ESTUDIO EFESIOS 7




RESUMEN ESTUDIO ANTERIOR. Hemos visto casi los tres capítulos de Efesios que se consideran la parte doctrinal, en donde se nos revela todas las bendiciones de lo que Dios ha hecho por nosotros. Antes de entrar a los últimos capítulos debemos tener muy claros estos 3 capítulos, ya que los últimos nos muestran la respuesta que el Señor espera de nosotros.

Hoy consideraremos lo estudiado  en conjunto, para terminar con la parte final del capitulo 3.La más maravillosa y profunda oración apostólica y su doxología final.

Dios se revela en su palabra, ella muestra sus deseos, sus intenciones, lo que ha hecho, lo que  ha declarado, lo que espera en respuesta  y en relación a nosotros cuando recibimos sus enseñanzas. Debemos tener una respuesta que nos enamoremos más de él, que encontremos más deleite, interés  y dedicar tiempo a ella. Su palabra es lo más importante en nosotros,  ella es una palabra viva y operativa. Nuestra palabras no cambian a nadie,  sin embargo, cuando habla Dios todo cambia. Al estudiarla,  no es la idea de tener tecnicismos, la idea es como hacer que mi vida sea más apasionada.

EL CAPÍTULO 1 comienza a revelar riquezas en Cristo, bendiciones espirituales, recibidas directamente del Padre , nos aceptó, predestino ,perdono, bendiciones que recibimos directamente del Hijo, redención  perdón revelación una herencia, bendición del Espíritu Santo, como sello y garantía.

El apóstol cierra esta parte con algo bello e impresionante.  El apóstol muestra su amor en una vida de oración, que se conoce en Efesios como la primera oración del apóstol Pablo en este libro.

Arranca la carta de lo que somos en Cristo, se resaltan bendiciones espirituales en Cristo. Toda la trinidad se ve en vuelta en estas bendiciones que hemos heredado.

PADRE

HIJO

ESPÍRITU SANTO

ESCOGIDOS

PREDESTINADOS

ACEPTADOS

REDENCIÓN

PERDÓN

REVELACIÓN

HERENCIA

SELLADOS

GARANTÍA

 

El padre nos escoge desde antes de la fundación del mundo. Cristo fue a una cruz,  pagó el perdón de nuestra  cuenta y él ha comprado una herencia para nosotros.

El Espíritu Santo, sella la obra de esa salvación. De toda la trinidad, es el Espíritu Santo que mora en nosotros y el al sellarnos, es la garantía de que estamos caminando con Dios.

CAPÍTULO 2. En este capítulo el apóstol busca despertar en el hombre la necesidad de tener estas riquezas y de alcanzar estas riquezas. Para esto habla de la condición natural del hombre ante Dios.

 

NUESTRA CONDICIÓN DELANTE DE DIOS

Efesios 2:1-3 CONDICIÓN DEL HOMBRE FUERA DE CRISTO

Muertos inclinados al mal; Hijos de ira.

Efesios 2:4-10 SALVACIÓN POR GRACIA

Pero Dios

  

 

En los primeros versículos el apóstol  declara la sentencia más trágica que un hombre puede escuchar de su condición espiritual fuera de Cristo. Está muerto, inclinado al mal, éramos hijos de ira.

El verso 4 tiene una de las frases más dulces de la Biblia. Éramos hijos de ira; eso éramos. “PERO DIOS” hizo lo que solo Dios podía hacer, él Jesús  se manifestó. Y el efecto de esa salvación aplicada a los gentiles nos salvó a nosotros. Esta salvación se extendió, ya no era solo para el pueblo judío como se declaraba en el Antiguo Testamento. Ahora el apóstol Pablo introduce  que esa preciosa salvación se ha extendido a nosotros que somos el pueblo de  los gentiles.

En el capítulo cuatro los teólogos entienden que el evangelio aquí en este libro se presenta por medio de preposiciones, todas relacionadas con Jesús. La idea es esta.

 

LA SALVACIÓN EN PREPOSICIONES

 

FUERA DE

CRISTO

PERDICIÓN

A TRAVÉS DE

CRISTO

SALVACIÓN

EN

CRISTO

SANTIFICACIÓN

 

Fuera de Cristo lo que hay es perdición

A través de Cristo recibimos la salvación

En Cristo, nosotros experimentamos la santificación

Todo el evento relacionado con Dios, está íntimamente determinado por Jesús  en nuestras vidas. La dinámica que juega Jesús en nuestras vidas, determina en esencia a nuestra condición. Para el hombre fuera de Jesús, lo que hay es condenación, una vez que el hombre alcanza fe, entonces a través de Jesús alcanzamos perdón y reconciliación. Y finalmente hoy en día por la obra maravillosa, estamos en Jesús. Hoy estamos posicionados en él, debemos entender que necesitamos  a Cristo. HOY DEBEMOS VIVIR EN EL. Respirando en él, para seguir viviendo y seguir siendo transformados.

Nuestro Señor Jesucristo nos dice “porque sin mi nada podéis hacer”.

Ahora llegamos al capítulo 3. En este capítulo se encuentran tres secciones. La revelación del “misterio”, la segunda  oración apostólica,  y doxología (alabanza)

Los primeros 13 versículos se conoce como el ministerio del apóstol Pablo a los gentiles. Lo que consume la vida del apóstol en relación al evangelio que predica, relacionado con los gentiles

Efesios 3:1-6  1“Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2 si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5  misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, 7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; 13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.

Por esta causa, ¿Cuál causa? Esta causa se analizó en el capítulo dos. Esta causa es el evangelio. Las benditas nuevas buenas de salvación. Cristo es el fundamento de este edificio santo, él es la piedra angular. Jesús es en la edificación de esta nueva vida. La nueva vida de  todos los redimidos que deben crecer y desarrollarse para ser morada de Dios en su espíritu, por el Espíritu Santo.

“Por esta causa” dice el apóstol, por todas estas razones yo preso en el Señor por los gentiles y luego retoma en el verso 14 de Efesios 3, nuevamente dice “por esta causa” doblo mis rodillas ante Dios por vosotros, para que entiendan lo que han recibido.

Luego  el apóstol desarrolla un paréntesis desde los versos 2 al 13 del capítulo tres para desarrollar lo que es el misterio que vimos la semana pasada.

¿Cuál misterio?

Efesios 3:6 “que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio”

Sabemos que toda la palabra de Dios es útil y maravillosa, pero hay cartas especiales. Si no tuviéramos la carta de Efesios tendríamos serios problema para entender que la salvación es por gracia, que nosotros los gentiles somos parte de esta salvación, tendríamos serios  problemas para entender ciertas demandas que Dios tiene para nosotros en nuestra vida cristiana.

Algo glorioso de este libro, es que el apóstol Pablo no lo escribió en un hotel de cinco estrellas con todas las comodidades a su disposición. Él estaba preso en Roma, en medio de gran tribulación, recibiendo una de las revelaciones más grandes del evangelio, junto con “un misterio” la salvación del pueblo gentil, del cual él seria el responsable para comunicar al mundo entero esta extraordinaria buena nueva de gracia y salvación. Por eso él dice “por esta causa yo Pablo prisionero en Cristo Jesús”. Esta es la mejor manera que considero para identificarse. Y su motivación, “por amor a vosotros”.


El enseña que el amar como Cristo amaba, conlleva mucho sufrimiento. La clave es dar para recibir. El amor verdadero asume un sacrificio. Esto es maravilloso y suficiente para vivir eternamente agradecidos. El apóstol Pablo les amó y nos amó como Cristo nos ama. Digno ejemplo de imitar.

 

ORACIÓN APOSTÓLICA DEL APÓSTOL PABLO

Luego de este paréntesis, el continua con la oración apostólica, algo maravilloso de considerar. Una oración que todos debemos de imitar. Este será el tema de hoy para cerrar estos primeros capítulos que constituyen toda la parte doctrinal de efesios. Los siguientes capítulos 4,5 y 6 representan la manera en que nosotros como creyentes debemos responder a todo lo que el Padre, Hijo y Espíritu Santo han hecho por nosotros, por medio de la redención.

Toda la sección anterior descansa en el concepto de “La gracia” todo lo recibido es por su gracia, por su regalo inmerecido hacia la humanidad perdida. Eso quiere dejar claro el apóstol Pablo. El mismo se doblega ante esta verdad y con humildad ante el que lo llamó, ruega para que sus lectores entiendan lo que él les ha manifestado.

Nuestros méritos en todo esto quedan todos excluidos. La única base sobre la cual podemos tener acceso a la presencia de este Dios, es lo que Cristo hizo en la cruz. No hay nada hoy, ni nunca, que le agregue valor a lo que Cristo hizo.

Si entendiéramos mejor el concepto de la gracia, nuestra vida debería ser una vida de celebración. No tenemos nada que demostrar a Dios, debemos disfrutar en Cristo gracias a su glorioso sacrificio. Cuando el apóstol comienza hablando, deja claro que esta es una dispensación de “la gracia”.

El apóstol Pablo cierra el capítulo 1 con una oración. No cesa de dar gracias por ellos para que reciban espíritu de sabiduría en el conocimiento de Dios y que sus ojos fuesen iluminados. Así empieza el apóstol hablando de las riquezas a través del Padre, del hijo y del Espíritu. Y ahora después que el apóstol expresa su pasión por predicar de Cristo a los gentiles, el no encontró nada más apropiado que volver a orar por esta iglesia, y esto es lo que se llama la segunda oración del apóstol Pablo.

 Ahora al finalizar el capítulo 3, ora por los creyentes “para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Efesios 3:16

Efesios3: 14-23 “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,  para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”

Esta oración se considera una de las más hermosas y se cree que las razones por las cuales el Espíritu santo inspiró al apóstol Pablo que orara así, es porque son oraciones que pueden imitarse. Son oraciones que nos garantizan que estamos pidiendo en la voluntad de Dios. La belleza de estas oraciones, es que podemos aplicarla para orar por gente que amamos.

El apóstol Pablo, ora así porque lo considera extremadamente importante. Resalta su posición de rodillas en señal de rendición y muestra de humildad ante el Dios que puede hacer lo que él no puede hacer. Solo en Dios toma nombre todo ser, ya que “no hay otro nombre por quien venga la salvación”

Ahora resuena la más maravillosa y profunda petición del apóstol.  Pide a Dios que fortalezca por su Espíritu el “hombre interior”, ese hombre nuevo en ellos que nace al haber   creído en el Señor. Él sabe que el espíritu debe estar preparado y arraigado en Dios para que sea posible que:

·         Habite Cristo en sus corazones

·         Sean arraigados y cimentados en amor

·         Sean capaces de comprender la anchura longitud, profundidad del amor de Dios en Cristo

·         Sean llenos de la  plenitud de Dios

El apóstol primero utiliza el argumento de la gracia, porque Dios es el que hace, Dios es el que da. Dios ha determinado bendecirnos, por eso el apóstol determina conjugar todas estas realidades. Él se acerca a Dios motivado por todas estas bendiciones de la riqueza de Dios y dice “yo oro para que Dios conceda conforme a las riquezas  de su gloria, que sean fortalecidos en el hombre interior”.

Esta oración es muy profunda y especial, porque nosotros necesitamos ser fortalecidos por el Espíritu. Desde que nos levantamos somos amenazados para que el gozo de nuestra salvación se reduzca, somos amenazados para que no vivamos de forma abundante y obediencia  a la verdad de Dios. Por eso el apóstol sabía lo que estaba orando y lloraba para que los efesios recibieran fuerza espiritual para vivir para Dios, para que pudieran ser guiados, para que se les diera convicción, fueran iluminados, tuvieran consuelo, porque todo esto es obra del Espíritu Santo. ¿Quién nos ilumina en nuestras confusiones, en las dudas? ¿Quién nos fortalece para que resistamos y rechacemos el pecado?  ¿Quién nos hace ver el pecado como Dios lo ve y podamos aborrecerlo?.

Necesitamos orar así para ser fortalecidos en el hombre interior, conforme a sus riquezas en gloria.

Nosotros debemos desear ser llenos del Espíritu Santo en la experiencia si es que queremos que Cristo no solo este en nuestros corazones, sino que pueda habitar plenamente en ellos y conozcamos la profundidad de su amor. Por esta razón debemos buscar estar llenos de Dios en nuestro interior.

EL VERDADERO FORTALECIMIENTO ESPIRITUAL

Cada día son más los que buscan estas experiencias, y creen que ser fortalecidos espiritualmente es buscar poder solamente. Pero habría que preguntarse: ¿Qué hay tras de esa búsqueda? ¿Cuántos hay que ambicionan para jactarse? ¿Cuántos hay que  desean mayor gloria para su carne? ¿Cuántos esperan que mucha gente vaya a caer rendida  sus pies?

Debemos discernir el motivo por el cual solicitamos el poder del Espíritu Santo. Si el motivo no es de Dios y   conjuntamente con Dios, no obtendremos el poder del fortalecimiento de nuestro espíritu. El Espíritu Santo no viene a nuestra carne; solo desciende sobre el espíritu nuevo y regenerado, dentro del hombre. No podemos permitir que el hombre exterior, o sea la carne, persista, en tanto que nosotros pedimos a Dios que sumerja nuestro hombre interior, el espíritu, en su Espíritu Santo.

El apóstol no oraba en esta oportunidad para que se volvieran fuertes y jactanciosos, ni tampoco que fueran fortalecidos para ser testigos de Cristo, o fueran fuertes para resistir el mal, aunque ambos motivos no son malos y muy necesarios en verdad. Él estaba orando por una gracia distinta de revestimiento del Espíritu Santo. Su oración nos hace saber que no solo debieran tener al Espíritu Santo morando en ellos y ser sellados por él, sino también su poder especial inundando su espíritu humano para que el hombre interior se haga fuerte. El pedía para que este órgano más interior del hombre gane dominio sobre el alma y el cuerpo y así pudiera  servir de cauce para que la vida del Espíritu se transmitiera a los demás órganos, alma y cuerpo.Todo el ser debía estar lleno de Cristo.

El apóstol Pablo deseaba que  los espíritus de los efesios no fueran débiles, sino fuertes, por lo tanto era necesario que recibieran el fortalecimiento de su espíritu de parte de Dios por medio del Espíritu Santo.

El apóstol veía  la necesidad urgente de ser llenados de poder en el hombre interior. Su deseo era que sus amados hermanos vieran su debilidad y buscaran el reforzamiento del Espíritu Santo.

El ruego de su oración es para que los efesios fueran hombres verdaderamente espirituales y comprendieran la importancia de rendirse por completo al Señor, abandonando todo aspecto dudoso de su vida, obedeciendo la voluntad del Señor. Solo de esta forma lograrían pleno dominio sobre el alma y el cuerpo. Sus deseos, pensamientos, sensaciones e intenciones serian gobernadas por el Espíritu Santo. De esta forma el Señor podría, habitar en sus espíritus, conduciéndolos por medio de esta relación profunda con él,  a conocer  y disfrutar del maravilloso, profundo y bendito amor de Dios en Cristo Jesús.

Podemos decir que el ruego del apóstol era que sean fortalecidos en el hombre interior para que sean hombres espirituales. Entonces ¿Qué significa ser un hombre espiritual?

En 1 Tesalonicenses el apóstol Pablo describe la auténtica condición de un hombre espiritual.

1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”

¿Qué verdades extraemos de todo lo que hemos visto?

El hombre espiritual…

1.- Tiene a Dios morando en su espíritu, que le santifica totalmente. Su vida inunda toda su persona, de tal modo que todo su ser vive por la vida del espíritu y funcionan en la fuerza del espíritu.

2.- No vive una vida anímica. Todo pensamiento, imaginación, sentimientos, idea, simpatía, deseo y opinión ha sido renovado y purificado por el Espíritu y ha sido sometido a su espíritu. Este órgano ya no funciona independientemente.

3.- Sigue poseyendo un cuerpo, porque es un espíritu desencarnado, pero el cansancio físico, el dolor y la necesidad no obligan al espíritu a caer de su estado ascendido. Cada miembro del cuerpo se ha convertido en instrumento de justicia.

Para terminar, un hombre espiritual es el que pertenece al espíritu; todo el hombre es gobernado por el hombre interior; todos los órganos de su ser están sometidos a él. Su espíritu es lo que sella su vida como único; todo procede de su espíritu, y el mismo le es completamente fiel. No dice ni una palabra ni realiza ningún acto que sea de su propia voluntad, sino que renuncia a su poder natural para poder sacarlo del espíritu. En una palabra, un hombre espiritual vive por el espíritu.

El fin absoluto de este ruego era que “HABITE CRISTO POR FE EN VUESTROS CORAZONES”. La pregunta es ¿Cómo habita Cristo en nosotros hoy? La respuesta es, por medio de su palabra.

La oración del apóstol es un fundamento firme sobre el cual una vida puede edificarse. La palabra es la que sostiene, la que edifica, la que nos cambia la vida, nos alienta. Nosotros somos gente que necesita estar llenas de esta palabra. El apóstol Pablo lo sabía que para que esto suceda, el Espíritu Santo tiene que estar con poder dentro de una vida.

El efecto de esta palabra es que el Espíritu la usa para arraigarnos y cimentarnos en amor, porque el fruto del Espíritu es amar. ¿Por qué el apóstol dice esto, por qué es tan importante?. El fruto primario que genera  la palabra es amar, dar y no demandar. No podemos dar lo que no tenemos.

El fruto de la palabra es el amor y el efecto es “Que sean capaces”. Es una actitud, es una habilidad, una capacidad, que nos ayudan en la vida en los momentos que necesitamos comprender y discernir.

Cuando usted deja que el Espíritu Santo haga la obra en su vida, entonces usted llega a ser arraigado como un árbol y cimentado como un edificio sobre un sólido fundamento.

La idea es que sean “capaces de comprender junto a todos los santos cual sea la anchura, la longitud la atura y la profundidad y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo entendimiento.”

¿Que busca el apóstol Pablo con este amor de Cristo? ¿Por qué hace una oración tal elaborada?.  El resultado de esa oración del apóstol es que podamos conocer el amor de Cristo y comienza por fortalecer nuestro hombre interior.

Para discernir este amor debemos "comprender" y esto significa experimentar y no solo entender con el intelecto..Esta plenitud es el complemento total, la medida plena, copiosidad, plenitud, aquello que ha sido completado. La anchura muestra su magnitud y rangos, la longitud que va de eternidad a eternidad.La profundidad, la salvación de los que estábamos en las profundidades del pecado y la miseria.La altura, su elevación a la dicha y gloria celestial.

 ¿Qué tiene que ver el amor de Cristo en todo esto?. Esta experiencia es la que lleva al conocimiento del amor de Cristo manifestado en cada corazón. Conocer el amor de Cristo es la esencia de las más completa plenitud.

"En esencia la realidad que nos sostiene es este amor impresionante de Cristo."

Uno de los problemas de nuestra generación es que no razonamos en esa realidad, estamos consumidos por lo que se ve y no reflexionamos en lo que no se ve. Vivimos en una generación que estamos muy consumidos en lo temporal y eso anula la capacidad del alma para reflexionar en lo atemporal. Perdemos la capacidad de deleitarnos en lo que tenemos, porque estamos demasiado enfocados en lo que no tenemos.

El apóstol Pablo nos presenta las más grandes realidades. Hay algo en el amor de Cristo que el apóstol considera indispensable y crucial que podamos experimentar.

Preguntémonos ¿Qué tanto conocemos y disfrutamos del amor de Cristo? ¿Cuánto nos impacta su amor?

Él se hizo hombre, se hizo pecado por nosotros, no despreció la cruz, la sufrió siendo inocente y murió como un malvado.El murió para ser nuestra plenitud ¿no debiera esto satisfacer al hombre?

Nosotros nacemos pensando que nadie nos ama más que nosotros mismos, las decisiones que tomamos son motivadas por esa convicción. Decimos “nadie me ama más que yo mismo”. El problema es que nuestro amor tiene un límite que se llama muerte. La grandeza del amor de Cristo es que el venció la muerte. Su amor debe ser la más alta motivación, nadie nos amó  y ama hoy como Jesús. Debemos ser gente abrumada, impactada totalmente por el amor de Jesús.

No llenemos nuestras vidas con cosas de este mundo, las cosas de este mundo no están diseñadas para llenar nuestro corazón. Solo Cristo nos hace gentes satisfechas en Dios. Nuestro gozo depende de Dios. Las ofertas del pecado no serán nada, porque estaremos llenos de Dios.

¿Entiende ahora lo que el apóstol ha orado por nosotros?

“Pido que estos hermanos estén llenos de ti. Que conozcan tu amor, y para eso deben ser fortalecidos en el hombre interior, para que Cristo crezca, se fortalezca en ellos.”

El gozo de tan magnifica revelación y abundancia de piedad del amor de Dios, inspiran al  apóstol Pablo a concluir este capitulo en alabanza y total rendición a su amado Dios. 

DOXOLOGÍA

Efesios 3:20-21 “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”

 

Este cántico final es su doxología, su alabanza. “Dios da más abundante de lo que pedimos, nada es imposible para él.” La gloria de Dios sea exaltada en su iglesia y en toda generación.

 Estamos llenos con la plenitud de Dios, los que hemos recibido gracia por gracia de la plenitud de Cristo.

AMÉN Y AMÉN

PRÓXIMO ESTUDIO: En los 3 capítulos hemos visto todo lo que Dios ha hecho en nosotros en Cristo Jesús.

Ahora nos toca ver los imperativos del libro de  Efesios. Que es lo que Dios espera de nosotros después de todo lo que él ha hecho.

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