yare’ (יָרִֵא, H3372), «temer, temor reverente, temor». Este verbo se encuentra en ugarítico y hebreo (bíblico y posbíblico). Hay alrededor de 330 casos durante todos los períodos del Antiguo Testamento.
Básicamente, el verbo connota la reacción sicológica que llamamos «temor». Yare’ puede indicar temor de algo o de alguien. Jacob oró: «Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso, y me hiera la madre con los hijos» (Gén 32:11).
Cuando se usa con relación a una persona de alto rango, yare’ connota «temor reverente». Es más que simple temor; es la actitud con que una persona reconoce el poder y la condición de la persona a la que se reverencia y se le rinde el debido respeto. Con este significado, la palabra puede implicar sumisión en una debida relación ética con Dios. El ángel del Señor dijo a Abraham: «Ya conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único» (Gén 22:12). El verbo puede usarse absolutamente con el fin de hacer referencia a los atributos celestiales y santos de alguna persona u objeto: «¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo» (Gén 28:17). El pueblo que se liberó de Egipto vio el gran poder de Dios, «temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo» (Éxo 14:31). Encontramos aquí más que un temor sicológico. El pueblo demostró además la debida «reverencia» hacia Dios, con temor hacia él y su siervo, como lo demuestra el cántico que entonaron (éxodo 15). Después de experimentar los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y un monte humeante, los israelitas se «atemorizaron» y retrocedieron; entonces Moisés les dijo que no tuvieran temor: «No temáis, porque Dios ha venido para probaros, a fin de que su temor esté delante de vosotros para que no pequéis» (Éxo 20:20 RVA). En este pasaje, yare’ quiere decir «temor» o «pavor» del Señor. Este mismo sentido se encuentra en los pasajes en que Dios dice «no temáis» (Gén 15:1).
Comentarios
Publicar un comentario