Aprendamos del Salmo 3

Como creyentes muchas veces nos sentimos abatidos por la vida, por las circunstancias adversas y por aquello que no entendemos o no podemos manejar. Cuantas veces todos nos encontramos en situaciones desesperantes, cuando nos sentimos perseguidos por toda clase de mal, por enemigos, por deudas, y algunas veces, por enfermedad. Sentimos que no tenemos escapatoria, nos sentimos topados, que no hay salida. Pero en este salmo encontramos las palabras de aliento del rey David, amigo de Dios, en el momento de la crisis. Este Salmo, es un buen Salmo para meditar en aquellos momentos.

I Análisis

El Salmo lleva como título: “Salmo de David, cuando huía de su Hijo Absalón su hijo”. Estas palabras nos ayudan a comprender el contexto en el cual este Salmo fue escrito y nos dan la clave para poder interpretarlo.

En solo ocho versos David describe sus enemigos (v.1), y como ellos querían socavar su confianza en Dios (v2). Ante esta situación, David reafirma su fe en Dios (v.3), clama al Señor (v.4), y experimenta una tremenda paz interior (v.5-6). Por consiguiente, David vuelve a clamar a Dios (v.7), y afirma que, “La salvación es de Jehová” (v.8).

El Salmo consiste en cinco estrofas. Las primeras tres son de dos versos cada una; y las últimas dos, son de un verso cada una.

Estrofa 1

!!Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!

 Muchos son los que se levantan contra mí.

Muchos son los que dicen de mí:

No hay para él salvación en Dios. Selah

Estrofa 2

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;

Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.

Con mi voz clamé a Jehová,

Y él me respondió desde su monte santo. (Selah)

Estrofa 3

Yo me acosté y dormí,

Y desperté, porque Jehová me sustentaba.

No temeré a diez millares de gente,

Que pusieren sitio contra mí.

Estrofa 4

Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;

Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;

Los dientes de los perversos quebrantaste.

Estrofa 5

La salvación es de Jehová;

Sobre tu pueblo sea tu bendición. (Selah)

Las circunstancias del rey David: su hijo Absalón quiere quitarle el trono. Absalón es el tercer hijo de David; preparó un complot contra su padre para convertirse en el rey de Israel. Absalón representa a aquel familiar o persona cercana que nos decepciona o causa dolor. La batalla que David enfrenta ahora, es la más grande de su vida.

En el libro de 2 Samuel podemos ver el triste registro del drama del Rey David, cuando recibe las noticias de la rebelión de su hijo Absalón.

2 Samuel 15:13-14 “Y un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón. Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada.

David enfrentó a Goliat, vivió la persecución del rey Saúl, enfrentó en muchas ocasiones a los ejércitos filisteos, a muchos enemigos, pero nunca planeó pelear contra su propio hijo, nunca esperó que su propio hijo lo traicionara. No sólo era una batalla más, era una profunda crisis personal y familiar. El hacer la voluntad de Dios, no significa ausencia de obstáculos en el proceso, lo que Dios si nos asegura es que estará con nosotros todos los días hasta el fin. El rey David vivió momentos difíciles, al final Dios lo fortaleció y ayudo.

2 Samuel 15:30-31 “Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron con Absalón. Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jehová, el consejo de Ahitofel”,.

La estrategia del rey David ante la batalla, fue la adoración, fue buscar a Dios. Sube a los olivos. Llamado el monte de los olivos por la abundancia de éstos allí. Requiere esfuerzo subir. El árbol de olivo simboliza fortaleza, abrigo y bendición. El monte de los olivos fue un lugar preferido por Jesús, allí enseñaba a sus discípulos (revelación), allí oraba (comunión), allí se fortaleció en oración (renovación) para ir a la cruz. Es interesante cómo subía el rey David: “llorando” indica el dolor de su corazón por la traición de su hijo, y las consecuencias de ésta batalla, “con la cabeza cubierta”, “con los pies descalzos” como los prisioneros de guerra, “Todos iban llorando mientras subían” a veces toca subir así, a veces los nuevos niveles que Dios tiene para nosotros están precedidos de un difícil ascenso.

El Rey David se entrega a la adoración. David llegó a la cumbre del monte, para para adorar allí a Dios. Este es el contexto en el cual el escribe este magnífico Salmo.

Salmo  3:1  “¡Oh Jehová,  cuánto se han multiplicado mis adversarios!  Muchos son los que se levantan contra mí. 2 Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios”.  Selah

La única solución de David es exponerle a su Señor cual es su situación, cuando sus adversarios se han multiplicado. Le expone a Dios que sus adversarios no creen que  Jehová es grande y poderoso, que no creen que en Él haya salvación. Esta es una bella forma de decirle a Dios, mira todos creen que en Ti no hay salvación. Se lo dice porque él si confía que en su Señor si hay salvación.

Cuando nuestra situación es difícil, no nos queda más que clamar, implorar a Dios por su ayuda. David, en medio de grande tribulación, con mucha confianza en Dios como su amigo, implora el socorro divino.

El creyente activo, mientras más es abatido por el maligno, ya sea por las reprensiones de la providencia o el ataque de sus enemigos, tomará una postura más firme y se unirá más estrechamente con a Dios su Señor.

Selah: termina esta sección con esta maravillosa palabra Hebrea que significa una pausa o suspensión necesaria para reflexionar en lo que antecede y estar preparado para prestar atención a lo que sigue. Esta pausa es necesaria para nuestras vidas apuradas.

Selah nos recuerda que es importante reflexionar en lo que estamos leyendo. Por esta gran razón no debemos leer en forma apresurada. El Rey David le invita a seguir reflexionando en lo que ahora el expresa.

Salmos  3:3  “Mas tú,  Jehová,  eres escudo alrededor de mí; Mi gloria,  y el que levanta mi cabeza”.

Esta es la parte más interesante de esta porción de la Palabra, David está confesando y afirmando que Dios es su escudo, su gloria y el que levanta su cabeza. Si lo trajéramos a nuestro contexto, esta es la mera verdad, Dios es nuestro escudo y nuestra gloria y el que levanta nuestra cabeza. No hay nadie más que pueda hacer esto por nosotros sus hijos.

Si el pueblo de Dios levanta su cabeza con gozo en el peor de los momentos, sabiendo que todo les ayudará a bien, reconocerán a Dios como Quien les da motivo y corazón para regocijarse. Nos enseña que tenemos que clamar por Su ayuda.

Salmos  3:4  “Con mi voz clamé a Jehová,  Y él me respondió desde su monte santo”.  Selah

Si, que bella seguridad la que nos da David, que si clamamos a Dios él nos responderá desde su monte alto, desde las alturas, desde su morada eterna.

David siempre halló que Dios estaba dispuesto a responder sus oraciones. Nada puede poner una separación entre las comunicaciones entre Dios y nosotros, y la obra de su gracia actuando en nuestras vidas; entre su favor y nuestra fe. David siempre había estado a salvo bajo la protección divina.

Salmos  3:5-6 “Yo me acosté y dormí, Y desperté,  porque Jehová me sustentaba.  No temeré a diez millares de gente,  Que pusieren sitio contra mí”.

Cuando tenemos a Dios de nuestro lado no debemos de temer de nadie, ni de nada. Nos la confianza de poder dormir y descansar sabiendo que es Jehová quien nos sustenta.

Muchos se acuestan y no pueden dormir por dolor del cuerpo, por angustia mental o por la alarma continua del terror nocturno. Pero aquí más bien parece que se refiere a la calma del espíritu de David en medio del peligro. El Señor lo puso en paz por su gracia y por las consolaciones de su Espíritu. Gran misericordia es que nuestra mente persevere en Dios cuando estamos con problemas.

Salmos 3:7  “Levántate,  Jehová;  sálvame,  Dios mío; Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; Los dientes de los perversos quebrantaste”.

David estaba seguro de que Dios peleaba sus batallas, lo mismo tenemos que hacer nosotros, pero para eso hay un requisito muy especial que debemos de cumplir primero, y hacerlo a Él el Señor de nuestras vidas.

Salmos 3:8  “La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición”.  Selah

Este es un Tributo de alabanza a un Dios libertador, cuyo favor es beneficio eficiente.

Dios es un Dios de salvación, en su Palabra, lo único que nos pide es que lo hagamos nuestro Padre y amigo como lo hizo David en su tiempo. Hoy tenemos la facilidad de hacerlo nuestro Señor y Salvador personal, por su gracia.

SELAH

(ATENDAMOS,RESPONDAMOS BIEN A LO DICHO ANTERIORMENTE)

AMÉN


 

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