Aprendamos del Salmo 28

 

SALMO 28

Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta

Salmo de David.

Salmos 28:12-9 “A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro. 2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

3 No me arrebates juntamente con los malos, Y con los que hacen iniquidad, Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad está en su corazón. 4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos; Dales su merecido conforme a la obra de sus manos. 5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, Ni a la obra de sus manos, Él los derribará, y no los edificará.

6 Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos. 7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. 8 Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido. 9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréales y susténtales para siempre”.

 

El Señor es omnisciente. Dios siempre lo verá y lo sabrá todo, más la intención del Salmo 28 es la exhortación a la oración constante y la confianza plena en Jehová.

En la biblia la oración es de las herramientas más fuertes que tenemos los hombres para hacer cosas grandiosas. La oración del justo siempre va a ser escuchada y respondida por Dios en su propio tiempo, pero expresa que hay que ser consecuentes para poder ver el resultado.

El salmo  28 es un salmo que está estructurado en tres porciones. Los primeros dos versículos del salmo, David expresa por qué oraba y habla a Dios que le escuche. Los versos  3 al 5, habla del contenido de su oración, y desde los versos 6 al 9, agradece a Dios que ha escuchado su oración. Sin duda este es otro salmo tremendo, y un bello pasaje como todos los salmos que hemos visto.

David expresa su deseo de orar (verso 1-2)

SALMOS 28:1-2 “A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro. 2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

El salmista clama a un Dios personal que se interesa personalmente en su vida. Es una tremenda verdad bíblica que el Dios que creó todo el universo escucha personalmente la oración de cada uno que clama a él.

“A ti clamare oh jehová”. Aunque son verbos que aparecen en futuro, deben traducirse en presente "a ti clamo oh jehová", el Dios de gracia, el Dios de misericordia, el Dios de amor. Debemos clamar a este bendito, Dios de gracia y misericordia.

“Roca mía”, significa una base firme de confianza. Es claro que el salmista ya ha tenido una relación establecida con Dios. Pero el silencio de Dios le preocupa, por eso el propósito de su oración lo muestra en que teme perecer con el mismo juicio que vendrá sobre los malos. También teme que si Dios no contesta pronto, él caerá en los errores de los malos.

El propósito de su oración se muestra en esta expresión. “Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro” .

La palabra sepulcro es seol, y significa el  lugar donde van los muertos, donde termina la vida física, terrenal de la persona. El alma, el espíritu continúan viviendo en la presencia de Dios en el paraíso como lázaro, o en la condenación eterna como ocurrió con el rico, según enseña el evangelio de Lucas capítulo 16 .

David dice no quiere ser semejante a esos que descienden al seol. David está aquí pidiendo al Señor que le permita continuar en comunión con  él. 

En el verso dos él continúa diciendo “Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.”

El salmista David era hombre de oración, cuya vida siempre estaba en las manos del Señor. Él siempre puso todas sus actividades en las manos de Dios. Cuando salía a combatir a sus enemigos, sin duda antes de salir a la batalla, David estaba en comunión con él y convocaba a aquellos que estaban alrededor de él, a tener comunión con Dios también. Este hombre dijo  que” la batalla es de Jehová”.

Querido hermano debemos a hacer esto y poner la vida en manos del señor y encomendar a Dios nuestros caminos y encomendar la vida a sus cuidados. En estos días de tanta incertidumbre, de tanta locura, debemos acercarnos a él con gratitud y darle gracias por su gran amor, su infinita misericordia y por el privilegio de poder hablar con él y descansar con él.

Los creyentes no debemos descansar hasta que hayamos recibido alguna señal de que se escuchen nuestras oraciones, tal como aquella viuda que pide por justicia que es mencionada por Jesucristo en el evangelio del apóstol Lucas.

Este es el punto de la primera parte del salmo 28. Solo con nuestra constancia el Señor puede probar nuestra fe, pues eso nos enseña y le demostramos que tenemos toda nuestra confianza puesta en Él.

 

El contenido de su oración.(verso 3-5)

En el versículo 3 David habla del contenido de su oración. Los primeros dos versículos como hemos visto el expresa su deseo de orar y ahora expresa el contenido de su oración.

SALMOS 28:3-5 “No me arrebates juntamente con los malos, Y con los que hacen iniquidad, Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad está en su corazón4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos; Dales su merecido conforme a la obra de sus manos. 5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, Ni a la obra de sus manos, Él los derribará, y no los edificará.. ”.

Cuando David pensó en describir a los inicuos, comenzó a notar que eran falsos en sus palabras, escondiendo la maldad en su corazón.

David quería la protección de Dios, refiriéndose precisamente sobre la compañía de personas peligrosas que no hicieran bien a su vida.  Estas personas a las que David se refiere, son aquellas que solo hablaban de paz, pero que no practicaban la paz. Cristo dijo en el  sermón del monte; “Bienaventurados los  pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”, bienaventurados los que promueven la paz porque serán llamados hijos de Dios.

Las malas compañías son peligrosas y David los define como aquellos que hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón.

Los creyentes debemos practicar la paz, ser pacificadores, poner paz donde hay conflicto, poner paz donde hay disensión, poner paz donde hay luchas y pleitos. David dice a Dios en su oración, el contenido de su oración, dales conforme a su obra, conforme a la perversidad de sus hechos, esos que hablan de paz pero que no la practican.

David dice a Dios dale conforme  a su obra y perversidad, de sus hechos, dale su merecido. Además añade “por cuanto no atendieron a los hechos de jehová, no consultaron con Dios, no se preocuparon por saber cuál es la voluntad de Dios”. Dice David, por cuanto, “No atendieron a los hechos de jehová ni a la obra de sus manos”. El los derribara y no los edificará. Esos que se alejan de Dios y  que van contrario a la voluntad de Dios.

Los impíos se olvidan de Dios, pero Él no se olvida de ellos. Dios promete darles lo que merecen a quienes lo rechacen.

Gratitud por su oración escuchada (verso 6-9)

En el párrafo siguiente David expresa su gratitud al Señor por la respuesta a su oración. Primero hablaba con su compromiso con la oración, orar y pedir a Dios estar en comunión, en el segundo párrafo 3-5 David habla del contenido de su oración.

SALMOS 28:6-9 “6 Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos. 7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. 8 Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido. 9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréales y susténtales para siempre”.

En su angustia, David clamó a Dios. Ahora alaba al Dios que escuchó y respondió su oración, convirtiéndose en la fortaleza y escudo de David. De repente, la oración se convierte en un canto de alabanza, un acto de adoración David dice “bendito sea jehová”, expresando su alabanza. Dios escucho la oración de David y lo bendice por eso

Nosotros debemos invertir tiempo dando gracias a Dios porque el escucha nuestra oración y contesta conforme a su voluntad y en su tiempo..

“Jehová es mi fortaleza y escudo”. Algunos tienen un conocimiento teórico de Dios como fuerza o escudo, sin conocer en la experiencia personal la fuerza de ello.

Cuando David salía a la guerra confiaba en Dios, no tanto en la fortaleza de su ejército, en la destreza de ser un soldado bien adiestrado, sino que confiaba en la fortaleza de Jehová.  

Si pudiéramos decir: ‘El Señor es mi fortaleza’, podríamos soportar cualquier cosa y todas las cosas. Podríamos soportar la muerte de un mártir si el Señor fuera nuestra fortaleza. Él podría hacer que la rama más frágil sostuviera al mundo entero si lo fortaleciera”.

David conocía esta fortaleza dada por el Señor, por eso expresa gratitud a Dios, alabanza, gozo en el corazón. La victoria no era producto de su fuerza, sino jehová se la da.

El salmo comenzó con un pedido de ayuda personal y rescate, pero al final del salmo, la preocupación de David es por el pueblo del Señor en su conjunto. “Todo lo que es querido por el amado es querido por el que ama. No se puede amar al pastor sin tener un gran interés en todo lo que le interesa, y especialmente en las ovejas de su prado y el pueblo de su mano. Por lo tanto, cuando estemos más cerca del Señor, es casi seguro que comenzaremos a suplicar su herencia y a decir: “Salva a tu pueblo; bendícelos, aliméntalos y susténtalos para siempre’”.

El Ungido es el Pastor de ellos, que les guiará y sustentará por siempre, cuando venga. Nos recuerda lo que escribió el profeta Isaías.

Isaías 40:11 “Como pastor apacentará su rebaño. En su brazo llevará los corderos, junto a su pecho los llevará; y pastoreará con ternura a las recién paridas”.

David está comprometido con su pueblo. Qué bueno sería que nuestros gobernantes hoy en lugar de robar el dinero del pueblo y de oprimir al pueblo fuesen hombres identificados con el ´pueblo, que pidiesen a Dios por el pueblo, como hace David aquí, “salva a tu pueblo y bendice a tu heredad”.

¡Gracias a Dios por nuestro maravilloso líder!. Jesús no solo nos lleva a pastos verdes y aguas tranquilas… Él nos sustenta y lo hace para siempre. Nunca se cansa, aunque imparte un descanso infinito; nunca cesa ni por un momento su cuidado de pastor

Tenemos el privilegio y oportunidad y la apertura gloriosa que Dios nos ofrece de acercarnos a su santa presencia como hace David. Primero expresa a Dios su deseo de orar, luego le expresa el contenido de su  oración y luego bendice a Dios y da gracias a Dios por contestar su oración, por darle fortaleza, darle dirección, darle sustento y por el hecho de que en ese Dios él puede confiar.

Todos podemos confiar en ese Dios, porque es digno de confianza.

Digamos: en el confía mi corazón y fui ayudado y soy ayudado. Alabemos a Dios en  este día, pidamos por su heredad y demos gracias por sus muchas bendiciones, en su nombre y para su gloria. Amen.



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