RESUMEN ESTUDIO ANTERIOR: en el estudio pasado analizamos como es “LA NUEVA VIDA EN CRISTO”.
El apóstol Pablo nos enseñó un principio de quitar y poner. Quitarnos las vestiduras del viejo hombre y vestirnos de las nuevas prendas de la santidad. Para lograr eso el habla como un testigo de Dios.
Dios nos habla y dice: “Esto pues digo y requiero en el Señor, que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente”.
Ya no debemos andar como los que no conocen al Señor, pues ya no somos ignorantes. El Señor nos pregunta si aprendimos la verdad sobre Cristo o de Cristo mismo. Está en el la certeza.
Debemos atender el estado actual de nuestra vida delante de Dios y ver que el Señor nos señala lo que debemos procurar cada día como cristianos. Esto es el cambio diario y la transformación a su imagen. La liberación de la pasada manera de vivir (una vida de pecado) solo se alcanza mediante nuestra búsqueda diaria de obediencia y pureza. Son compromisos de vida que todos los creyentes deben asumir.
Se nos enseña cómo debemos cambiar lo malo por lo bueno. Todos los mandatos del apóstol se apoyan en un fundamento espiritual centrado en Dios. Solo así lograremos hacer morir lo malo para que nazca lo bueno.
Precepto negativo- El que hurtaba
Precepto
positivo- No hurte más
Fundamento espiritual- Trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno.
Hoy analizaremos el mandato de “ANDAR COMO HIJOS DE LUZ”
El centro de este pasaje es que debemos de ser “Imitadores de Dios como hijos amados”
Esto es posible, dice el apóstol. Andando en amor-Andando como hijos de luz-Andando sabiamente. Comenzaremos hoy analizando como podemos andar en amor y como andar como hijos de luz.
ANDAD COMO HIJOS DE LUZ
Efesios 5:1-14 “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.
El punto central en la enseñanza de esta porción es que seamos Imitadores de Dios, y para lograrlo, el apóstol Pablo nos revela tres formas de poder serlo:Andando en amor
Andando como hijos de luz
Andando sabiamente
A su vez el pasaje en general nos muestra una estructura de tres puntos importantes formados por un mandato, una prohibición y la razón.
El mandato: “Andad en amor”
La prohibición: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros como conviene a santos“
La razón: “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.”
ANDANDO EN AMOR
Efesios 5:1-2 ““Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Comienza esta sección con un mandato hacia nosotros de imitar a Dios como hijos amados. Es cierto que no podemos imitar su poder, su conocimiento, ni su presencia, pero si su carácter, su amor, su autosacrificio y manifestar sus obras.
Debemos imitar a nuestro Padre, pero, “como hijos amados”. Se nos dice que ahora todo lo que hagamos debe ser “como hijos amados”. Si pensamos en “Cuánto nos amas Dios”, sin duda conmueve nuestros corazones, porque nos lleva a considerar en todo lo que el Señor ha hecho por nosotros. Hemos sido tratados con mucha amabilidad en relación a nuestra condición caída. Todo el bien recibido se nos ha ido revelando a lo largo de todo este estudio; de manera que entendamos que estamos siendo tratados como hijos amados.
Un hijo que se siente amado, respetado y bien tratado, de forma natural querrá imitar a su padre en respuesta a su buen trato. Sin duda será el espejo en el cual se quiera reflejar y perpetuar en su imagen.
Nuestro Dios, es el padre que ama bien, es el que sabe exhortar, corregir y consolar en su tiempo. Debemos aprender a amar su enseñanza, su corrección, porque es este acto de amor el que reafirma su paternidad sobre nosotros.
Hebreos 12:7-8 “.Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.”
Tenemos el mejor Padre que nos ama más de lo que podemos imaginar, así que debemos anhelar ser como él. A través de estas enseñanzas nos conduce por el camino correcto, mostrándonos su profundo amor e interés porque nuestras almas sean corregidas para estar verdaderamente con él en su presencia.
De estas primeras palabras dichas por el apóstol Pablo, podemos sacar un gran principio. “Mientras más amado es el hijo, más quiere ser como su padre.” ¿Te sientes amado por él?
El Mandato: “andad en amor”
Efesios 5:1-2 ““Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”
La manera de imitar a Dios es empezando por IMITAR SU AMOR.
El espíritu Santo nos hace observar su amor, no dice se amoroso, sino anda en amor. Esto denota una acción constante, de que todo el tiempo vamos a estar amando, todo en nuestro accionar debe estar caracterizado por el amor, y debe ser “el hábito” de nuestras vidas.
Este mandato nos enseñan que lo que vinimos a ser en la conversión “hijos amados” tenemos que continuar siéndolo diligentemente después de ella.
El apóstol nos exhorta y a la vez nos da generosamente, un patrón perfecto para amar; y este es: “como Cristo nos amó”.
¿Cuál es la clave de este amor?
La clave de este amor es que es una entrega. Cristo se entregó por nosotros y a su vez podemos saber por este verbo paradidomi (entregar), que Cristo nos entregó su doctrina y fuimos entregados a su doctrina.
Vimos en Romanos 6:17 “aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados”
La expresión “aquella forma”, usa la figura de un molde que da forma a aquello que cae en él. Quiere decir, que su doctrina es nuestro molde, en el cual Dios nos da forma a su imagen y semejanza, PARA QUE APRENDAMOS PRIMERAMENTE A IMITARLO EN SU AMOR.
Nuestro Señor Jesucristo es nuestro mayor ejemplo, puesto que él se entregó, él tomó la forma (se amoldó) a la condición del hombre, para, siendo hombre, entendernos en todo y darnos salvación adecuada.
Nosotros somos llamados en amor a “amoldarnos” a la condición de los hermanos, para, en base a esa condición, amarlos como son… con el propósito de que me amen como yo soy (que ellos se amolden a mi forma) por eso es imperativo ser “COMO CRISTO – IMITADOR DE CRISTO-DIOS”.
Amar a los hermanos no significa dejarles que hagan lo que quieran, especialmente cuando están errados. Amar a los hermanos significa corregirles y librarles del mal camino, sacarles de error y equiparlos con la sana doctrina.
El apóstol Pablo nos lleva a considerar como fue y es el amor de Cristo, ya que esto encierra también su sacrificio.
Amor sacrificial. Ofrenda y sacrificio en olor fragante. ¿Por qué Cristo fue a la cruz?, esta es la repuesta. El amor de Cristo y su ofrenda es algo intencional, Cristo cumple con todo el ritual sacrificial, el ritual del Antiguo Testamento. Todo su sacrificio con olor fragante. Todo su sacrificio era motivado para agradar a Dios.
Amor voluntario. Cristo tomó la iniciativa, él mismo lo hizo, no fue víctima en la cruz. Él dijo “yo doy mi vida por las ovejas nadie me la quita”. Él nos dio su vida voluntariamente.
Si los hermanos y la gente siempre están pidiendo tu ayuda, no estas siguiendo el patrón de Cristo. La iniciativa siempre fue y sigue siendo del Señor. Este es nuestro patrón, sigámoslo.
Acto desinteresado. El Señor dijo, “más bienaventurado es dar que recibir”. Su amor fue sin interés propios, no para ser reconocido. El egoísmo y egocentrismo, no es el patrón que Cristo ha dejado
Que su doctrina sea nuestro molde, que su amor nos dé forma, que santidad nos haga puros, que su celo, nos haga temerosos y apartados de todo mal.
La Prohibición
Efesios 5:3-4 “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.”
Esta es una lista que representa algo que no debemos hacer y es lo que Dios odia. Son tres acciones pecaminosas que el apóstol Pablo utiliza para mostrarnos una profundidad mayor que encierra más bien raíces de muchos pecados que se cometen. Todos ellos nacen de deseos descontrolados que se transforman en ídolos en el corazón, porque exigen ser saciados. Por consecuencia Dios jamás será lo primero, nunca se entenderá su amor y menos se querrá imitar..
¿Qué dice el apóstol de cada uno de ellos?
La fornicación. Es un acto ilícito. Jesús dice que comienza en la mente. Pero el apóstol Pablo aquí rastrea la acción en su forma, en su acción misma.
En la Biblia, el término fornicación (en griego pornéia) designa todas las clases de relaciones sexuales ilícitas, es decir, las que tienen lugar fuera del marco de un matrimonio válido a los ojos de Dios. Abarca tanto el adulterio como los actos sexuales entre un hombre y una mujer solteros, o con una persona dedicada a la prostitución. Practicar el coito oral o anal, o manipularl los genitales, también es fornicación.
1 Corintios 6:9 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,”
Las Escrituras son muy claras: quienes practican la fornicación no recibirán la vida eterna.
El apóstol Pablo sabiamente termina con la “avaricia”. Este acto lleva a cometer todo acto de inmundicia. La avaricia conlleva multitud de pecado. Al definirla el apóstol rastreó el acto mismo de fornicación en su raíz.
Los siguientes vicios avaricia y lujuria no son similares. La primera se define como el deseo desordenado de placeres y/o posesiones, mientras que la segunda como el deseo desordenado por el placer sexual. A veces utilizamos como sinónimo de avaricia los términos codicia y ambición, pero esta última tiene otro matiz que debe conocerse para su correcta utilización. La ambición se refiere únicamente al deseo de obtener bienes, lo que, por sí mismo, no es malo, si tal deseo no se desordena.
La avaricia se refiere especialmente al dinero, y el apóstol Pablo la asocia con la lujuria como pecados provenientes de la idolatría. La idolatría y avaricia como una forma de idolatría, no te deja estar contento con lo que Dios te da, es dudar de la bondad de Dios.
¿Por qué la adoración a ídolos es una tentación tan poderosa?
La respuesta a esta pregunta es "pecado”. Es la naturaleza de pecado del hombre la que nos induce a adorar ídolos modernos, que en realidad todas son formas de auto-adoración.
El comprender los ídolos contemporáneos nos puede ayudar a entender por qué resultan ser una poderosa tentación. Un ídolo puede ser cualquier cosa que ponemos por encima de Dios en nuestras vidas, algo que toma el lugar de Dios en nuestros corazones, tales como posesiones, carreras, relaciones, aficiones, deportes, entretenimiento, metas, codicia, adicciones al alcohol, drogas, pornografía, etc. Algunas de las cosas que idolatramos son claramente pecaminosas. Pero muchas de las cosas que idolatramos pueden ser muy buenas, tales como las relaciones o carreras. Sin embargo, las escrituras nos dicen que, hagamos lo que hagamos, debemos "hacerlo todo para la gloria de Dios"
Desafortunadamente, a menudo hacemos a un lado a Dios mientras celosamente perseguimos nuestros ídolos. Peor aún, la gran cantidad de tiempo que generalmente pasamos en esas búsquedas idólatras, nos deja con muy poco tiempo o a veces sin nada de tiempo para pasar con el Señor.
Cuando el apóstol se refiere a estos actos como “que aún no se nombren entre vosotros”, no se refiere a no decir estas palabras, sino más bien a que no es correcto que santos cometan estos pecados y seamos nombrados por ejemplo, como fornicarios. No debemos practicarlo, para no ser acusados de fornicarios, avaros, e inmundos.
El apóstol Pablo sigue hablando de cosas que deben ser evitadas por el pueblo de Dios. Un pueblo santo debe vivir en santidad, no solo absteniéndose de participar en pecados sexuales e inmundicia en general, sino que debe tener mucho cuidado con palabras deshonestas, necedades, truhanerías que no convienen a los hijos de Dios. Lo que conviene a los santos es tener un lenguaje con acciones de gracias.
La advertencia del apóstol Pablo indica aquí que ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías forman parte del hablar del cristiano. Palabras deshonestas o sucias tienen que ver con obscenidades. Necedades se refiere a hablar tonterías. Y truhanerías que alude la idea de convertir palabras o circunstancias en algo obsceno o sugestivo encontrándole un giro sexual a cualquier situación. Este tipo de lenguaje proviene de personas cuyo corazón se ha entregado a la inmundicia.
Hay que resaltar que algunos cristianos todavía tienen este tipo de lenguaje perverso, se ríen y hacen chistes de corrupción y perversión sexual. ¡Atención! la regla de Dios es clara: ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías. ¿Por qué? Porque no convienen, porque no reflejan la presencia de Dios en sus vidas, porque es una conducta indecente, sucia, vulgar y ofensiva; llena de tonterías y de bromas groseras que son chistes pornográficos que deshonran al sexo. Estas cosas no son apropiadas en la vida del cristiano.
Vocabulario sucio NO, sino antes bien acciones de gracias. En vez de involucrarse en el lenguaje sucio, la boca del creyente alaba a Dios, tiene su mente en cosas mejores y tiene muchas razones por las que dar gracias, incluyendo el sexo que se disfruta dentro del contexto que Dios ordenó: el matrimonio.
Colosenses 3:8.”Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca”.
Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”.
En la iglesia hay bromas sanas, y no está mal, pero no a las bromas inapropiadas, que hagan burlas de otro. No bromas de cosas que Dios odia, cuidado con la forma en que bromeas. Este tipo de hablar no conviene, no avanzan la causa de Cristo, no edifican.
¿Qué hago, que digo entonces?
Más bien acciones de gracia. Esta es la clave para no pecar. Un corazón agradecido, pleno en Dios, es la fuente de toda acción de gracias. Por el contrario, un corazón lleno de avaricia, de inconformidad con Dios, es la fuente que produce todo pecado.
El corazón agradecido produce acciones de gracia El apóstol Pablo siempre comienza sus epístolas y da gracias, porque sabe que ha recibido un regalo precioso y eso protege su corazón de la amargura, del desánimo y del pecado.
Nosotros debemos imitar esto y agradecer a Dios siempre por Cristo, por la cruz y por todo lo que hemos recibido. En cada momento estamos recibiendo gracia. Nuestras vidas están llenas de regalos que agradecer, para mantenernos satisfechos en el Señor.
La razón.
Cada acto pecaminoso tiene consecuencias en nuestras vidas. Aun así Dios en su amor advierte a su pueblo antes de actuar .Ahora el apóstol nos das las razones de por qué debemos obedecer estas advertencias o prohibiciones. Si hemos de ser imitadores de Dios, debemos apartarnos de toda especie de pecado y primeramente andar en amor. Lamentablemente si nos dejamos seducir por el mal aun siendo advertidos, sabemos que hay consecuencias, ya que el pecado tiene como fin la muerte.
Efesios 5:5-7 “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos.”
Que se pan esto, dice el apóstol, están informados que los tres pecados antes mencionados fornicario, inmundo, avaro (que es idolatra), aquellos que los practiquen; no entraran en el reino. Ninguno que practique estos pecados tiene herencia en el reino de Dios. Solo el hijo que sigue el buen ejemplo, hereda los bienes de su Padre.
A estas alturas de nuestro estudio, sabemos que un avaro es un idolatra, que codicia algo más que querer a Dios, y Dios odia la idolatría. El avaro ama más las cosas que Dios creó y codicia cosas que son de Dios, porque de Dios es todo.
El Antiguo Testamento muestra como Dios limpió y aniquiló a los idolatras. Dios odia, y aborrece a los que adoran lo que él ha hecho y menosprecian su bondad y amor.
“Nadie os engañe” hermanos, con palabras vanas y huecas.
La palabra “engañe” aquí, es la misma usada al describir lo que le sucedió a Eva. Ella fue engañada, seducida, creyó una mentira porque sonó bien. No debemos ser atraídos ni engañados por nadie que nos hable de que podemos vivir en pecado y que nos vaya bien.
Nadie te puede decir que si eres avaro heredaras el reino porque es imposible. El verdadero hijo de Dios imita a su Padre y Dios odia la avaricia, pues trae inconformidad a nuestros corazones, trae descontento y no nos permite ser agradecidos con todo lo que ha hecho por nosotros
La ira de Dios es su firme y constante oposición al mal. El rechaza eternamente todo lo contrario a sus designios y a su naturaleza santa. Como comunidad de Dos, sus hijos debemos reflejar el carácter de su reino y de su ira, mediante el testimonio contra el ma.
Cuando el apóstol Pablo nos dice que la ira de Dios viene sobre lo hijos de desobediencia. Se refiere a aquellos hijos que escuchan la voz de seducción y se dejan arrastrar por el mal. Siendo advertidos por la palabra aún se dejan engañar ofendiendo a Dios con sus actos.
La advertencia es que la ira viene, por eso la expresión está en tiempo presente. Viene y está en la puerta, viene sobre los hijos de desobediencia y no queremos estar entre este grupo de desobedientes.
¿Y cómo debemos comportarnos con aquellos que cometen estos actos?
Efesios 5:7 “no seáis participes con ellos”.
No podemos participar en lo que ellos hacen. Es incompatible la luz con las tinieblas. La ira de Dios viene como una bomba y si te encuentras entre uno de ellos te quemarás.
Aquí no se habla de perder la salvación. Es para ver si eres un hijo de Dios o hijo del diablo. El que está fornicando es hijo de su padre, el que miente, es hijo de su padre el diablo porque él es un mentiroso. El hijo de Dios no miente no engaña, no es fornicario porque imita a su Padre que es Dios. Esta es la diferencia que debe existir entre dos hombres completamente opuestos.
ANDANDO COMO HIJOS DE LUZ
Efesios 5.8-14 “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.”
Antes erais tinieblas, ahora luz, citado de Jesús.
¿Cómo anda un hijo de Dios?’¿Qué significa esto de ser luz?
Somos santos “llamados a no participar del mundo, sino llamados a ser diferentes “Nuestro deber es reprender las tinieblas y no participar en ninguna manifestación de ellas.
Debemos conocer el producto de la luz, el cual es bondad, justicia y verdad. Esta es una lista que representa una verdad y un contraste fuerte. Los cristianos no andamos hablando inmundicia, obscenidades, truhanerías, sino que el que anda en luz, anda en verdad, justicia y en bondad.
Debemos andar en justicia en lo recto y justo. Nuestro padre es recto, es justo. El sacrificó a su propio hijo para satisfacer la justicia. Por tanto andemos en justicia. Aprendamos de él.
Juan 8, 12 “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
Para los cristianos,” la verdad”: es seguir a Cristo en su ejemplo. Él dijo que tu si sea si, que tu no sea no, todo lo demás viene del diablo. En oscuridad se roba, se fornica, en las tinieblas se es avaro. El pecado se comete en secreto, en cambio la verdad, la justicia y la bondad no se esconden.
Vivir bajo su luz implica hacer cambios en nuestra realidad.
“No participes en las obras infructuosas de las tinieblas”
Mateo 5:14-16 “Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los Cielos”
Dios nos ha puesto como luz para este mundo, pero, si participamos en obras que no llevan fruto todo se hace inútil. Nuestro deber es poner a la luz las obras malas, exponiéndolas. Nuestras vidas deben reprender al mundo, porque nuestras vidas arrojan luz y reprenden al pecado. Nuestra presencia en este mundo debe ser luz, mostrar lo vergonzoso que ellos hacen. Incluso hablamos de manera general del pecado, porque definir lo que hacen seria indigno para un hijo de Dios.
“La luz manifiesta todo”
Tanto para el inconverso, como para el creyente, la luz permite ver toda oscuridad.
¿Cómo se si era avaro, o soy avaro?
El hombre natural ve en el espejo a un hombre podrido, “sepulcro es su garganta, veneno de áspid.” Esta triste condición del hombre es definida por el apóstol Pablo en Romanos.
Romanos 3:12-13 “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
Todo hombre sin la luz de Dios, tanto incrédulos como creyentes, que no ponen sus vidas en la luz de Dios, al mirarse en un espejo, quieren imaginar verse justos y guapos.
El mundo y el hombre de pecado odian esta luz, por eso mataron la luz.
Juan 3:19 “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.”
¿Tengo amigos del mundo que ofenden gratuitamente a Dios? ¿Tengo yo amistad con este mundo, siendo cristiano? Solo si mi lámpara está debajo de la mesa escondida.
El hijo del diablo anda en tinieblas y ama las tinieblas, ama su pecado y no quiere cambiar. El hijo de luz quiere vivir en la luz, ve su pecado, pero en vez de apagar la luz pide más luz, pide que Cristo alumbre toda su vida para que la cambie y la transforme.
Ahora la pregunta es, no si fuiste avaro, o fornicario. La pregunta es si ¿hoy te encuentras en tinieblas, estas siendo avaro, idolatra mal agradecido con Dios, autocomplaciente con tu humanidad caída, con tus deleites y placeres? ¿Te gusta estar ahí, en tinieblas porque amas tu pecado, o eras un avaro, fornicario?
Si batallas con la avaricia, fornicación o cualquier inmundicia, debes batallar en la cruz. Dile al Señor, Ya no quiero ser como era, deja que tu luz alumbre todo rincón oscuro de mi vida para poder imitarte como mi Padre.
Si estas insensible, si estas inseguro, recuerda que podemos ponernos bajo la luz de Dios.
Salmos 36:9 “Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.”
Aquí se encuentra la luz que el hombre cree tener; su espejo, versus la luz que es Dios, que descubre y disipa todas tiniebla. ¿Cuál escogeremos?
La luz lo manifiesta todo, por eso dice el apóstol.
Efesios 5:14 “ Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.”
Parece un llamado a los inconversos. Un ruego que dice: ¡Cree que Cristo se entregó para que puedas ser salvo!...Pero, le hablaba a los vivos, la exhortación es para nosotros. El apóstol Pablo te grita, te exhorta.
“Si te permites habiendo sido salvo estar en tinieblas; estas dormido entre cadáveres, entre tinieblas. Levántate y corre ante la luz de Cristo, no sea que cuando la ira de Dios descienda sobre los impíos tú también te des cuenta que no eras lo que profesaste ser.”
Cuando el sol se levanta todo se pone de manifiesto. El que anda en las tinieblas, es del padre de las tinieblas, que vivamos a la luz de Cristo, y pidamos más luz para cambiar.
Malaquías 4:1-3 “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Nuestro amoroso Dios nos invita a ser imitadores de él. No hay más maravilloso incentivo que este para querer imitarle.
¿Cómo llega el hijo a imitar al padre?
Todos los días se fija en él, lo estudia, lo imita y lo sigue.
Amados hermanos, admiremos el carácter, el amor de nuestro Dios. Llenemos nuestras mentes de la revelación de su verdad. Entonces el Espíritu Santo nos llevará primeramente a imitar el amor de Dios, a andar en luz y en sabiduría.
¡Imitemos a nuestro Padre,temamos su nombre, pues pronto nacerá el sol de justicia trayendo salvación!
PRÓXIMO ESTUDIO: veremos la tercera forma que nos enseña el apóstol para imitar a nuestro Padre. “Andando sabiamente”.
Finalizaremos también el capítulo 5 en donde se nos enseña a someternos los unos a los otros.
Si no aprendemos esto, todo lo que antecede será inútil. Estamos llamados a imitar a nuestro Dos primeramente en amor Solo así podremos tener comunión con él y los unos con los otros.
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