Antes de continuar con el
final de este magnífico Salmo de David, veamos un cuadro general de el, para
tener un entendimiento más acabado. Este Salmo se divide en 3 estrofas.
Estrofa 1 desde el versículo
1 al 3. Estrofa 2 desde el versículo 4 al 5. Estrofa 3 el versículo 6 y final.
Otro punto importante a señalar,
es que este primer Salmo es considerado una introducción a toda la colección de
Salmos. Presenta dos temas centrales,
que recurren a lo largo de los Salmos:
a. El hombre ‘justo’ (y su contraste con el
hombre ‘malo’).
b. La importancia de la Ley (= Palabra de
Dios).
Este Salmo describe ‘dos
caminos’ – el camino del justo (v.1-3), y el camino del malo (v.4-6). El ‘justo’ es aquella persona que se
considera a sí mismo miembro del pueblo de Dios. “Tal privilegio”, dice el Salmista, “requiere
una vida de rectitud” – medida por el sometimiento a la Palabra de Dios. El
‘malo’ es todo lo opuesto. Físicamente
es judío (en el contexto original del Salmo), sin embargo su comportamiento
indica que no es un verdadero creyente.
Su corazón no ha sido ‘circuncidado’; por lo tanto, vive bajo el juicio
de Dios.
Veamos en qué consisten estas tres estrofas:
ESTROFA 1 (V.1-3)
Describe la vida del hombre
‘justo’, de tres maneras:
i. Lo que NO hace (v.1)
a. “No anduvo…” (v.1a)
b. “ni estuvo…” (v.1b)
c. “ni…se ha sentado” (v.1c)
ii. Lo que SI hace (v.2)
a. Se deleita en la Ley de Dios (v.2a)
b. Medita en la Ley de Dios (v.2b)
iii. Los resultados – los
frutos de esta clase de camino dan una vida (v.3):
a. Fresca (v.3a)
b. Fructífera (v.3b)
c. Permanente (v.3c)
d. Próspera (v.3d)
ESTROFA 2 (V.4-5)
Describe la vida del
hombre ‘injusto’, también de tres
maneras (aunque resumido):
i. ‘No permanecerán’ – “son
como el tamo que arrebata el viento” (v.4)
ii. ‘No serán aprobados en el
juicio’ – “no se levantarán…en el juicio” (v.5a)
iii. ‘No integrarán el pueblo de Dios’
– “[no estarán] en la congregación de los
justos” (v.5b).
ESTROFA 3 (V.6)
Describe el destino final
de estos dos hombres:
i. Dios Cuida del Justo (v.6a)
ii. El ‘Injusto’ Perecerá (v.6b)
En el encuentro anterior
vimos la primera estrofa, hoy concluimos con las dos siguientes, en
donde se describe el contraste de ambos caminos, del hombre justo y el injusto.
El deseo de Dios, nuestro
Creador, es que seamos felices, tanto en esta vida, como en la vida
venidera. Para ello, nos da consejos
acerca de cómo vivir para ser realmente felices. Satanás también ofrece una ‘felicidad’, pero
ésta es ilusoria y pasajera; y nos
destruirá eternamente. Dios nos ofrece una felicidad completa y real
que nos bendecirá para siempre.
Salmos 1:1-6 Bienaventurado el varón que no anduvo en
consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores Ni en silla de
escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia. Y
en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes
de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace,
prosperará. No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. Por
tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la
congregación de los justos.
Verso 4
“No así
los malos…”
El personaje descrito en los
v.1-3 no fue nombrado explícitamente; eso viene en los v.5-6 (“justos”). Pero su contraparte es identificada
inmediatamente – “los malos”. El término
en hebreo es ‘rasha’, que describe una persona que es mala en su comportamiento. Ésta es la palabra que se usa para nombrar a
la gente que vivía en Sodoma (Génesis 18:23, 25, “impío”). En los Salmos, esta palabra es traducida en
diferentes maneras – “perversos” (Salmos 3:7); “inicuos” (Salmos 7:9); “malo”
(Salmos 9:5, 17).
Los “malos” son aquellas personas
que andan en los consejos de los malos, están en el camino de pecadores, y se
han sentado con los escarnecedores (v.1).
Es más, estas personas nunca dan tiempo a la Palabra de Dios; no la leen,
y no se interesan en ella.
Notemos que el Salmista ahora usa
el plural. Habiendo hablado del “varón”
(singular, v.1-3), ahora describe a “los malos” (plural). ¿Por qué el cambio? Podría ser porque los malos abundan mucho
más que los ‘justos’, y que, por ende, el justo siempre se siente rodeado por
los malos (y amenazado por ellos).
“…Que son como el tamo que arrebata el viento”
El cuadro que el Salmista
presenta aquí es tomado de la vida agraria de Palestina; específicamente de la
práctica de aventar el trigo, para separar el grano de la cáscara y la paja.
El “tamo” es el cascarón que
rodea el grano. Luego de la cosecha, el
grano es trillado, para sacarlo del cascarón que lo envuelve. Parar eliminar el cascarón, toda la cosecha,
ya trillada, es lanzada al aire, con el fin de que el viento se lleve la paja y
el cascarón.
Job 21:17-18 usa este símil para
describir a los impíos (‘rasha’). También lo podemos ver en Salmos 35:4-5; Isaías 17:13; Oseas 13:3.
La Palabra de Dios nos indica
cuál es el verdadero valor de estas personas; personas a quienes nosotros
muchas veces admiramos, y pensamos que son de gran importancia (artistas,
estrellas del cine, cantantes, ricos, etc.).
Desde la perspectiva del mundo, estas personas pueden aparentar ser de
‘peso’; sin embargo, ante la presencia del Señor son totalmente ‘livianas’. En Su ira, las dispersa, como el viento
dispersa el humo y la neblina. Por ende,
el creyente no tiene por qué sentir envidia de dichas personas.
El contraste con el verso
anterior es dramático. El ‘justo’ es
como un árbol – sólido, firme, permanente, fresco, fructífero. El impío es presentado, no como un árbol, ni
siquiera como un árbol seco y sin fruto, ni como una planta marchita, sino como
nada más que el cascarón del grano – liviano, efímero, totalmente inútil.
El ‘justo’ es de gran valor ante
Dios y ante el mundo – produce fruto y sombra; pero el ‘malo’ es inservible,
como la paja – sin ningún valor ni utilidad.
¡No sirve ni siquiera para leña!
Por lo tanto, es entregado al viento, para ser dispersado.
El “viento”, aquí, parece representar
a la muerte, la que con un tremendo ‘soplo’ lleva a todas estas personas al
fuego eterno, donde serán consumidas para siempre.
Cuando llega el momento de la
muerte, los impíos claman por un poco de tiempo más. Voltaire (el filósofo ateo de Francia) cerca
de su muerte, ofreció a su médico un gran monto de dinero si solo extendiera su
vida unos meses.
Un gran monarca dijo una vez: “Un
mundo de riquezas por una pulgada de tiempo”.
En Mateo. 3:12, Cristo es
presentado como Alguien que tiene el aventador en su mano, para separar la paja
del grano. Por lo tanto, el juicio
divino es representado como la gran separación del grano y de la paja. Es en el contexto de esta metáfora, que el Salmista
ahora añade las palabras del v.5.
Verso 5
La muerte no es lo peor que le
pasa al pecador; mil veces peor es el día del juicio divino. Este parece ser el tema del v.5.
“Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio…”
Llegará un día de juicio para
todos; pero los “malos” (‘rasha”) tendrán tremenda vergüenza, y no podrán
‘levantarse’ para defenderse. Lejos de
pararse, estarán temblando ante la presencia de Dios, y ante la inminencia de
Su justo juicio y castigo eterno.
“…Ni los pecadores en la
congregación de los justos”
Aquí, la palabra “pecadores”
(‘chatta’) significa ‘un ofensor’, ‘un
criminal’; alguien que ‘no da en el blanco’ de la ética moral. Sin embargo, en
este contexto la palabra se está usando como un sinónimo de “malos”.
La palabra, “congregación”,
significa ‘una asamblea’. En los libros
históricos, esta palabra generalmente está relacionada con “Israel”. Sin embargo, a veces la palabra va sola,
indicando simplemente una concurrencia de personas.
En los libros poéticos,
encontramos esta palabra asociada con pecadores, “la congregación de los impíos”.
Job 15:34 “Porque la congregación de los impíos será
asolada, Y fuego consumirá las tiendas de soborno.”
Salmos 22:16, “cuadrilla de
malignos”; etc.), pero también con los justos (Salmos 111:1, “congregación de
los rectos”).
Aquí la “congregación” es “de los justos” (‘mishpat’). “Este es uno de los varios términos que se
usan en el AT para describir al pueblo de Dios; los presenta como aquellos que
honran a Dios, y ordenan sus vidas totalmente conforme a Su voluntad. En cada relación humana ellos cumplen
fielmente con las obligaciones que esa relación conlleva, recordando que poder
y autoridad (de cualquier tipo – sea doméstico, social, político, económico,
religioso, e intelectual) deben ser usados para bendecir, y no para explotar”
La estructura de este verso
apunta a un paralelismo poético. Si “la
congregación de los justos” apunta a la congregación de los fieles en esta
vida. En este caso, lo que el Salmista estaría diciendo es que, dado a que el
‘injusto’ no podrá sobrevivir al juicio de Dios, no sería apropiado que esté
ahora entre los fieles. Sin embargo, si “la
congregación de los justos” se refiere a la asamblea de los fieles en la
eternidad). El Salmista se estaría refiriendo a que como consecuencia del
juicio, los “malos” serán echados de la presencia de Dios, y no formarán parte
de la congregación eterna del pueblo de Dios. Esta congregación está descrita
en Apocalipsis 7:9-17. Aquí no estarán
los malos
Apocalipsis 21:7-8 “El que venciere heredará todas las cosas,
y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos
los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es
la muerte segunda.”
El día del juicio final marcará
una gran separación entre los “malos” y los “justos”. Por el momento, es difícil distinguir entre
ellos. A veces, los “malos” parecen ser
mucho más importantes que los “justos”.
Sin embargo, en el día del juicio final se pondrá todo en claro, al
igual que al aventar la cosecha, el viento hace la gran diferencia entre el grano y el tamo.
Verso 6
“Porque Jehová conoce el camino de los justos…”
En el idioma hebreo, el verbo
‘conocer’ muchas veces significa el conocimiento íntimo (sexual), normalmente
basado en una relación de amor (Génesis 4:1).
En Salmo 37:18, El Rey David
afirma, “Conoce Jehová los días de los perfectos…”. Otros versos que hablan del conocimiento que
Dios tiene de Su pueblo incluyen Job 23:10; Nahum 1:7; Juan 10:14; 2 Timoteo
2:19.
El Señor no solo conoce, sino
aprueba el camino de los justos (Salmos 37:23).
Esta aprobación se va a notar con mayor claridad, en el dictamen del
juicio del día final.
El “camino de los justos”
significa su forma de vida, y la meta que tienen por delante. Dios no solo conoce íntimamente
este “camino”, sino que guía al justo en él. Y más
aún, el justo anhela que Dios esté examinando su camino, durante toda su
existencia, para ver si hay en él “camino de perversidad”
Salmos 139:24 “Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y
guíame en el camino eterno.”
El Salmo 112 nos ofrece una
descripción detallada del “camino del justo”, y el resultado de esta clase de
vida. Hay una tremenda promesa para
estos justos, en el Salmo 101:6.
Salmos 104:6 “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra,
para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me
servirá.
“…Mas la senda de los malos
perecerá”
Sus proyectos, planes, designios,
etc., – todos perecerán. Los Salmos
están repletos de esta clase de advertencia. La senda de los malos conduce
hacia la destrucción. Están en un amplio camino que puede ser cómodo por ahora,
y les da mucha compañía, pero al final ellos perecerán. A menos cuatro veces en el Libro de los Hechos
el Cristianismo es llamado el Camino. Ciertamente, es el camino de los justos,
no la senda de los malos.
¿En cuál camino estás tú?
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