ESTUDIO ROMANOS XI

 

 

Resumen capítulo anterior: el capítulo anterior comenzamos a analizar el ultimo edificio que nos presenta el apóstol Pablo “El templo de Dios”.

El templo de Dios: la voluntad de Dios.

Responsabilidades públicas de todos los redimidos (Romanos 12:1— 15:13).      

1. El creyente y el yo (Romanos 12:1-3)

2. El creyente y el servicio (Romanos 12:4-21).

a.- Las herramientas para el servicio.                                                                            

b.- Las técnicas para el servicio.

Hoy comenzaremos a ver la relación del creyente y el estado.

El creyente y sus deberes para con los gobernantes.

Sus deberes para con el resto de los ciudadanos.

Se prosigue aquí acerca del caminar del hombre celestial en la tierra. ¿Cuál ha de ser su conducta con respecto al gobierno de este mundo?.

Debe estar sometido. Debe considerar a los poderes de gobierno que existen como designados por Dios. Debe alejarse de toda rebelión e insubordinación. 

3. El creyente y el estado (Romanos 13:1-14); lo que tiene que hacer (Romanos 13:1-10).

El gobierno es una institución ordenada por Dios para beneficio del hombre, pero puede corromperse y torcerse y abandonar su función. En estos pocos versículos el apóstol no responde a todas las preguntas, sino que expresa de manera clara que desea que los cristianos romanos sean buenos ciudadanos. Sin embargo, aquel mismo gobierno dio muerte a nuestro Señor, y mató a Pedro y a Pablo.

Este gobierno aparece nuevamente en Apocalipsis 13. Por lo tanto, el cristiano debe discernir cuidadosamente sobre posibles casos en que la obediencia al gobierno constituya desobediencia a Dios.

La relación de la Iglesia con el Estado es una permanente controversia. Israel estuvo sometido a varios imperios de este mundo, y en tiempos del Nuevo Testamentos estuvo bajo el yugo de Roma. 

La pregunta es entonces: ¿Cómo debe relacionarse el pueblo de Dios con los gobiernos impíos?

Nuestro Señor Jesucristo se refirió a este tema en forma categórica en el evangelio.

Mateo 22:21 “..Dad, pues, a Cesar lo que s de Cesar, y a Dios lo que s de Dios.”

El fondo de la cuestión es que el que recibe a Cristo por la fe adquiere la ciudadanía del Reino Celestial y, en el fondo de su corazón, no reconoce más autoridad final y absoluta que la de su Señor.

Romanos 14:8-9 “Pues si vivimos para el Señor vivimos; y si morimos para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos”.

Filipenses 2:9-11 “Por lo cual Dios también le exalto hasta lo sumo, y le dio un nombre que s sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el Padre.”

Como cristianos no debemos valernos de esta verdad para ser almas exaltadas que se sientan libres a rechazar el poder temporal de los reyes y gobernadores. Durante el primer siglo los cristianos de origen judaico estaban expuestos a caer en este error. Sabían que fueron escogidos por Dios como un pueblo que ejercería una hegemonía en el mundo, por lo tanto, el someterse a poderes gentiles era vergonzoso y una negación de su misión mundial, que solo soportaban por razones de fuerza mayor.

Los Romanos por una serie de razones políticas e históricas les otorgaron a los judíos un reconocimiento amplio de su posición religiosa, pero a pesar de esto, se contaban entre los súbditos mas difíciles, rebeldes y levantisticos del Imperio Romano.

Esto es lo que preocupaba al apóstol Pablo en el momento en que escribe esta epístola. ¿HABÌA DE PASAR ESTE ESPIRITU DE REBELDIA-PASIVA O ACTIVA-A LA IGLESIA?

Al apóstol Pablo le preocupaba sobre manera el romper con teorías y prácticas que habrían dificultado la difusión pacifica del Evangelio en el mundo de entonces y a través de los siglos.

Algunos expositores han opinado que si el apóstol Pablo hubiera escrito a los romanos algunos años más tarde, cuando ya el movimiento cristiano era considerado por Roma como una secta peligrosa y nociva; .no hubiera enfatizado tanto el deber de someterse a lo poderes públicos. Pero esta posición es tan peligrosa como errónea, ya que se pierde el punto de vista, que no se trata de tal o cual tirano abominable, sino de un principio constante que debemos tener en cuenta, y que ha sido establecido en el pacto noético. (Genesis 9:5-6). El hombre es perverso a causa de su naturaleza caída, por tanto, si un gobierno eficaz-y mas vale uno malo que ninguno-, cada grupo e individuo actuaría por su cuenta en medio del caos más espantoso.

La Iglesia no puede comprometer su prestigio espiritual en luchas políticas, creyendo que quitará el poder que considera malo, con el fin de elevar a otro. En definitiva verá  que el nuevo gobierno también adolece de todos los defectos que surgen del pecado original.

No podemos sostener que no haya diferencias entre gobiernos, y agradecemos las libertades que brindan “los buenos” pero todos llegan al poder y se mantienen en el poder por métodos muy contrarios a las normas del Sermón del Monte."Bienaventurados los mansos, los humildes, los que tienen hambre y sed de justicia"

Si se nos preguntara si como Iglesia debemos cruzarnos de brazo ante los males sociales, debemos tener claro que nuestro mandato como Iglesia es crear por medio del evangelio otro tipo de ciudadano. La historia ha dicho que en países con elevados porcentajes de verdaderos creyentes- no porque ellos hacen las leyes-sino porque crean un ambiente propicio para lo bueno. Esto es con nuestras oraciones y buen comportamiento. No perdiendo el enfoque de nuestra lucha.

Nuestro reino no es de aquí, y nuestras armas son espirituales y no carnales. Nuestro Señor dejo claro de donde era él y todo lo que rodea su campo de acción. En los evangelios vemos a un Pilatos interrogando a Jesús para que le declarara. ¿Eres tu el rey de los judíos?

Juan 18:36 “Respondió Jesús. Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos, pero mi reino no es de aquí.”

Y luego continúa diciendo en el verso 37 “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz”

¿Para qué estamos aquí entonces? ¿cómo debemos relacionarnos con nuestra sociedad?

Los cristianos debemos dar testimonio de la verdad, difundir principios de misericordia y de compasión que en muchos casos han resultado en grandes obras en la historia: como la abolición de la esclavitud, el cuidado de los enfermos, la lucha contra la trata de blancas, etc.

Como cristianos no debemos olvidar que Cristo y sus apóstoles no levantaron la bandera de reformas sociales frente al abominable sistema de esclavitud, pero a la vez, sus doctrinas terminaron con él por fin, por hacer prevalecer otro concepto de que y quien era el hombre. Sin duda, nuestro campo de acción es más alto, así como más altos son los pensamientos de nuestro hermoso Dios.

Isaías 55:8-9 “porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

El apóstol Pablo se preocupó de enseñar a los hermanos de aquel periodo de tiempo, para que no cometieran el error de seguir siendo un pueblo rebelde y hostil al sistema. Ellos debían enfocarse en su verdadera lucha, con preceptos y principios nuevos de aplicar para ello.

Los hijos de Dios no militamos en la carne enseña el apóstol.

2 corintios 10:3-5 “Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”

Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre, ni carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas, de este siglo, contra huestes de maldad en las regiones celestes.”

Todo gobierno lo hace un grupo de hombres que en su mayoría, podríamos decir todos, son seres humanos caídos y corruptos. No obstante, como antes dijimos, debido a la perversión humana y el desenfreno, es mejor un imperfecto gobierno, que el caos total.

¿Entonces cuál es nuestro enfoque divino en cuanto a nuestra relación con el estado?

Primeramente, respetamos, mientras no nos hagan traspasar la fidelidad a nuestro Dios. Segundo debemos atender los asuntos que suceden a nuestro alrededor, sabiendo que nuestra influencia debe estar en la raíz de todo lo que sucede. “No tenemos lucha conta sangre ni carne”.

Derribamos sistemas de pensamientos que el enemigo levanta en las mentes, por lo tanto, la única manera de derribarlos es por medio de nuestra oración, llevando todo pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo, y dando testimonio de la verdad.


a. El creyente y sus deberes para con los gobernantes (Romanos 13:1-7).

Romanos 13:1 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.”

De manera que el gobierno civil es una institución divina dada por Dios después del diluvio (Génesis. 9) para asegurar el orden y prevenir la anarquía.

Jueces. 17:6 “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.”

(1) El creyente debe sujetarse a las autoridades superiores, “porque no hay autoridad sino de parte de Dios”.

La Biblia enseña que el hijo de Dios no debe amar los sistemas de este mundo, ni dejarse moldear por sus modelos, pero con todo debe obedecer sus leyes. Las Escrituras nos presentan tanto la separación del mundo como la sujeción al Estado por parte del cristiano.

Tito. 3:1-2 “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.”

1 Pedro. 2:13-15 “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;”

Como vimos antes, los judíos del tiempo del Imperio Romano fueron notoriamente malos ciudadanos. Rehusaron someterse a las leyes y usaron como base bíblica Deuteronomio 17:14, 15.

Deuteronomio 17:14-15 “Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores, ciertamente pondrás por rey sobre ti al que jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti, no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano”

Sin embargo, Pablo enseñó la sujeción a las autoridades a pesar del vergonzoso y mal trato que a veces sufrió de parte de ellos (Hechos 16:22-24, 37, 38; ) Relata cuando el apóstol es azotado, echado en la cárcel. Lo que podría considerarse una derrota, fue la oportunidad para predicar al carcelero, quien luego cree junto a su familia y es bautizado en el nombre del Señor.

(2) El creyente debe saber que “quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste” (Romanos 13:2).

Romanos 13:2 “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.”

Deberíamos notar que el apóstol Pablo nos está dando aquí principios generales para guiar la vida cristiana en una sociedad gobernada por leyes justas. No habla de las acciones en particular que el cristiano ha de tomar cuando estas leyes son injustas o inmorales. Esta cuestión se responde en otro pasaje como en lo planteado en el libro de los hechos.

Hechos 5:29 “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”

Las palabras del Señor ante la tendenciosa pregunta de los Fariseos y Herodianos. ¿Es lícito dar tributo a a Cesar o no?. Cristo les hizo ver que si ellos aceptaban la paz romana, de modo que les correspondía también aceptar las obligaciones de ella.

Estableció con esto el gran principio de "dar al cesar lo que es del cesar, y a Dios lo que es de Dios".

El apóstol Pedro lo dice de esta manera "es necesario obedecer a Dios, antes que a los hombres".De modo que si a un creyente se le manda hacer algo que es contrario a su conciencia cristiana, negará la obediencia al poder civil. Con esta salvedad, se prestará a llevar  a cabo voluntariamente todo cuanto el estado le exige, no solo por la fuerza, sino también por la conciencia, ya que el mandato de Dios le señala el camino.

(3) El creyente debe pagar los impuestos correspondientes tanto locales como nacionales, y respetar y honrar a los funcionarios del estado (Romanos 13:7).

Romanos 13:7 “Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.”

El cristiano debe, incluso por causa de la conciencia, “Paga a todos lo que debe: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra”. Debemos observar que no hay aquí ningún mandato de que tengamos que tomar puesto o parte en la política del mundo, sino a someterse. La iglesia y cada individuo que pertenezca a ella, son contemplados como no de este mundo, pero, como en él, y tiene que estar sujeto a las autoridades que Dios ha ordenado en el mismo. Nuestro deber como creyentes es someternos.

Queridos hermanos.; Dios es más sabio que nosotros, confiemos solo en que en sus manos está todo gobierno de este mundo y dará cuenta ante Èl.


b. El creyente y sus deberes para con el resto de los ciudadanos (Romanos 13:8-10).

Romanos 13:8 “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.”

Este pasaje no prohíbe al cristiano comprar bienes a plazos. Entendiéndolo en su contexto nos está diciendo sencillamente que paguemos nuestras deudas. El apóstol Pablo ya había dicho que todos los creyentes debemos el evangelio a los que no lo conocen a fin de que puedan escucharlo.

Romanos. 1:14-15 “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.”

“No debáis a nadie nada.” Estas pocas palabras son de gran alcance. No sólo debemos pagar las deudas cuando vencen, sino buscar pagar todas las demandas tan pronto como venzan. Para ello, un cristiano debería siempre tratar de vivir dentro de sus ingresos y hacer sus negocios dentro de sus medios. Esto puede que exija mucha diligencia y negación del yo, pero, ¡cuánto sufrimiento se evitará! Estas palabras, por tanto, son importantes cuando se aplican a los ingresos y a los gastos. Además, toda aquella bondad que nos sea mostrada debemos tratar de devolverla con buenos intereses. “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros” Esta es una deuda que nunca queda pagada del todo, porque es amarnos unos a otros como Él nos ha amado. “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”

Romanos. 5:5 “Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

Así se cumplen los mandamientos respecto a nuestro prójimo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Esto es por el doble poder del amor de Dios, ya derramado en nuestros corazones, y por el Espíritu que ha sido dado. Dios no está poniendo al cristiano de nuevo bajo la ley, diciéndole que si la guarda, lo amará y le dará el Espíritu Santo. Tampoco está diciéndole que ore pidiéndole el Espíritu a fin de poder guardar la ley. Es lo contrario a todo esto. Tiene el amor de Dios en su corazón por el Espíritu, y este amor no obra mal alguno a su prójimo. Por ello, el amor es el cumplimiento de la ley. ¡Qué hermoso es el orden de Dios! Y el efecto nunca se pone antes de la causa.

¿Por qué debemos hacerlo? (Romanos 13:11-14).

Romanos 13:11-14 “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantamos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.

·         “Conociendo el tiempo”

Tiene que haber inteligencia a fin de que estemos “conociendo el tiempo”. Si los cristianos no conocen el tiempo, sino que suponen al contrario que el mundo está para ser convertido y mejorar, que la noche no está avanzada, que en realidad no hay noche en absoluto sino un magnífico día de desarrollo y de adelanto humano, ¿cómo podrán conocer la perfecta voluntad de Dios para andar en santa separación de un mundo que se dirige indefectiblemente a su juicio? ¿No será cosa imposible?

Debemos conocer el tiempo. ¡Es una gran verdad para este tiempo!

“Conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; … La noche está avanzada, y se acerca el día.” Este es un gran motivo para despertar a la santidad.  Cuidémonos de la santidad pretenciosa, que no tenga esta inteligencia y este motivo.

¿Qué? ¿Está el Señor cercano, y nosotros, los cristianos, estamos dormidos? ¡Qué cerca está nuestra salvación y gozo de estar para siempre con el Señor! Y también, qué cerca está el día de la ira y del juicio sobre un mundo que ha rechazado a Cristo.

Atención a esto: el apóstol Pablo habla de la noche como si ya se hubiera acabado, mientras que Jesús dijo que estaba por venir.

Juan 9:4 “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.”

Ambos tienen razón. Para los santos el alba ya apunta, pero para los pecadores la noche viene. El mundo presente es el único infierno que los creyentes van a conocer y es también el único cielo que los incrédulos van a experimentar. La larga noche del pecado se ha extendido por miles de años, desde su comienzo con la rebelión de Adán; pero la Estrella de la Mañana ya ha aparecido. Pronto se levantará el Sol de justicia y en sus alas traerá salvación. Todos los escritores del Nuevo Testamento dan testimonio de esto.

 

·         “Se acerca el día”

Debemos notar especialmente la frase del apóstol Pablo “se acerca el día” del versículo 12. Este es el primero de otros “días” importantes que aparecen en la Biblia, todos ellos futuros. Para nosotros el que esperamos es el día del Rapto. Luego estaremos en el día del juicio ante Cristo y es sólo para cristianos. La vida de cada uno será analizada y pesada ante Dios, en relacion a nuestra fidelidad y santo servicio.

El mundo sin Cristo verá “El día del Señor”

Apocalipsis 6:17 “porque el gran día de su ira ha llegado, ¿y quién podrá sostenerse en pie?

El día de la Segunda Venida de Cristo en donde todo ojo le verá y sabrán que todo aquello que rechazaron era nada mas que la verdad. ¡Que terrible será aquel día!

·         “Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.”

Si el mundo está revestido de deshonestidad en esta negra noche, “andemos como de día, honestamente”. ¡Qué cambio habría en la conducta, incluso de los cristianos, si realmente estuviésemos despiertos, para esperar a nuestro Señor, cada día!

·         “Andemos como de días, no en glotonerías”

 ¿Te gustaría ser encontrado por Él andando en glotonerías y borracheras, en lujurias y lascivias, en contiendas y envidia? Seguro que no.

·         “vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.

¡Ah, que despertemos del sueño, y esperando a nuestro Señor, nos vistamos así de Él!. El mundo no quiere escuchar el evangelio, y no quiere leer a Cristo en la Palabra. Entonces, que vean a Cristo en nosotros, y en todo lo que hacemos; que seamos epístolas vivientes, leídas y conocidas de todos los hombres.

Ellos nos contemplarán; nos vigilarán de la manera más estrecha. No saben cómo Satanás intenta hacernos tropezar. No conocen las tentaciones y los golpes que recibe el creyente, y cómo, sin la constante dependencia del poder de Dios, es susceptible de fracasar. Que el mundo nunca nos vea proveyendo para la carne, para dar satisfacción a sus deseos. Que el Señor bendiga estos preciosos preceptos en nosotros. "La noche está avanzada, y se acerca el día."

 

¡Oh, qué pronto estaremos para siempre con el Señor!

Próximo estudio: los débiles en la fe. “Al que es débil en la fe, recibidle, mas no a disputas de opiniones dudosas”

Luego de habernos enseñados verdades tan profundas he importantes respecto a nuestra relación con Dios, y el estado, el apóstol ahora nos lleva a un encuentro con el amor y la paciencia entre hermanos. En aquel tiempo la heterogenia cristiandad debía limpiarse de muchas creencias e ideas falsas. Los cristianos de Roma tenían opiniones diferentes sobre ciertas prácticas, ya que provenían de distintos trasfondos.

El apóstol Pablo nos enseñará que nuestras practicas religiosas deben nacer de una convicción delante de Dios.


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