SALMO 8
La gloria de Dios y la honra del hombre
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.
!!Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos; De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
!!Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Cuando uno ama a una persona, no se cansa de hablar de esa persona. Es un deleite tener como tema de conversación la personalidad del ser amado. Algo parecido debe haber experimentado el autor del Salmo 8 al hablar de la persona de Dios. El tema de este salmo es la magnificencia de Dios. Al hablar de magnificencia debemos pensar en gloria, grandeza, excelencia. Esto y más es Dios.
El Salmo contiene instrucciones para el músico principal y la identidad del autor del Salmo. Dice así: "Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David."
No se sabe a ciencia cierta el significado de la palabra Gitit. La mayoría de los intérpretes tienden a interpretar en el sentido de que se refiere a un instrumento musical, parecido a una guitarra, originario de Gat en Filistea. Seguramente este salmo debía cantarse con el acompañamiento de este instrumento. El autor del Salmo es David, el dulce cantor de Israel.
Este Salmo es un himno de alabanza, se lo identifica más específicamente con un cántico de la creación, ya que se concentra en la tierra y los cielos. Demuestran que Dios y Su gloria, llena la creación. Este lenguaje distingue a Dios de su creación (Él es trascendente), pero también muestra que está presente (Él es inmanente) en ella. Yendo al contenido mismo del salmo, lo que primero notamos es que la magnificencia de Dios es alabada.
Salmo 8: 1 dice: "¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos;"
Aquí tenemos a David alabando la magnificencia de Dios. Notamos que David utiliza dos formas de referirse al Señor nuestro Dios. La primera es Jehová, el nombre con el cual Dios se da a conocer a su pueblo, como el Dios del pacto, el Dios de la promesa. El otro es su título de honor, en Hebreo, Adonai, que significa el Amo, el Soberano. El uso de estas dos palabras no es por casualidad. Lo que David está comunicando es que el Dios que promete cumplir con su pacto, es el Dios soberano que tiene todo el poder a su disposición para cumplir con todo lo que ha prometido. Esto es lo que está encerrado detrás de esas hermosas palabras ¡Oh Jehová, Señor nuestro! Por este motivo, el nombre de Dios es glorioso en toda la tierra. Esto significa que a causa de su magnificencia, el nombre de Dios brilla con luz propia en toda la tierra, una luz que no se compara con nada que pueda existir sobre la tierra. La gloria del nombre de Dios es tal que se encumbra o es más alta que los mismos cielos. Es una forma hermosa de decir que la gloria de Dios está mucho más allá de cualquier lugar al cual llegue nuestra imaginación. El Dios de David es el mismo Dios nuestro, su gloria, su grandeza, su excelencia, en definitiva su magnificencia no ha cambiado un ápice.
Para algunos, Dios no existe o si existe no se lo puede entender, es un Dios divorciado de su creación. Por eso el Salmo 8 nos habla de la magnificencia de Dios atacada.
Dios es soberano sobre su creación. Refleja su gloria porque es su obra. Está perfectamente bajo su control. Ninguna "gran explosión" teoría podría producir tan magnífica pieza de relojería como es nuestro universo. Todos los universos y galaxias que los científicos han descubierto acentúan grandemente la gloria de Dios. Un número creciente de científicos están prefiriendo optar por el "diseño" inteligente de los sistemas biológicos. Hay un gran diseñador principal detrás del inmenso universo. El diseño inteligente se está convirtiendo cada vez más evidente para el científico experto.
La gloria de Dios es magnificada en su creación. El salmista ve la exaltada posición del hombre como el centro del universo entero. La maravilla de maravillas es el hecho que Dios puede tomar en una mano a la Vía Láctea y además tomar interés infinito en mí.
El Salmista nos dice en el verso dos que los caminos de Dios no son nuestros caminos. El hombre moderno le da importancia a la belleza, al intelecto, a la abundancia, la herencia de la familia y la posición. En contraste, Dios acentúa lo débil y absurdo en los ojos del mundo. En la humildad y la inocencia de un niño, él ha establecido la fuerza.
Salmo 8:2 dice: "De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo."
Dios ha elegido revelarse a sí mismo de una manera tan maravillosa que los niños lo entienden.
En su dureza de corazón, los enemigos de Dios, los vengativos, levantan su puño en contra de Dios. ¿Sabe cómo Dios tapa la boca de este tipo de gente? Llamando a un coro de niños o de bebés. Es como si Dios en su trono dijera: Cuán necios son los hombres que me atacan, para hacerles callar no me hace falta sino un coro de niños que me alaben. La sinceridad de la alabanza de estos niños, de los que maman, llega a ser una fortaleza que hace callar a los enemigos de Dios. El ser humano más débil que cuenta con el apoyo de Dios es infinitamente superior al ser humano más fuerte que está desprovisto del apoyo de Dios. Dios usa lo necio del mundo para avergonzar a los sabios. Lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte. Es totalmente absurdo atacar la magnificencia de Dios. ¡Para qué unirse al grupo de los que serán tapados la boca por un coro de niños!.
Después de mostrarnos que la magnificencia de Dios es atacada por algunos, David prosigue mostrándonos que la magnificencia de Dios es admirada.
Salmo 8:3-8 dice: "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar."
La inmensidad de la creación contrasta con la pequeñez y la insignificancia del hombre. Esto se refleja en la pregunta ¿Cómo es posible, Dios, que tengas memoria de los hombres y los visites?. Esto es desconcertante a la luz de la diferencia entre la inmensidad del cosmos y la relativa debilidad de los seres humanos.
¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria?
Los seres humanos son insignificantes dentro del gran cuadro de la creación, pero la realidad de su existencia se encuentra en el propósito de Dios al crear a la humanidad. Debido al propósito divino con que fueron creados, los seres humanos están, funcionalmente, más cerca de Dios y de los ángeles que de los animales. Se nos ha hecho señorear sobre la creación, lo que expresa la función de dominio.
Toda la creación fue puesta bajo el dominio de Adán y su compañera. Adán era el amo y señor de las ovejas, los bueyes, las bestias del campo, las aves de los cielos, los peces del mar y todo ser viviente que existen en las profundidades del mar. Lamentablemente este estado de cosas no duró mucho tiempo, porque la Biblia relata que con la caída del hombre en pecado, el hombre dejó de ser el amo y señor de lo creado. De amo se convirtió en esclavo de lo creado. Hoy en día el hombre vive en constante amenaza de la naturaleza. Un terremoto mata a miles, un ciclón otro tanto. Un tornado igual, una plaga de roedores causa estragos. Son evidencias de que el hombre ha dejado de ser amo y señor de lo creado. Pero esta situación tampoco prevalecerá para siempre, porque Cristo Jesús, como el segundo Adán es el Amo y Señor de todo lo creado.
Ahora, por medio de la salvación, el hombre alcanza su completa realización en Cristo únicamente. Entonces la humanidad redimida alcanza su elevación por medio de un rango mayor en el nuevo nacimiento con el más alto rango en la creación. Somos elevados a la mayor altura sublime posible con el objeto de estar lo más cerca de la trinidad. La salvación es una restauración de lo que Dios hace por la caída del hombre. Cuando vemos a Jesús notamos cuan bajo hemos caído y lo que Dios pretende que seamos como hombres. Ahora que hemos sido redimidos, Dios ve a Cristo en nosotros. Él es el patrón perfecto de la humanidad normal.
La verdadera grandeza del hombre solo puede ser manifestada a través del Espíritu Santo quien lo hace nacer de nuevo y lo hace crecer sobre todas las cosas por medio de Cristo quien es la cabeza de todo.
“Todo lo pusiste debajo de sus pies”
El Salmista, en esta expresión profética, apunta a la entonación de Cristo, “cuando todos sus enemigos sean puesto como estrado de sus pies”. La más completa realización de la dignidad y excelencia del hombre encuentra su cumplimiento únicamente en la persona de Jesucristo.
“Señor de toda la Creación”
Este dominio completo se describe en este Salmo. Todo está bajo el soberano dominio de Cristo. El dominio de Cristo no está limitado al reino animal. Cristo es la cabeza de su iglesia.
El Apóstol Pablo escribe a los 1Corintios 15:25-28, citando el Salmo 8:6. “Todo lo pusiste debajo de sus pies”
1 corintios 15.25-28 “Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.”
Dios el Padre constituyó a Cristo como heredero de todo, lo instaló a su diestra. Él está trabajando para entregarle su herencia. Desde su resurrección y por decreto del padre, Cristo ya es el heredero de todo. Estamos hablando de la exaltación de Cristo, por quien fueron hechas todas las cosas y todas las cosas en él subsisten.
El libro de Hebreos capítulo 3 dice “considerar”. ¿A quién debemos considerar?. A Cristo, pero, no como un vistazo descuidado, sino mirar, contemplar, atentamente, a una persona tan capaz, tan poderosa que en un día puede crear millares de estrellas, billones de galaxias. Considerar a aquel que es el resplandor de la Gloria de Dios.
¿Por qué existe todo?, ¿Por qué existes tú?. Porque somos la herencia del hijo, somos el regalo del Padre al hijo.
“Cristo es el sustentador de todas las cosas”
Todo el universo está siendo sostenido por la palabra de Cristo. Si él no sustentara este universo, dejaría de existir en un instante. La ley de la gravedad refleja el orden de Dios y él no busca romper sus leyes. El ateo no percibe lo que Dios hace.
Los cristianos debemos caminar constantemente contemplando a Cristo y su obra. Si no vemos la palabra, la obra de Cristo en todo, no comportamos como incrédulos. Con los ojos de fe, debemos ver esta verdad. Cristo sustenta todas las cosas con la palabra de su poder.
Por último, encontramos la magnificencia de Dios aclamada. David comenzó este salmo alabando la magnificencia de Dios y termina este salmo aclamando la magnificencia de Dios.
Salmo 8:9 dice: "Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!"
Al mirar todo lo que Dios es y todo lo que Dios ha hecho, no podemos sino exclamar un sonoro ¡Amén!. Podemos vivir vidas que admiren, respeten y reverencien, al único ser que se lo merece tan solo por su dignidad incalculable.
Ante tanta hermosura y majestad, un corazón enamorado busca como poder vivir en dignidad y verdadera reverencia ante su amor más elevado. Si este es su caso, deseo compartirle inspirados en este Salmo, lo que significa vivir CORAM DEO.
VIVIENDO CORAM DEO
El término Coram Deo es parte de la fraseología latina que surgió durante la Reforma Protestante, los reformadores esbozaron varios términos y frases en latín tales como Post Tenebras Lux (después de la oscuridad, luz), Sola Scriptura (solo la Escritura), Sola Gratia (solo por gracia), Sola Fide (solo por fe), solus Christus (solo Cristo), Soli Deo Gloria (solo a Dios la gloria), Simul Iustus Et Peccator (pecador y justo al mismo tiempo), Ecclesia Semper Reformanda Est (la Iglesia siempre reformándose), Ordus Salutis (el orden de la salvación) entre otras. Coram Deo son palabras que forman parte de ese conjunto de frases hermosas.
CORAM deriva del latín cora (“pupila del ojo”) y significa “en persona”, “cara a cara”, “en presencia de uno”, “ante los propios ojos”, “en presencia de”, “delante de”.
DEO, en latín, es Dios. Coram Deo literalmente se refiere a algo que se lleva en la presencia de, o ante la presencia de Dios, es estar de cara o ante la faz de Dios[i] .
CORAM DEO es cuando la razón y el corazón están conscientes de la existencia y presencia de Dios en donde quiera que estemos y en lo que sea que hagamos.
El conocer este bello concepto, nos podría ayudar a responder una pregunta muy importante, como esta. ¿Cuál es la gran idea de la vida cristiana?. Esta pregunta nos hace indagar en cuál es el objetivo principal y final de la vida cristiana.
La gran idea de la vida cristiana es CORAM DEO. “Coram Deo captura la esencia de la vida cristiana”.
Esta frase literalmente se refiere a algo que sucede en la presencia o delante del rostro de Dios. Vivir coram Deo es vivir toda la vida en la presencia de Dios, bajo la autoridad de Dios, para la gloria de Dios.
Vivir en la presencia de Dios es entender que lo que sea que hagamos y donde sea que lo hagamos, estamos haciéndolo bajo la mirada de Dios. Dios es omnipresente. No existe lugar tan remoto que podamos escapar de Su mirada penetrante.
Ser consciente de la presencia de Dios es también ser muy consciente de Su soberanía. La experiencia universal de los santos es reconocer que si Dios es Dios, entonces es realmente soberano. Cuando Saulo (apóstol Pablo) fue confrontado por la refulgente gloria del Cristo resucitado en el camino a Damasco, su pregunta inmediata fue: “¿Quién eres, Señor?”. No estaba seguro de quién le hablaba, pero sabía que quienquiera que fuera, era ciertamente soberano sobre él.
Vivir bajo la soberanía divina envuelve más que una sumisión a medias, a la soberanía absoluta y menos que sea motivada por el miedo al castigo. Vivir bajo la soberanía divina, Implica el reconocer que no hay una meta más alta que dar honor a Dios. Nuestras vidas deben ser sacrificios vivos, oblaciones ofrecidas con un espíritu de adoración y gratitud.
Vivir toda la vida coram Deo es vivir una vida de integridad. Es una vida de plenitud que encuentra su unidad y coherencia en la majestad de Dios. Una vida fragmentada es una vida de desintegración. Está marcada por la inconsistencia, la desarmonía, la confusión, el conflicto, la contradicción y el caos.
El cristiano que comparte su vida en dos secciones, la religiosa (en el sentido correcto) y la no religiosa, no ha entendido la gran idea. La gran idea es que, o toda la vida es religiosa, o nada de ella lo es. Dividir la vida entre lo religioso y lo no religioso es, en sí mismo, un sacrilegio.
Esto significa que si una persona cumple su vocación como profesor, abogado, empresario, albañil o ama de casa coram Deo, entonces esa persona está actuando tan religiosamente como un evangelista ganador de almas que cumple su vocación. Significa que David fue tan religioso cuando obedeció el llamado de Dios para ser pastor como lo fue cuando fue ungido con la gracia especial para ser rey. Significa que Jesús fue tan religioso cuando trabajó en la carpintería de Su padre como lo fue en el huerto de Getsemaní.
La integridad está presente en los hombres y mujeres que viven sus vidas de manera consistentes según el patrón divino. Es un patrón que funciona de la misma forma básica tanto en la iglesia como fuera de ella. Es una vida que está abierta ante Dios. Es una vida en la que todo lo que se hace se hace como para el Señor. Es una vida vivida por principios, no por conveniencia; con humildad ante Dios, no en desafío. Es una vida vivida bajo la guía de una conciencia que está cautiva de la Palabra de Dios.
CORAM DEO… ante el rostro de Dios. Esa es la gran idea. Al lado de esta idea nuestras otras metas y ambiciones se convierten en meras pequeñeces e insignificancias.
QUE ESTE SALMO NOS INSPIRE Y APRENDAMOS A VIVIR CORAM DEO
[i] ((http://www.ligonier.org/blog/what-does-coram-deo-mean/. Consultado el 29 de julio del año 2021.)).
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