LA BONDAD DE DIOS





Salmo 136:1  “Alabad a Jehová, porque es bueno”

La Biblia revela que la bondad es parte de la naturaleza esencial de Dios.
Salmo 52:9 Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.

“Esperaré en Tu Nombre” (en el lenguaje Bíblico “nombre” significa naturaleza, carácter o esencia), porque es bueno. Cuando decimos que Dios es bueno, significa que es lo que está en la naturaleza y carácter de Dios lo que hace que Él sea amable y benevolente. La bondad de Dios significa que Él es básicamente tierno y solidario hacia Su creación.  Su actitud básica hacia Sus criaturas es una de amistad.  Por Su misma naturaleza está inclinado a otorgar bendición y felicidad.  Por Su naturaleza inherente se complace en la felicidad de Su pueblo. Él es bueno y hace el bien

Salmo 119:68 Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos.

Dado que el Todopoderoso es inmutable, Su bondad nunca puede cambiar en la menor manera.  El nunca será mejor de lo que ya es ahora, ni será tampoco nunca menos bueno.  En el principio El hizo el universo y “he aquí que era bueno”.  Todo lo que El hace es aún muy bueno. Ya que Dios es Infinito, Perfecto y Eterno, Su bondad es ilimitada y nunca puede cesar.  Todo lo que haga siempre será bueno.  Tiene bondad sin fin guardada para nosotros, porque Él es el Sumo Sacerdote de las buenas cosas que vendrán.

Respecto a sus criaturas, solo Él es originalmente bueno, en sí mismo. Las criaturas pueden ser buenas solo por la participación y comunicación que viene de Dios. Él es bueno esencialmente, y no solo bueno, sino la bondad misma; la bondad de la criatura es solo una cualidad sobre añadida, mientras que en Dios es su misma esencia. La bondad en la criatura es como una gota, en Dios es como un océano infinito. Todo el bien que puede haber en una criatura le ha sido impartido por el creador.

TODO REFLEJA SU BONDAD
Salmo 119:68  “Bueno eres tú, y bienhechor”

Dios era eternamente bueno antes de que hubiera ninguna manifestación de Su gracia, y antes de que existiera ninguna criatura a la cual impartirla o con la cual ejercitarla, del mismo modo que era infinito en poder desde toda la eternidad, antes de que hubiera uso de su omnipotencia. De ahí́ que la primera manifestación de su perfección divina fuera dar el ser a todas las cosas.
La bondad de Dios se manifiesta de varias maneras.
  • ·         La creación y el hombre.

Dios tiene, en sí mismo, un tesoro infinito e inagotable de bendición que es suficiente para llenarlo todo. Todo lo que emana de Dios, la creación, sus decretos, sus leyes, su providencia, no puede ser sino bueno, como está escrito.

Génesis 1: 31 “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí́ que era bueno en gran manera”

 Así́, que, la bondad de Dios se revela, en primer lugar, en la creación. Tomemos al hombre, la suprema entre las criaturas terrestres, como ejemplo. Todo, en la Escritura de nuestros cuerpos, atestigua la bondad de su Creador.

Salmo 145:15-16  “Los ojos de todos esperan en ti, y Tú les das su comida en su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo viviente”

Hechos 14:17 “Jamás dejó de dar testimonio de sí mismo haciendo el bien, dándoos lluvias del cielo y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento y de alegría”
Toda buena cosa que cualquier criatura disfruta en el presente, o espera disfrutar en el futuro, fluye del río inacabable de la bondad de Dios. Toda buena cosa otorgada y todo regalo perfecto es de arriba, del Padre de luz como dice la epístola de Santiago.
Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”
Así como el universo es pleno de vida, también es pleno  de delicias.  Hay muy pocas cosas en la naturaleza que promueven dolor por el dolor. Por otro lado hay muchas cosas que Dios ha diseñado en Su creación expresamente para nuestro placer. ¿Por qué Dios hizo un universo lleno de delicias y disfrutes? ¿Por qué fue creado el hombre con la capacidad de experimentar placer y alegría? Por la bondad de Dios. ¿Por qué el Señor nos hizo capaces de disfrutar el sabor de una buena comida, o de sentir el aroma de  un perfume delicado? ¿Por qué hizo las flores y las plantas para complacer nuestros sentidos, decorar nuestros ambientes y suministrarnos buen alimento? ¿Por qué creó árboles que son hermosos a la vista y útiles para construir nuestras casas?  ¿Por qué nos creó Dios con la capacidad de tener relaciones significativas con otros y que enriquecen nuestras vidas? .Porque Él es bueno.
  • ·         Las Criaturas.

Sin embargo, la bondad del Creador no se limita al hombre, sino que es ejercitada para con todas las criaturas.
Salmos 36:6-7 “Tu justicia es como los montes de Dios; tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh Señor, al hombre y al animal. ¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas”
Él es benevolente y se preocupa por su creación en su gracia común, como vemos en el Salmo 147.
Salmos 147: 7-11 “Cantad a Jehová con alabanza, Cantad con arpa a nuestro Dios. Él es quien cubre de nubes los cielos, Él que prepara la lluvia para la tierra, El que hace a los montes producir hierba. El da a la bestia su mantenimiento, Y a los hijos de los cuervos que claman. No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre. Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia.”
·         El hombre sin Dios.
La bondad de Dios también se demuestra en su amor y gracia hacia los que no lo merecen. Se muestra en su sufrimiento; Él es lento para enojarse.
Éxodo 34:6 “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;”
Aun cuando una persona no haya leído nunca la Biblia, por medio de la creación podrá ver con toda claridad los dos atributos esenciales del Creador, Su poder y bondad, o deidad que es lo mismo.
Romanos 1:20 “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”
  • ·        Especialmente con Sus elegidos.

Salmos. 73:1 “¡Ciertamente bueno es Dios para con Israel, para con los limpios de corazón!”
Santiago 1:17”Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.
¿Qué significa la bondad de Dios para nosotros? Piense en todas las formas en que dudamos de la bondad de Dios. Cuando pecamos. Cuando tememos por el futuro. Cuando tememos a los hombres más que a Dios. Cuando nos preocupamos. La bondad de Dios nos invita a confiar en él porque él se preocupa por nosotros. Nos recuerda que siempre hará lo mejor. Él es un Dios bueno.
La caída de la humanidad nos hizo temerosos de aproximarnos a Dios, no obstante el creer en el Dios del cielo, no ha enseñado que él  está pronto a ser nuestro ayudador. La grandeza y santidad de Dios debe provocarnos respeto por El, pero al mismo tiempo Su bondad nos alienta a no estar atemorizados de Él.
Lo que nos hace bien es reconocer que Dios es bueno y que nosotros no lo somos: La mayoría de la gente piensa que es muy buena, especialmente cuando se compara con el resto.  Pero comparados con la bondad infinita que es Dios, el mejor hombre no es en absoluto tal.  Hay una distancia infinita entre la bondad de Dios y la humanidad caída.  El Señor ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si hay uno que entienda, que busque a Dios.   Todos se han desviado; se han corrompido; no hay uno solo que haga el bien, ni uno solo  
Salmo 14:2-3 “Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido. No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”

Jesús  reafirmó esto cuando dijo: nadie es bueno sino sólo Dios.
Lucas 18:19 “Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.”
 Dios es absolutamente bueno. El hombre es sólo relativamente bueno en la medida en que nos conformamos a la bondad de Dios.  Somos malos en la medida en que nos desviamos de la bondad de Dios.  Si no admitimos que sólo Él es verdaderamente bueno, y que nosotros no lo somos, nunca nos acercaremos a El de la manera en que deberíamos.  Si insistimos en afirmar que somos buenos, nunca experimentaremos la totalidad de Su bondad salvadora.
A veces cuestionamos la bondad de Dios cuando ocurren cosas malas, o experimentamos una frustración.  De igual manera el hombre se pregunta si el Señor es bueno si permite que exista el mal en el mundo. Pero consideren esto: el pecado y la maldad son malos en sí mismos.  La amputación de un brazo o una pierna es malo en sí mismo, pero si es necesario hacerlo para salvar una vida, es bueno. El dolor es algo malo en sí mismo.  Pero si nos advierte a no poner nuestras manos en el fuego, sirve para un buen propósito. De manera similar, ¡Dios es tan Poderoso y tan bueno que tiene la capacidad de usar el pecado y el mal para traer un bien mayor!. Lo que sea que otros nos hagan, aún si lo hicieron por maldad, Dios lo puede convertir en algo bueno.
Génesis 50:20 “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”
 El hace que todas las cosas lleven a bien a aquellos que aman a Dios, a aquellos que han sido llamados de acuerdo a Sus propósitos. 
 Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Si el mal puede ser usado para traer un bien mayor, entonces es consistente con la bondad de Dios permitir la existencia del pecado y la maldad por un tiempo. Eventualmente los malos se inclinarán delante de los buenos. 
 Proverbios 14:19 “Los malos se inclinarán delante de los buenos, Y los impíos a las puertas del justo”.

Entonces todo pecado y toda maldad serán completamente eliminados de los nuevos cielos y la nueva tierra. Un universo de pura bondad es el objetivo final en los planes de Dios.
Hasta que alcancemos nuestro destino final, Dios nos disciplinará de manera que no perdamos esa eternidad de alegría.  Fue después de ser afligido que el rey David pudo decir: fue bueno para mí el ser afligido.
 Salmo 119:71 “Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.”
Sea que estemos experimentando circunstancias placenteras o difíciles, necesitamos tener la actitud de Job quien dijo: Aceptaremos el bien de Dios, y no la adversidad? 
Job 2:10b “¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.”
Cuando sufrimos debemos confiar en que nuestro Padre celestial es aún bueno y tiene nuestros mejores intereses en su corazón.
A la luz de la bondad de Dios,  Él debe convertirse en nuestro bien supremo: Mientras que es cierto que el Señor es la fuente de toda cosa buena que disfrutamos,  necesitamos buscarlo no solo por las buenas cosas que Él nos da, sino porque El mismo es el bien final. Ya que el Creador es infinitamente mejor que todo en Su creación, debemos querer renunciar a los bienes menores con el fin de obtener el bien final. 
Tiene sentido desarrollar la actitud que el rey David desplegó cuando oró: Señor, Tú eres mi Señor; no tengo otro bien que Tú.  
Salmo 16:2 “Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.”

Un hombre debe estar dispuesto a vender todo lo que tiene con el fin de comprar la perla de gran precio.  Debemos aún estar dispuestos de entregar a nuestro único hijo, como hizo Abraham, con el fin de tener al Señor como nuestro Dios. 
El Apóstol Pablo nos exhorta a poder decir de corazón, todo lo que me era ganancia, lo he contado como pérdida por causa de conocer al Señor. 
Filipenses 3:7-8 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.”

Necesitamos imitar la bondad de Dios: Como niños que crecen imitando a sus padres, debemos imitar la bondad de Dios.  
Lucas 6:35 “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.”
Al estudiar y aplicar la Palabra de Dios, podemos entrenar nuestros sentidos para discernir bien y mal.  Podemos aprender a evitar el mal, y aferrarnos a lo que es bueno. Al ser transformados por el Espíritu Santo, podemos estar equipados para toda buena obra.  Podremos hacer el bien a todos los hombres y llevar fruto en toda buena obra.
Ante tales verdades ¿podríamos dudar de la bondad de Dios? Toda ella dice  "prueben y vean que el Señor es bueno".
Salmo 34:8 “Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.”


Acerquemos nuestra vida  al Señor, cada día más, al orar y leer su palabra. Descubriremos como el Salmista, “que Dios es nuestro único bien”.
Salmo 73:28 “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.”

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