Necedad y corrupción del hombre
Al músico principal. Salmo de David.
SALMO 14:1-7 “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.
Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios.
Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan?
Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza.
!!Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
El Salmo 14 también es atribuido a David. Con diferencias menores, es casi idéntico en contenido con el Salmo 53. Hay quienes fechan el salmo al período del exilio. David le dice a la audiencia que es una tontería no creer en Dios. La declaración de apertura dice: "El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios".
En la Biblia, cuando se hace referencia a algo o alguien como "tonto", esto significa que esta persona es alguien que ignora la palabra de Dios. Se refiere a ellos como corruptos y sus obras son "abominables". David está dejando en claro que sin Dios, el hombre no puede hacer ningún bien porque tenemos una naturaleza pecaminosa. Quien no cree en Dios es susceptible al odio y al comportamiento corrupto.
David comienza a hacer referencia al regreso de Cristo para recuperar a su pueblo. Cuando discute la salvación de Israel y los saca del cautiverio. Él está diciendo que el Señor traerá a los que invocan su nombre y son sus creyentes a un lugar seguro. Tendrán seguridad, y estarán lejos del dominio del pecado en la tierra.
El salmista considera como es el necio
Salmo 14:1 “Dice el necio en su corazón: No hay Dios”
Para el rey David había solo una conclusión a llegar. Aquellos que no creen en Dios son “necios”, pero él no está refiriéndose a la necedad de la falta de inteligencia. Esto se debe, a que la idea detrás de la antigua palabra Hebrea traducida para necio es más moral que intelectual. Él tenía en mente a aquellos que niegan a Dios y lo rechazan. Sabemos que ninguna mente humana podrá descifrar las profundidades del Señor jamás.
A lo que debemos poner atención, es que existe una gran diferencia entre el ateísmo teórico y el ateísmo práctico. Aquí en este salmo, David trata del ateo práctico. Aquella apersona, que no solamente no cree en Dios, sino que actúa conforme a su convicción, es un practicante del pecado de negar a Dios y contaminar con su filosofía de vida.
El hecho de que algún hombre insista en negar a Dios, no lo borra del universo. Su negación, solo evidencia su estado de necedad. En Romanos 1.22, el apóstol Pablo deja clara esta situación.
Romanos 1:22 “Profesando ser sabios, se hicieron necios,”
La palabra Hebrea para necio en este salmo es “nabal”, una palabra que implica una perversidad agresiva. Si recordamos, existe un personaje bíblico llamado Nabal en 1 Samuel 25:25.
El Rey David solicita la ayuda de este hombre, en momentos de necesidad, y le es negada odiosamente. David había sido protector de los bienes de aquel Nabal, más este cierra neciamente su corazón a prestar ayuda. Su esposa Abigail sale al encuentro del rey David, para apaciguar su ira y le dice al rey David lo siguiente.
1 Samuel 25:25 “No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste.”
¿El hombre que niega a Dios es un necio?
Las evidencias se muestran en su carácter y en su actuar. Lo que cree o se obstina en negar van marcando las pautas para la cosmovisión que tiene de la vida. De esta forma va construyendo para su perdición y destruyendo para la misma.
La necedad y perversión agresiva del llamado “necio”, tiene como base teórica argumentos que buscan negar la existencia divina. Para esto hace uso de su razonamiento corrupto para sacra falsas conclusiones.
· Niega lo que es plenamente evidente.
· Cree en un tremendo efecto sin causa.
· Niega una autoridad moral en el universo.
· Cree únicamente en lo que se puede probar por el método científico.
· Se rehúsa a ser persuadido por los múltiples argumentos poderosos de la existencia de Dios.
Sin embargo podemos ver con la ayuda de la apologética que hay muchos poderosos argumentos de la existencia de Dios. La apologética es la parte de la teología que pretende defender racional e históricamente los dogmas de la fe cristiana. Por medio de esta valiosa herramienta y la forma de fundamentar la existencia de Dios, podemos refutar cada punto dado por el ateísmo, en la negación de la existencia de Dios.
Entre estos fundamentos que la apologética presenta están los siguientes:
El Argumento Cosmológico: La existencia del universo significa que debe de haber un Dios creador
· El Argumento Teológico: La existencia en el diseño del universo significa que debe de haber un Dios que lo diseñó.
· El Argumento Antropológico: La naturaleza y carácter único de la humanidad significa que debe de haber un Dios de relaciones.
· El Argumento Moral: La existencia de la moralidad significa que debe de haber un Dios que gobierna.
¿Cuál es causa, y cuál es efecto? ¿El ateísmo resulta de la necedad, o la necedad del ateísmo? Sería perfectamente correcto el decir que cada cual es causa y cada cual es efecto.”
“Dice el necio en su corazón”: Este hombre según David no solo tiene problemas con negar a Dios intelectualmente, este hombre en su corazón desea que Dios no exista, y sus razones son morales. No quiere que exista una moral superior a la cual deba dar cuentas.
Juan 3:20 “Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.”
Esto significa que el hombre que David tenía en mente no era un ateo primordialmente debido a razones intelectuales. Un agnóstico intelectual honesto no produce necesariamente inmoralidad; pero las emociones deshonestas de un ateo siempre lo hacen.
Esto significa que cuando hablamos con aquel que niega a Dios, no debiéramos hablar solo a su cabeza y racionamiento, sino también a su corazón.
Spurgeon decía: “Que el predicador apunte al corazón, y que predique el amor conquistador de Jesús, y él, por la gracia de Dios, ganará a más dudantes de la fe del evangelio que cualquier centenar de los mejores razonadores, quienes simplemente dirigirán sus argumentos a la cabeza.”
Cuando el salmista dice la frase “en su corazón” también nos recuerda que es posible para alguien el decir en su mente que hay un Dios, pero aun negarlo en su corazón y vida. Uno puede creer en Dios en teoría, pero es un ateo en la práctica, por su manera de vivir.
David también en un sentido actuó en un momento como un necio. Esto podemos verlo en 1 Samuel 27:1. David dijo en su corazón en esa ocasión:
Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano.
¿Estaba el rey David, en algún sentido, también negando a Dios y hablando como un necio?
En la mente del salmista, no está un credo de negación, sino una negación práctica. En efecto, decimos que no hay Dios cuando lo encerramos en un cielo lejano, y nunca pensamos en Él como ocupado en nuestros asuntos. El quitarle Su justicia y robarle Su control es como actuaría un necio. Pues el concepto Bíblico de la necedad es una perversidad moral en lugar de una debilidad intelectual, y cualquiera que esté equivocado en lo moral y religioso, no puede en realidad ser intelectualmente correcto.
Cuando el salmista habla de la corrupción que sigue al necio, habla de sus obras abominables. David aquí considera el resultado de negar a Dios. Conduce a los hombres hacia la corrupción y hacia obras abominables. Esto no es para decir que cualquier ateo vive una vida disoluta y que cada creyente en Dios vive una buena vida; pero hay una marcada diferencia entre aquellos que toman a Dios en serio y aquellos que no.
Cuando el salmista considera que “No hay quien haga el bien”: consideraba el pecado de aquel que niega a Dios, miró hacia el panorama de la humanidad y concluyó que no hay quien haga el bien. No quiso decir que no hay bondad humana en este mundo; sino que el hombre caído esta tan desviado que por instinto no hace el bien, y aun el bien que pueda hacer está amarrado con maldad.
El Señor analiza a la humanidad caída.
Salmo 14:2-3 “Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”
Mientras el hombre desea cada vez más olvidarse de Dios. El jamás se olvida del plan de redención para su gloria. En el rechazo de Dios por parte del hombre, este quiere que Dios lo deje en paz. Esta es la mayor necedad del hombre. Cuando Dios mira abajo desde el cielo, una cosa que Él busca es si hay algún entendido o alguien que busque entre la humanidad.
Dios no busca a un sabio de este mundo. Él no se pregunta si hay alguien lo suficientemente inteligente como para entenderle. Él mira más por un juicio moral y espiritual; para ver si hay algún hombre entendido sobre Su plan y corazón, y alguien que le busque por el bien de la justicia.
Cuando Dios encuentra que no hay quien haga lo bueno, es debido a que no hay nadie. No es que haya habido algunos y Dios no los pudo ver. David aquí observa y recuerda que el hombre en verdad, de manera profunda, es corrupto y necesita a Dios.
La defensa de Dios a su pueblo justo.
Salmo 14:4-6 “Dios defiende la generación de los justos. ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan? Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza.”
¡Qué terrible es la falta de discernimiento! David primero consideró la profunda caída del hombre; ahora lidia con el destino del pueblo de Dios en un mundo caído como tal. El pueblo de Dios podría verse como los necios impíos, pero David entendió que son los que hacen iniquidad y que no tienen discernimiento.
Al parecer los que hacen iniquidad son fuertes y tienen las de ganar. David se preguntaba si el pueblo de Dios fue abandonado para los necios y corruptos de este mundo; para aquellos que a Jehová no invocan.
Los salmos están llenos de enseñanza de la importancia de invocar el nombre del Señor. Así el salmista se admiraba de la falta de devoción en su generación. El decía admirado “Ellos no invocan a Jehovás”. Debemos temer puesto que aquí se nos muestra que aun los creyentes podemos caer en un tipo de ateísmo práctico, al no clamar a Jehová. No obstante aquellos que creemos en el Señor, sabemos que el Señor está con la generación de los que invocan su nombre y son justos.
No importa si los que hacen iniquidad parecen fuertes y confiados, porque en realidad en la visión de David en este salmo; “están temblando de espanto”, debido a que no pueden borrar la consciencia de que Dios está con la generación de los justos.
Aunque quisieran negarlo, ellos viven bajo la nube de mentira, batallando en contra de Dios, pero jamás podrán ganar. Podrán herir al justo, quizás este temerá a las burlas, a las mofas y chistes; pero si Dios lo ha hecho recto, parece derechos y sea un hombre.
Deseamos la salvación del Señor.
Salmo 14:7“¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.”
David sabía que el Señor era el refugio de Su pueblo y que los que hacen iniquidad jamás ganarían. Pero aún eso era difícil de ver en su momento, así que David expresó su gran anhelo de que Dios traería la victoria y liberación que Él había prometido a Su pueblo. David anticipa la liberación venidera, y llama al pueblo de Dios a estar alegres en la esperanza de ver cumplido este tiempo.
Aplicación práctica de este salmo
El hombre busca remedios y soluciones en muchos escenarios, pero existe un mal más grande que es aquel que niega la existencia de Dios y no solo lo hace de una forma teórica. El más peligroso es aquel que lo hace de una forma práctica, porque pone en marcha todos sus planes perversos lejos de este conocimiento. Estos hombres dice el salmista hacen toda clase de obras abominables y todos sus caminos son perversos. Estos hombres están en todo lugar. La creencia y negación de estos hombres, es el veneno que satanás hace correr por las calles de nuestro mundo, por nuestro país, ciudad, y barrio. En la oscuridad, ellos están planificando la destrucción de aquellos que les parecen inservibles. Están en los gobiernos, creando y aceptando leyes que ofenden y van directamente en contra de Dios sin temor. En las escuelas, educando a inocentes con teorías y pensamientos que distorsionan su inocencia y candidez.
Ellos están por todos lados, metidos en cada rincón de esta sociedad. Pero aún así, no serán nunca más poderosos que nuestro Dios. Solo están siendo descubiertos en este salmo, para que veamos el resultado de su conducta y para que aprendamos a confrontar estas aberrantes mentiras de nuestro enemigo mortal.
¿Cuál es el antídoto para tal veneno?
La verdad, siempre ella será el antídoto. El conocimiento de nuestro Dios, pero de manera inteligente. Así como el apóstol Pablo expresa, que “nuestro culto debe ser racional”, no solo apasionado. No podemos derribar fundamentos del mal, sin conocer la verdad y sin conocer los fundamentos bíblicos en su correcta fundamentación.
La palabra del Señor nos enseña claramente cuales son nuestras armas para enfrentar los argumentos en las mentes llenas de engaño.
2 corintios 10:4-5 “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Debemos conocer primero la enfermedad, aprender a diagnosticar y aplicar el antídoto de manera correcta. Para esto debemos como hijos de Dios prepararnos para enfrentar la verdadera pandemia que azota nuestro universo.
Este mundo está perdido en tanta falsedad. Está como en una farmacia comprando un remedio equivocado para su mal. Unos quieren a buda, otros quieren hinduismo, otros la nueva era, el judaísmo simbólico. Al final de su recorrido, se encuentran con la cajera quien es la muerte misma. Después de haber escogido el producto de su elección, cada uno debe pagar con su vida. El gran interrogante es si existe algo al atravesar la salida y que pasará allí.
Como pueblo de Dios sabemos que hay una sola cura y punto. Así como un paciente enfermo, el que está bajo el engaño del pecado, debe tomar conciencia de que la opción es aceptar el tratamiento o enfrentar las consecuencias.
Las fortalezas de las que nos habla el apóstol Pablo, son las creencias, las corrientes de pensamientos que son inspiradas por el mismo satanás, en las mentes de los hombres. Al ser portadores del “antídoto”, la verdad que hay en Dios y su existencia; debemos primeramente conocerla y aplicarla adecuadamente.
La verdad es la verdad, sea que creamos o no en ella. La verdad no necesita que alguien crea en ella para seguir siendo verdad, pero sin duda merece que creamos en ella. En términos espirituales, nosotros necesitamos llegar a comprender cuál era nuestra situación para entender porque necesitamos el antídoto. El propósito de la ley de Dios es darnos ese entendimiento, ese diagnóstico, y el propósito del evangelio de nuestro Señor es ofrecernos ese antídoto.
Es esta verdad, de la que trata el apóstol, la cual derriba argumentos, ideas equivocadas y pervertidas en relación a Dios. Tiene el poder esta verdad, de llevar los pensamientos cautivos a Cristo. En palabras simples, la palabra de Dios, para Pablo; es la que tiene el poder de que un hombre pueda llegar a estar retenido y dominado por la verdad en Cristo, de tal manera que sus emociones y pasiones queden presas en su objeto de adoración.
Dios nos ha honrados al llamarnos su pueblo, la luz del mundo, la sal de la tierra. Tenemos un deber hacia Dios y hacia su obra.
Hoy se observa una cristiandad cada vez más secreta, temerosa y callada por miedo al qué dirán, al rechazo o por miedo a ser señalados. En otras palabras, solo se está siendo cristianos en el templo, pero en nuestras casas, trabajo, escuela y familia, podemos estas siendo totalmente inconversos.
Jesús dijo:
Mateo 10:33 “Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.”
Por eso debemos ser entendidos de la buena voluntad del Señor, ser cuidadosos y discernir bien para huir de toda manifestación de un ateísmo práctico en nuestro proceder. Negar a Dios con nuestros hechos, aunque en nuestro razonamiento aceptamos todas sus razones, no obstante en nuestro hacer le negamos. Que el Señor sea nuestro deleite en todo tiempo.
Alabemos juntos a nuestro Rey y digamos...
Comentarios
Publicar un comentario