo 2.

 

EL MÉTODO DE CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO

Reconciliados por medio de la cruz (Efesios 2:11-18)

 

 

·         La unión de judíos y gentiles en un solo cuerpo

Efesios 2:11-12 “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en él.” 

                                                                                            

El apóstol Pablo empieza haciendo un enlace conceptual en esta sección por medio de la frase "Por tanto, acordaos...". El motivo es unir su nuevo argumento, con el gran tema de la salvación por la gracia y la fe de los versos estudiados en efesios 2:1-10. “Salvos por gracia”.

Ambos pueblos, todos nosotros; los "muertos en delitos y pecados", hemos recibido vida nueva en unión con Cristo Jesús, siendo elevados con él a las esferas celestiales.

En esta sección, nos habla a nosotros de forma exclusiva. El nos dice que nos conviene  a nosotros los gentiles hacer un alto, con el fin de contemplar la condición  de la cual hemos  sido sacados, “para que lleguemos a comprender las extraordinarias riquezas de la gracia de Dios para con nosotros".

 

·         La posición anterior de los gentiles (Efesios 2:11-12)

Efesios 2:11-12 “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en él.”

El apóstol comienza mostrando la condición anterior de mundo gentil; y lo hace demostrando eso en cuatro puntos. ¿Cuál era su condición antes de venir a la verdad de Dios?

1.    Los gentiles eran incircuncisos

2.    Los gentiles se hallaban separados de Cristo

3.    Los gentiles eran extraños a la ciudadanía y a los pactos de Israel

4.    Los gentiles se hallaban "sin esperanza y sin Dios"

El diagnóstico del mal del hombre que consideramos en (Efesios 2:1-3) revelaba la triste condición de cada individuo, como miembro de la raza caída en Adán; en cambio, el resumen de (Efesios 2:11-12), que encabeza el pasaje que vamos a considerar, detalla el estado de los gentiles como pueblo, separado en lo religioso de lo que Dios iba realizando por medio de Israel. Porque la gran Obra reconciliadora de Cristo se llevó a cabo en un plano histórico e implicaba derribar  inmensas barreras religiosas y raciales que se habían levantado en la tierra entre el pueblo de Dios y las demás naciones.

Los gentiles estaban "alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa" Eran ignorantes de todo el sistema teocrático que caracterizaba el pueblo escogido. Por esta razón, el apóstol les recuerda que antes estaban "Sin Dios", sin  luz espiritual, sin esperanza. Sumidos en un mundo lleno de paganismo, vacío.

En contraste, toda la historia de Israel constituía, en esencia, el marco dentro del cual se desarrollaba la promesa del Cristo, el que era la Simiente de la mujer de (Génesis 3:15), la consumación de la línea santa de Abraham, el heredero de David, el Ungido y el Siervo de Jehová, en cuyas manos habían de prosperar todos los propósitos de Dios para con los hombres. Esta promesa podía ser motivo de orgullo legítimo aun para los fieles de Israel, ya que de ellos, según la carne, había de surgir el Cristo, que es "Dios sobre todas las cosas" como vimos en (Romanos  9:5), y en Cristo se hallaba no sólo la salvación de ellos, sino la de todos los hombres.

Los gentiles nada sabían de esta bendita esperanza, ni de los propósitos de Dios que en Cristo serian consumados. Pero  Dios quería hacer llegar la bendición de su conocimiento a todos los hombres.

¿Que era la circuncisión y que representaba?

Como un rito religioso, la circuncisión era necesaria para todos los descendientes de Abraham como una señal del pacto que Dios hizo con él (Génesis 17:9-14; Hechos 7:8). El propósito era ser una señal exterior de una actitud interior del corazón y un nuevo estilo de vida en sometimiento, adoración y obediencia a Dios por medio de obedecer su  ley.

La ordenanza de la circuncisión se había establecido como señal de la separación de los hijos de Abraham de las naciones idólatras, pero siempre con miras al servicio que el pueblo escogido había de prestar al llevar la luz de la revelación a todo el mundo (Génesis 17). Al insistir en que aquellos que no pertenecían visiblemente al "pueblo del pacto" no podían participar de sus beneficios, aquella marca física que señalaba una esfera de santidad y servicio se convirtió en motivo de orgullo carnal.

Los gentiles, eran llamados “paganos incircuncisos” por los judíos, quienes estaban orgullosos de la circuncisión, aun cuando esa práctica solo afectaba su cuerpo, no su corazón, ya que muchos no obedecían a Dios de corazón.

La actitud que debían de haber tomado hacia los gentiles, debía ser de misericordia según el plan divino desde el Antiguo Testamento, pero haciendo caso omiso de las verdades espirituales del amor y de la humildad que Dios esperaba de ellos para poder usarles como testigos suyos entre las naciones, las miraban a éstas despectivamente como inferiores. De ahí brotó la enemistad entre ellos y los gentiles, que sólo pudo ser abolida por medio de la Cruz; como  veremos en (Efesios 2:14).

En esta sección el apóstol desea dejar claro en el corazón de este pueblo gentil convertido al evangelio, que en Cristo tenemos paz y todos han sido recibidos como hijo y parte de la de la familia de Dios, por lo tanto, ante tal manifestación de la bondad de Dios en sus vidas, debían mantener viva la llama de la verdad recién adquirida. Ya no estarán mas sin Dios ni sin ley en este mundo. Todas las promesas y los pactos que han sido consumados en Cristo Jesús, por medio de la fe son adquiridos.

 

·         La posición actual de judíos y gentiles, reconciliados "en Cristo" (Efesios 2:13-18)

Un dramático contraste                


Efesios 2:13-18Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.”

El énfasis de este pasaje recae en la persona gloriosa de Cristo. Él no sólo hizo paz por medio de la cruz, sino que aquellos que confían en Él y son colocados en Él, unidos a Él, se convierten en nuevas personas. Originalmente, Dios había hecho una diferencia separando al judío de las demás naciones. Con el tiempo, el judío desarrolló un orgullo espiritual y esto condujo al odio final entre el judío y el que no lo era. Al ser unidos ambos a Cristo, hubo paz y no sólo por la existencia de una nueva posición, sino también porque algo nuevo había comenzado a existir. Algo que el apóstol Pablo identificó como “el nuevo hombre”. Fue por ese motivo que el apóstol Pablo escribió a los Corintios, en su primera carta 10:32, que no dieran mal ejemplo a nadie, ni a los judíos, ni a los no judíos, ni a los que pertenecían a la iglesia de Dios. Esta "iglesia" era el nuevo hombre.

1 Corintios 10:32 “No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;”

No era que el no judío había sido elevado a la posición del judío. Cristo había elevado a ambos a un nivel superior. Una ilustración sencilla nos puede ayudar a comprenden lo que Cristo hizo con ambos pueblos.

Imaginemos que hay dos estatuas, una de plata y la otra de plomo, y que entonces ambas se funden, y se convierten en oro. Y así, Él ha hecho de las dos, una sola. Ésta es una hermosa ilustración de cómo hemos sido unidos en Cristo.

El apóstol Pablo nos ha enseñado que no  podemos creer en la fraternidad universal de las personas, ni en la paternidad universal de Dios. Es una gran herejía. Creemos que la verdadera hermandad está formada por aquellos que están unidos a Cristo. Éste es el edificio, el templo que Dios está construyendo hoy.

Más que decir que el no judío ha sido elevado a la posición del judío, podríamos decir que es el judío el que ha sido rebajado al nivel del no judío, porque ambos, el judío y el no judío están en el mismo estado de pecado. En realidad, como pecadores, somos todos hermanos, al ser todos descendientes de Adán. Dijo el apóstol Pablo en Romanos 3:9.

Romanos 3:9 “¿Qué, pues? ¿Somos los judíos mejores que ellos? ¡De ninguna manera!, pues hemos demostrado que todos, tanto judíos como no judíos, están bajo el pecado".

Ésta es la posición en la que estamos todos. La paz de este pasaje es la paz entre judíos y no judíos. Cuando ambos grupos vienen a la cruz como pecadores, son convertidos en una nueva creación. Se convierten en un nuevo hombre, el cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu Santo.

El templo del Antiguo Testamento, que sucedió al tabernáculo de Moisés, estuvo caracterizado por divisiones. Había tres entradas para tres departamentos: el patio exterior, el Lugar Santo, y el Lugar Santísimo. Había secciones del edificio para los sacerdotes, el pueblo, las mujeres y los no judíos. Cristo, por Su muerte, retiró el velo o cortina y se convirtió en el Camino (el patio exterior), la Verdad (el Lugar Santo) y la Vida (el Lugar Santísimo). Ahora podemos ir por medio de Cristo directamente a la presencia de Dios el Padre. Aquellos que vienen a Él son traídos de sus pequeños departamentos o secciones, y colocados en Cristo, el nuevo Templo en el cual no hay secciones ni departamentos. La cruz disuelve todas las barreras, y el Evangelio es predicado a los no judíos, a los que se encontraban lejos, y a los judíos, que se encontraban cerca.

Tener en cuenta esta imagen, es provechoso, ya que  el mensaje del amor de Dios revelado en Cristo, llega a todos los pueblos de la tierra, a todas las personas, cualquiera que sea su condición. Y nos llegó a nosotros, querido hermano, de una manera personal, y así podemos invitar a todos los que Dios llame a formar parte de este edificio que Dios está edificando.

Entendiendo esto, podemos ver ahora lo que dice aquí el versículo 18, de este capítulo 2, de la epístola a los Efesios:

Efesios 2:18 "Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre."

Este pequeño versículo aquí, es un gran versículo. Es como un pequeño átomo. Aquí encontramos a la Trinidad. Notemos lo que dice: Porque por medio de él, o sea Cristo, los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu, y éste aquí es el Espíritu Santo, al Padre que es Dios el Padre.

Nuevamente vemos que el judío y el gentil ante la cruz, están en un mismo nivel como pecadores. Además, a través de Cristo ambos tienen acceso igual a Dios, lo cual es un privilegio glorioso para cualquier ser humano. El apóstol Pablo hizo referencia en el capítulo 5 de su epístola a los Romanos, a que la justificación por la fe es un beneficio disponible para todos. Nosotros tenemos acceso a Dios por medio de Jesucristo, y eso es hermoso querido hermano.

Ahora que sabemos el método que Dios utilizo para de la construcción del templo, estamos en posición de conocer el significado que tiene esta construcción, hecha por medio de pecadores salvo de ambos pueblos, que han sido unidos para ser morada de Dios en su espíritu. Veamos ahora. ¿Cuál es el significado de la construcción de la iglesia como templo de Dios?

 

SIGNIFICADO DE LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO

 

Leamos ahora los versículos 19 al 22 donde se nos comienza a hablar sobre “El significado de la construcción de la Iglesia como templo de Dios”.

Efesios 2:19-20 "Por eso, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. "

El apóstol Pablo les recordó a los creyentes no judíos que aunque ellos eran extranjeros y marginados, alejados de Dios, la posición presente de ellos había mejorado infinitamente. Ellos ya no eran extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos.

Y santos aquí no era una referencia a los santos del Antiguo Testamento. Los creyentes no judíos eran conciudadanos con los santos del Nuevo Testamento, los otros miembros del cuerpo de Cristo. Ellos pertenecen a una familia, no como siervos, sino como parientes, miembros de la familia de Dios, porque todos ellos son Sus hijos. El apóstol Juan dijo en su primera epístola 2:12,

1 Juan 2:12 "Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre".

Nosotros somos Sus hijitos. Ésta es una nueva relación. Una relación que era extraña al Antiguo Testamento. Aun David, un hombre que ocupaba un lugar especial en el corazón de Dios, fue llamado, en el Segundo libro de Samuel, capítulo 7, versículo 8: mi siervo David; y el término de Dios para Moisés fue también mi siervo en Números, capítulo 12, versículo 7.

Ahora esta ciudadanía no era en Israel o en la Jerusalén terrenal, sino que estaba en los cielos. El Apóstol Pablo dijo, en su epístola a los Filipenses, capítulo 3, versículo 20.

Filipenses 3:20 "Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo".

“Así es que somos conciudadanos, pertenecemos ahora al cielo.”…

Y somos edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas. Esto es importante. No quiere decir que los apóstoles y los profetas eran el fundamento, sino que ellos personalmente colocaron el fundamento. La Iglesia primitiva construyó su doctrina sobre la de los apóstoles. En el libro de los Hechos, capítulo 2, versículo 42, inmediatamente después de mencionar el día de Pentecostés, dice que aquellos que habían sido añadidos a la Iglesia…

Hechos 2:42 “perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”

El Señor Jesucristo mismo Siendo la principal piedra del ángulo, revela que Cristo es la Roca sobre la cual se edificó la Iglesia. El apóstol Pablo lo dijo de una manera muy clara en su Primera Epístola a los Corintios, capítulo 3, versículo 11:

1 Corintios 3:11”Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo".

Y el apóstol Pedro lo dijo de la manera siguiente, en su primera epístola, capítulo 2, versículos 6 al 8:

1 Pedro 2:6-8 “Por lo cual también dice la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; el que crea en él, no será avergonzado. 7Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso. En cambio, pero para los que no creen: La piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; 8y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer.”

Ellos, por su desobediencia, tropiezan en la palabra. ¡Ese es su destino!" Lo importante de notar aquí es que el apóstol Pedro dijo que el Señor Jesucristo era la piedra angular. Así es que el apóstol entendió muy bien lo que el Señor Jesucristo quiso decir en las siguientes palabras del evangelio según San Mateo, capítulo 16, versículo 18:

Mateo 16:18 "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no la dominarán".

Aquí Jesús estaba hablando de Sí mismo. Él es la Roca sobre la cual está edificada la Iglesia. Los apóstoles y los profetas colocaron el fundamento, y Cristo es la piedra angular, la Roca.


Con esto en claro, veamos ahora los versículos 21 y 22, de este capítulo 2, de la epístola a los Efesios:

Efesios 2:21-22 "En él todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu."

Nuevamente la analogía con el templo del Antiguo Testamento es evidente; sin embargo, hay un contraste revelado en la analogía. Había varios edificios en el templo de Jerusalén. Sin embargo, no creemos que el apóstol  Pablo se estaba refiriendo a esos diferentes edificios. Él quiso decir que cada creyente individualmente era colocado dentro de la estructura total. Y Pedro lo expresó de la misma manera cuando escribió que nosotros somos piedras colocadas, encajadas e incorporadas a la casa espiritual, como podemos ver en Primera de Pedro 2:5.

1 Pedro 2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”

El apóstol Pablo habló de la iglesia como un templo que estaba siendo construido. Eso es muy interesante porque en los días del apóstol Pablo, el templo de Herodes, que era el templo de aquella época, aún no había sido concluido. Durante los días del Señor Jesucristo, ya se habían dedicado 40 años a su construcción, y fue destruido en el año 70 D.C. y aún en el momento de su destrucción no había sido finalizado. La iglesia se encuentra hoy en construcción, y será finalizada.

Dice aquí en el versículo 21 que la iglesia va creciendo para ser un templo santo en el Señor. Y eso nos confirma que aún no ha sido concluida la construcción. Su estructura es también diferente. No consiste en una piedra colocada encima de otra de una manera fría. Este templo está creciendo. Dios está tomando un material muerto, muerto en delitos y pecados, y le está dando vida. Las piedras vivas, nacidas de nuevo, están creciendo incorporadas a un templo viviente. 

En tiempos pasados El Templo de Salomón fue construido alrededor del año 970 a C. El templo tardó 7 años en ser construido y la totalidad del complejo, unos 20.En la construcción de este templo, existe una maravillosa analogía con la construcción de nuestras vidas como templo vivo del Señor. Dice 1 Reyes 6:7 asi:

1 Reyes 6:7 "La construcción de éste se hizo con piedras labradas sin que durante la obra de la casa del Señor se oyese en ella ruido de martillo, ni de hacha, ni de ninguna otra herramienta."

Así como el templo de Salomón fue edificado sin el sonido del martillo, así el Espíritu Santo coloca silenciosamente, a cada pecador muerto espiritualmente en el templo vivo a través de la regeneración y el bautismo. El apóstol Pablo en su Primera Epístola a los Corintios, capítulo 12, versículo 13, dijo:

1 Corintios 2:13 "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu".

Se lo llamó un templo santo. Es santo porque en él mora el Espíritu Santo. Por el bautismo del Espíritu Santo el pecador salvado es colocado en el Señor. El Espíritu Santo mora en cada creyente. Esta verdad es mencionada en la epístola a los Romanos, capítulo 8, versículo 9, que dice:

Romanos 8:9 "Pero vosotros no vivís según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él".

La iglesia, el cuerpo de Cristo, es una "habitación", un templo permanente de Dios en el Espíritu. Cuando los creyentes se reúnen en un edificio para adorar, el Espíritu Santo está presente. En ese sentido, Dios se encuentra en ese edificio. Pero cuando cada creyente ha salido de ese edificio, Dios también ha salido. Dios no está más en cualquier edificio de iglesia que lo que está en cualquier otro edificio o establecimiento.

¡Dios mora hoy en los creyentes, no en los edificios!

Dios nunca ha morado en ningún edificio construido por manos humanas. Sólo una filosofía pagana coloca a Dios en una estructura edificada por seres humanos.

El propósito de la Iglesia como templo, es revelar la presencia y la gloria de Dios sobre la tierra. Cuando los creyentes se reúnen en una Iglesia, debería transmitirse claramente la noción ante el mundo, aun en esta época, que Dios se encuentra en Su templo santo. El mundo debería sentir que Dios puede ser hallado en una reunión de la Iglesia.

 ¿Puede Él estar allí hoy? Quizás más personas serían atraídas a la iglesia si ellas estuvieran seguras de que Dios está presente.

Y así es como el apóstol Pablo concluyó este capítulo 2 con una oración a favor de los creyentes de Éfeso, y teniendo en cuenta que las verdades de la Palabra de Dios requieren Su ayuda y guía para ser no sólo entendidas, sino también aplicadas a la vida práctica.

Asimismo concluimos este capítulo, pidiendo a nuestro Dios que nos ayude y guíe por medio de Su Espíritu, para que a través de la lectura y estudio de toda la Biblia y, en estos días, de la carta a los Efesios, podamos comprender y experimentar a nivel personal ese amor que sobrepasa los límites del conocimiento humano, y que supera todos los recursos humanos de poder e influencia para transformar las vidas de las personas. El amor de Dios por nosotros fue revelado en el sacrificio de Cristo en la cruz. Oremos entonces para que podamos abrirnos totalmente a la influencia del Espíritu de Dios, de manera que Él actúe en nuestros corazón y podamos depositar nuestra fe en nuestro Salvador, y así vivir como una piedra viva más, incorporada a ese organismo vivo, añadiendo a otras piedras vivas que están continuamente siendo añadidas a ese edificio espiritual que Dios está construyendo aquí en la tierra.

 

¡Que así sea Señor!

En nuestro próximo estudio entraremos al capítulo 3 de esta carta del apóstol Pablo a los Efesios. Teniendo en cuenta el tema que trata, a este capítulo le llamaremos "La Iglesia como un misterio". En los primeros cuatro versículos de este capítulo tenemos la explicación de este misterio, no revelado específicamente en el Antiguo Testamento. En los versículos 5 al 13 tenemos la definición del misterio, basado en que los judíos y los no judíos son participantes en el mismo cuerpo, que es la iglesia. Luego, en los versículos 14 al 21, tenemos la segunda oración del apóstol Pablo en esta carta a los Efesios; ésta fue una oración pidiendo que los creyentes de aquella ciudad fueran fortalecidos en lo íntimo de su ser, y para que pudieran comprender en toda su dimensión el amor de Cristo.

 

 

 

 

 


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