El refugio del justo
Al músico principal. Salmo de David.
El título nos dice tanto del autor, Salmo de David. Está dirigido a el líder de los coros o músicos en los tiempos de David, tales como Hemán, el cantor, o Asaf (1 Crónicas 6:33, 16:17, y 25:6). Este Salmo registra un consejo bien intencionado, pero con falta de fe, de los amigos de David cuando era fugitivo del Rey Saúl. David alzó sus ojos hacia el Señor para hallar fe en un tiempo de prueba. Él sabía que el lugar más seguro para estar de pie era una confianza radical en Dios.Podemos llamar a este Salmo "La Respuesta de Fe hacia el Consejo de Temor".
El consejo del temor.
Salmo 11:1 “En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave?”
Años atrás, antes que tomara el trono de Israel, David vivió como fugitivo. Fue constantemente perseguido por el Rey Saúl y vivió en constante peligro. En tales momentos, sus amigos le aconsejaron, “Que escape al monte cual ave.” Sus amigos tenían una Buena intención, pero David sabía que era algo erróneo.
Así que reacciona casi como ultrajado: En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave? No importa que tan buenas intenciones tengan sus amigos, le estaban ofreciendo el consejo del miedo. El consejo del temor no podía hacer frente a la posición de confianza que David tenía en Jehová.
En un hermoso comentario de este salmo, leí de Spurgeon, respecto a la respuesta del Rey David, las siguientes palabras. “El (David) hubiera preferido el peligro que el exhibir desconfianza en Jehová, su Dios.
David recuerda las palabras de temor de la boca de sus amigos.
Salmo 11:2-3 “Porque he aquí, los malos tienden el arco, Disponen sus saetas sobre la cuerda, Para asaetear en oculto a los rectos de corazón. Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? Porque he aquí, los malos tienden el arco, Disponen sus saetas sobre la cuerda, Para asaetear en oculto a los rectos de corazón. Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?”
En el lenguaje de hoy, los amigos de David hubieran dicho: “Mira, ¡hay un arma apuntándote a la cabeza, y debes huir!
El consejo que se le da a David es bien intencionado, pero impío. Era como cuando Pedro aconsejó a Jesús que no fuera al camino de la cruz (Mateo 16:22-23). Pedro tenía una Buena intención, ¡pero estaba siendo utilizado por el diablo!
Siempre debemos de tener cuidado con el consejo que damos a otros. Primero debemos de estar viendo nuestros asuntos, no estar entrometiéndonos con los demás (1 Tesalonicenses 4:11, 1 Timoteo 5:13). Segundo, podemos tener una sobre confianza de nuestra percepción de la situación. El amigo de Job dijo confiadamente “Escúchame; yo te mostraré, Y te contaré lo que he visto.” (Job 15:17), pero estaba equivocado. Nuestro motivo está bien y correcto, pero nuestro consejo está mal.
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón: Aquí los amigos de David tratan de que tenga temor de un ataque secreto. Cuando tememos las cosas que no podemos ver, es cuando en verdad caminamos en temor.
Los amigos de David estaban utilizando el elemento de manipulación. Quizás razonaron de la siguiente manera: “Mira, por su propio bien, debemos hacer que David salga de aquí. Es justificable el que exageremos las cosas un poco para hacerle que haga lo que es correcto.” Pero no estaba justificado. La manipulación jamás está bien, aún cuando sea por una buena causa.
Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? Estas palabras en las bocas de los amigos de David tienen la connotación de advertencia. La idea es, “El mismo fundamento del gobierno de Saúl está destruido. ¿Qué puede hacer un justo como tú, excepto el huir?”
Cuando David escucha estas palabras de parte de sus amigos, quizás su cabeza le dijo que había algo por considerar. Pero su corazón le dijo que el escuchar este consejo, y el huir, le estaría comprometiendo.
La respuesta de la fe.
David responde al recordar donde se encuentra Dios.
Salmo 11:4a” Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono;”
Jehová está en su santo templo: Probablemente David tenga en mente tanto el templo del Señor en la tierra (el tabernáculo) y el templo del Señor en e cielo. David se recuerda a sí mismo, y a sus amigos, “Dios no se ha marchado a ningún lado. Pueden ir a Su templo y encontrarse con El.” También pudo pensar, “Jehová no va a ninguna parte, así que yo tampoco.”
Cuando el consejo del temor viene sobre nosotros, solamente podremos llegar a la respuesta de fe al pasar tiempo con el Señor. Cuando pensamos es nuestros problemas, el consejo de temer por lo general nos abruma. Cuando oramos sobre nuestros problemas, la respuesta de fe asegura nuestro corazón.
Jesús está hoy en el templo del cielo orando por nosotros. ¿Qué artimañas puede maquinar el hombre que Jesús no pueda descubrir?. Satanás siempre buscará detenernos, zarandearnos como al trigo, pero nuestro Cristo hermoso, está en el templo orando por nosotros, ¿cómo puede fallar nuestra fe?.
Jehová tiene en el cielo su trono: Esta es la fuente de confianza de David. No es por dureza o confianza propia. En lugar de eso, David confía en un Dios santo, todopoderoso, omnisciente.
Se le preguntó a David, ¿Qué puede hacer el justo? David responde con otra pregunta: “¿Qué no puede hacer el justo cuando Jehová Dios aún está en Su trono?”
No podemos negar que los problemas son malos, claro que sí. Pero, ¿qué eran todas estas cosas para un hombre cuya confianza estaba solamente en Dios?
David responde al recordar lo que Dios ve.
Salmo 11:4b-5 “Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.”
Sus ojos ven: David no necesita tomar el consejo del temor, ya que Dios ve su situación. David puede tomar una mayor causa que la auto preservación, sabe que Dios le está viendo y cuidando de él.
Jehová prueba al justo: De Nuevo David contesta la pregunta, Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? David responde, “El justo puede saber que el Señor le está probando, y ya que un Dios de amor le está probando pueden saber que no serán enviados muy lejos o que serán olvidados. El justo puede saber que el Señor está en control.”
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece: De la forma que Dios ve no es un observador desapegado. El tiene cuidado; ve a los malos y los aborrece. David está diciendo, ¨No necesito huir para protegerme, ya que Dios en los cielos está mirándome y ve que tan pecaminoso es la conducta de mis enemigos.”
David contesta al recordar el destino de los inicuos.
Salmo 11:6 “Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.”
Esto le da seguridad a David en medio del consejo de temer. Después de todo, si los impíos persiguen al justo, ¿cuánto más el Dios justo perseguirá a los impíos?
Fuego, azufre: Esto da la imagen del juicio final y eterno. ¿Qué debe temer David de los hombres destinados al infierno?
Será la porción del cáliz de ellos: La imagen de un cáliz como un contenedor del juicio nos recuerda de la oración de Jesús en el jardín.
Mateo 26:39 “Padre mío, si es posible, pase de mi esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tu”
La copa que Jesús temía era la copa que contenía la ira de Dios en contra del pecado; una ira que merecemos, pero que Jesús bebió en nuestro lugar.
No debemos olvidar, que muchos de nuestros hermanos, en el pasado soportaron la vergüenza de la humillación y la oposición pública; pronto sus adversarios sufrirán ante la más grande asamblea y corte celestial. Los pecadores no arrepentidos serán desterrados de la presencia de Dios en el sentido de relación; serán por siempre excluidos de la amorosa comunión que disfrutarán los creyentes con Él.
David responde al recordar el amor y favor de Dios.
Salmo 11:7 “Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirara su rostro.”
Porque Jehová es justo: Esto era Consuelo y ánimo para David. Cuando nos rebelamos en contra del Señor, Su justicia no es consuelo para nosotros. Pero David sabía que era la víctima inocente de la persecución, y sabía que el justo Señor tomaría su caso.
Ama la justicia: David sabía que mientras anduviera en justicia se mantendría (a si mismo) en el amor de Dios. No es que debamos de ganarnos el amor de Dios por nuestra justicia personal; pero nuestra búsqueda y práctica de justicia nos mantiene fluyendo en los beneficios del amor de Dios.
El amor de Dios se extiende en todas partes. Nada nos puede separar del amor de Dios, y nos amó mientras éramos aún pecadores (Romanos 5:8). Pero nos podemos negar a nosotros mismos los beneficios del amor de Dios.
Las personas que no se mantienen en el amor de Dios, terminan viviendo como si estuvieran en el lado oscuro de la luna. El sol siempre está allí, siempre brillando, pero nunca están en una posición para recibir la luz o calor del sol. Son como el Hijo Pródigo de Lucas 15, quien siempre fue amado por parte del padre, pero por un tiempo no se benefició de ese amor.
El hombre recto mirará su rostro: Los eruditos y traductores debaten si esto quiere decir “Los justes de Dios ven su rostro” o “Jehová ve a Sus justos.” La mayoría de las traducciones creen que habla del pueblo de Dios mirándole: los íntegros contemplarán su rostro, Los rectos contemplaran Su rostro, los íntegros verán Su rostro. Sin embargo, en realidad no importa, porque ambos son verdad.
Dios hace resplandecer Su rostro sobre Su pueblo. Esto habla de aprobación, y de un amor tierno y verdadero, de una providencia de gracia y de cuidado; la cual a menudo es tenida por tener o mirar a los hombres por parte de Dios. De hecho, la última línea de la bendición sacerdotal de Números 6:26 es, Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
El pueblo de Dios le verá. Veré tu rostro en justicia (Salmos 17:15). Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mateo 5:8). De hecho, el deseo de mirar a Dios es una de las más grandes motivaciones de aquella vida y corazón recto.
De todo en todo, cuando David considera la grandeza de Dios, el cuidado de Dios, y la visión de Dios, todo esto sobrepasa el peligro. Para David el confiar en Dios era la decisión más segura de todas. Sus amigos pudieran o no tener buenas intenciones, pero David no recibiría su consejo de temor. En lugar de eso respondería con fe.
APLICANDO LA ENSEÑANZA PRINCIPAL DE ESTE SALMO HOY
Este Salmo toca dos puntos cruciales que debemos tener en consideración hoy. Por un lado advierte de mantenernos firmes en la confianza y seguridad divina, aunque todos a nuestro alrededor nos aconsejen escapar como las aves indefensas que solo pueden volar y huir. Son incapaces de defenderse y luchar. Por otro lado, advierte de la destrucción de los fundamentos, aquellos principios morales o de justicia dentro de la sociedad. Las actividades de los malos conmueven los fundamentos de la justicia y la moral.
En nuestro mundo de hoy, un virus ha puesto a prueba los fundamentos del mundo y los ha hecho estremecer. Los sistemas de salud, económico, social aun de naciones poderosas, parecen desplomarse, así como ha venido pasando con los principios y valores espirituales y morales de la fe cristiana en los últimos tiempos.
Frente a la actual conmoción mundial la pregunta es: qué debo hacer como hijo de Dios, qué debemos hacer como iglesia? En su momento el salmista David se anticipó a esta pregunta, como ya hemos visto: El dijo.
¿“Si fueren destruidos los fundamentos, qué ha de hacer el justo?”
El encontró la respuesta y es la que hemos visto en este salmo 11.
Lo cierto es que al igual que en los tiempos de Sodoma y Gomorra, también hoy presenciamos la ruina de los fundamentos establecidos por Dios en Su Palabra. No sabemos si en el clímax de la depravación de esta sociedad, una pandemia como el Coronavirus, es también una manifestación del juicio de Dios sobre la humanidad.
Vimos que en respuesta a su pregunta, el consejo de la mayoría o de un grupo de personas allegadas al rey David, fue: “escápese al monte”, el más conocido lugar de refugio. En otras palabras: huya! Hoy también son varias las respuestas que los consejeros de turno nos dan sobre cómo afrontar y enfrentar la destrucción de los fundamentos. Una de esas respuestas es también “huya”, “corra por su vida” “sálvese quien pueda”.
La otra respuesta es “escóndase”, métase en una burbuja de cristal, haga como el avestruz” entierre la cabeza en la arena, haga de cuenta que nada malo está pasando a su alrededor. Una más es: No se preocupe, lo que pase a mí alrededor no importa. Lo que importa es lo mío. Que se destruyan ellos, los demás, y efectivamente así ocurre. Esto no es más que indiferencia.
La respuesta de parte del Señor para nosotros, cualquiera sea la opción que hayamos considerado es: confiémos en Dios! En Jehová he confiado…!. Confiar en Dios es huir…pero por protección, es correr…pero a los brazos de nuestro Dios omnipotente. Habitar seguro, tener esperanza, es hacer refugio, poner nuestra confianza en Dios.
Proverbios 3:5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, no te apoyes en tu propia prudencia”.
Dios mismo nos invita amorosamente como nuestro Padre, a que confiemos en El por encima de todo y de todos, y a que cultivemos así una relación íntima con El.
“Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.”
Queridos hermanos, a diferencia de aquellos que aún no tienen la dicha de conocer a nuestro Dios, los justos debemos alinearnos con el carácter del Señor y vivir nuestras vidas para glorificarlo. Dios ama la justicia y si la amamos como Él, también tendremos la recompensa de ser capaz de ver el rostro de Dios.
¿Dónde nos encontramos? ¿Estamos luchando en contra la injusticia o maldad? ¿O hay momentos en que cambiamos de lado? Como pecadores en este mundo, estamos constantemente luchando contra el pecado. En mi vida, cuando me siento que he conquistado un pecado en particular, ¡otro aparece!. Sé que esa es también su condición, por eso, debemos continuar y afirmar el corazón y la vida en nuestra única esperanza.
Estamos como justos delante de Dios, porque Cristo nos ha cubierto con Su sangre. Debido a esa sangre preciosa, hemos sido declarados justos delante de Dios, ¡pero la vida cristiana no termina ahí! También hay un aspecto donde como cristianos tenemos que ser más como nuestro Salvador. Es cuando estamos creciendo en justicia, y no simplemente luchando con las mismas pruebas y tentaciones año tras año tras año tras año. Trabajamos activamente con nuestra voluntad y el poder del Espíritu Santo en la destrucción de las obras del pecado y de desarrollar los frutos del Espíritu.
Trabajemos activamente dependiendo de Cristo, para justicia y después sigamos trabajando para ser más como Él? La obra de Cristo por nosotros es siempre lo primero y más importante. Nuestra dependencia de Él es nuestro fundamento, entonces dependamos de él para que nos dé la fuerza para vivir para él.
¿Roca o arena?
En Lucas 6:46-49 Jesús describe dos maneras de construir: o encima de la arena (un fundamento inestable) o encima de la roca (un fundamento estable). Mucha gente, incluido muchos cristianos, está construyendo su vida encima de fundamentos inestables tales como el materialismo, ambición, deportes, educación, filosofías, tradiciones del hombre, sabiduría humana, etc. El único fundamento estable de roca sólida es el Señor Jesucristo, que es la Palabra viva (la Verdad).
Lo que constituye una vida sólida es venir a Jesús,oír su palabra y ponerla en práctica.No podemos decirle Señor y Señor y no hacer lo que nos dice; puesto que esto es conocer la palabra y no hacer. Debemos hacer sobre verdaderos fundamentos que estén arraigados en la palabra y voluntad soberana de nuestro Dios.
"EL HOMBRE RECTO MIRARÁ EL ROSTRO DEL SEÑOR"
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