VIVIENDO ENTRE DOS PENSAMIENTOS

 

 


 ¿Hasta cuándo claudicaréis entre dos pensamientos? Si Jehová es  Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. 1 Reyes 18:21

Que nos hace bien en la vida ser confrontados con la verdad, llevar una vida ambigua, indefinida, arrastrada por cualquier corriente de pensamiento, muchas veces equivocados, egoístas, elaborados por mentes engañosas, no nos permiten encontrar nuestra verdadera identidad y la razón de vida diseñada por Dios nuestro creador. Sólo nos lleva a experimentar las consecuencias de nuestro extravío, sin ni siquiera comprender muchas veces por que nos ocurren las cosas. Nos llevará a sufrir la frustración de no haber vivido intensamente nuestra verdadera vocación, aun siendo exitosos en otros aspectos de la vida.

Esa era la condición moral y espiritual de Israel en tiempos del Rey Acab, un ejemplo claro de como los dirigentes políticos y religiosos, que no solo por el hecho de estar en esa posición, tienen  la razón y la sabiduría para decidir lo que es correcto en favor y beneficio de su nación. Tan similar a nuestros días.

Acab, fue uno de los reyes más corruptos de Israel, y gobernó sin el temor de Dios y sin respeto a los principios morales fundamentales que garantizan el bienestar de una sociedad. Se casó con una princesa Sidonia llamada Jezabel, quien le impuso el culto a Baal, un dios pagano representado por la figura de un toro, a quien se le atribuía la fertilidad y la lluvia sobre la tierra, que garantizaba un año productivo y de bienestar económico sobre la nación.

Acab, edificó un templo en Israel para este dios, y le estableció un sacerdocio financiado por la monarquía con el propósito de garantizar prosperidad y bienestar económico, por esta causa, dio muerte a los sacerdotes que Dios había establecido para guiar moral y espiritualmente a su pueblo.
Acab, no reconoció que sobre él gobernaba uno mayor.


Al igual que en este tiempo, los hombres en su ignorancia, por la necesidad y el deseo sincero de alcanzar bienestar y prosperidad económica para sus pueblos y para sus familias, son capaces de recurrir a cualquier cosa, sin importar que sus decisiones trasgredan los principios fundamentales establecidos por Dios para una sociedad humana, que sin duda, traerán como consecuencia no el bien, sino el mal sobre sus vidas.

Cuanto bien cosechan naciones europeas hasta el día de hoy, especialmente aquellas de los países bajos, gracias a aquellos hombres y mujeres que lucharon sacrificando aun sus propias vidas para establecer el cristianismo y sus valores en sus sociedades en tiempos de la reforma, frente a una religión corrupta y egoísta que persiguió y asesinó a quienes buscaban vivir y disfrutar los beneficios del reino de Dios. Beneficios que han traspasado sus generaciones.

Pero si hoy no hay hombres y mujeres que mantengan esos valores, esas sociedades también sucumbirán frente al pecado, que como una corriente disfrazada de modernidad y tolerancia, arrastrará aún esas naciones a su perdición.

¿Usted piensa que quién quebrante las leyes físicas establecidas por Dios, como la ley de gravedad, quedará inmune en una caída?

¿Usted cree que quién no respete las leyes naturales establecidas por Dios para el buen funcionamiento de nuestro organismo, no será afectado en su salud?

¿Por qué pensar que no seremos afectados, por transgredir las leyes espirituales y morales establecidas por Dios para el hombre, la familia y las naciones?

Si está escrito que: “TODO lo que el hombre sembrare, eso también segará, y Dios no puede ser burlado”

Esta nación, Israel, por causa de sus gobernantes y la complicidad de sus habitantes, al permitir y participar de la adoración a Baal a quién le atribuían el bienestar económico y social, sin duda traería sobre ellos  las consecuencias de su pecado.
Aunque Israel no sería en esa generación destruida, pero sí estarían bajo la disciplina de Dios para hacerlos entrar en razón, gracias a los siete mil israelitas, que a pesar de la tremenda crisis espiritual y social, ellos nunca doblaron sus rodillas ante Baal, ni le honraron como su benefactor, por el contrario, humillaron su corazón de día y de noche delante del verdadero Dios de Israel,  y clamaban solicitando su perdón, e intervención en favor de su pueblo y fueran restaurados bajo el gobierno de Dios.

CUANTO NECESITA ESTA TIERRA, a aquellos que no se conforman a los males de este siglo, a aquellos que no desmayan, ni dan tregua, a pesar que no se vislumbre ningún cambio moral, sino que claman delante de Dios de día y de noche, con la esperanza que se encienda la salvación y no aumente el mal sobre sus naciones.
¡Venga Señor tu reino, y hágase tu voluntad como en el cielo sobre esta tierra!

HAY BUENAS NOTICIAS para ellos, Dios oye la oración.

En respuesta a ese clamor, Dios levantaría a Elías como profeta sobre la nación para traer su Palabra, que confrontaría el corazón de rey y el de su pueblo.

Así irrumpe el profeta Elías con la Palabra de Dios: ¡Vive Jehová Dios de Israel en cuya presencia estoy, que NO HABRÁ lluvia ni rocío en estos años, sino por mi Palabra!

Debemos orar para que su voluntad se hecha sobre esta tierra, y no que solo haya prosperidad y tranquilidad económica sobre nuestras naciones.

Fueron tres años y medio, en que NO HUBO lluvia sobre la tierra, el hambre conmovió el corazón de la nación pero no hubo arrepentimiento, por el contrario, culparon a Elías de ser el causante de este mal, y procuraban por decisión del rey encontrarle para darle muerte.

Cumplido el tiempo de sequía, Dios llevará al profeta delante del rey, y lo confrontará con su pecado:

“No soy yo el causante de este mal, oh rey, sino tú y tu gente, por dejar LOS MANDAMIENTOS del Señor y rendir culto a las diferentes representaciones de Baal”

“Manda ahora y reúne al pueblo alrededor del Monte Carmelo, con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Asera (esposa de Baal) a quien tu esposa Jezabel mantiene con los recursos de la nación, porque Dios confirmará quien es el verdadero Dios”

Así fue como el profeta Elías confrontó a la nación, y a los profetas de Baal, a quien le atribuían la lluvia y la fertilidad, el bienestar sobre la nación, para que reconocieran quién era su VERDADERA FUENTE DE BIEN, Y ADORARAN A QUIEN VERDADERAMENTE MERECE TODO EL RECONOCIMIENTO.
Invoquen a Baal, pídanle que haga descender fuego del cielo sobre el sacrificio y haga llover sobre la tierra, y demuestren quien es el verdadero Dios a quien deben servir y adorar.
Los profetas de Baal y Asera fueron avergonzados públicamente, fueron descubiertos en su engaño y humillados, y entonces Elías dirigió estas palabras a todo el pueblo:



¿Hasta cuándo claudicaréis entre dos pensamientos? Si el Señor es el verdadero Dios, síganlo, y si Baal es vuestro dios, vayan en pos de él”

El pueblo se volvió a Jehová su Dios, se humillaron, y quitaron a estos falsos profetas, y decidieron desde ese día seguir al Señor su verdadero Dios, y guardar sus mandamientos.
Como consecuencia la lluvia y la bendición de Dios fueron restauradas sobre la tierra.

¿Quién es la fuente de tu bienestar? ¿A quien reconoces como el dador de todo bien?

No te engañes por luces pasajeras que no permanecerán.

Si deseamos ver cambios morales y espirituales sobre nuestros pueblos, Dios necesita "votos comprometidos" con su reino. Dios necesita de esas “Siete mil rodillas que no se conforman a este siglo, sino que claman y buscan su voluntad”

Si deseas ver cambios reales sobre tu hogar, debes buscar SU REINO Y SU JUSTICIA,

Y en respuesta a ESE CLAMOR, Dios levantará su Palabra y restaurará la gloria de su Nombre sobre esta tierra.

En respuesta a ESE CLAMOR, Dios levantará verdaderos profetas, con el Espíritu y el poder de Elías, que no buscarán su propio provecho y bienestar, sino anhelarán ver el Reino de Dios establecido, la Iglesia del Señor edificada, y preparada, Santa, Pura, sin manchas ni arrugas, para recibir al Señor.

Dios necesita hombres y mujeres "definidos", que no claudiquen entre dos pensamientos, porque no se puede servir a dos señores.

TODA buena dádiva y TODO don perfecto descienden sólo del Señor, no hay otro nombre dado a los hombres, su Reino, su Palabra y la persona de Jesucristo el Rey, son absolutos.

Solo a Él debemos atribuir TODA gloria y honor, porque solo Él puede edificar, y bendecir las familias, y solo Él puede edificar y bendecir las naciones de la tierra.

Debemos con humildad descender de los púlpitos, los llamados "apóstoles", "profetas", "pastores", "evangelistas" y "maestros", para dar lugar al verdadero Apóstol, Pastor y Obispo de nuestras almas, para que nos edifique como SU IGLESIA GLORIOSA sobre esta tierra.

A nosotros nos corresponde BUSCAR SU REINO, SU GOBIERNO, para que SU VOLUNTAD sea hecha sobre esta tierra.

Somos solo colaboradores de SU MINISTERIO, y en comunión con SU ESPÍRITU debemos clamar: ¡Ven Señor Jesús!¡Venga tu reino Señor!

Es el clamor que debe ser oído. ¡Señor! ¡Señor! Necesitamos tu gobierno sobre esta tierra.

¿Hasta cuándo claudicarémos entre dos pensamientos?


 

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